No todos los errores son malos, ¿o sí? (cap. 12)

Autora: Kammi YunJ.

Título: No todos los errores  son malos, ¿o sí? cap. 12

Capítulos: Indefinido

Género: Drama y romance.

Couple: Yunjae.

*** 

 

Jaejoong permanecía sumergido en un punto de oscuridad extremo, no comprendía hasta qué punto su vida se había convertido en una pesadilla. ¿En qué momento su casi perfecta y tranquila vida había tomado aquel camino tan oscuro?, sus piernas flaqueaban, era ya incapaz de mantenerse en pie. Todo había llegado al punto más alto de su límite. Yunho… y ahora Changmin. ¿Por qué le tenía que pasar aquello?, pero, ahora su más grande miedo era… perder a Junsu. Sabía que este sentía algo por Changmin ¿y si ahora le daba la espalda?, ya no podía más. Sus ojos se llenaron de lágrimas tan solo era un adolescente de 17 años. ¿Qué había hecho mal? Se preguntaba, con dolor.

 

Junsu permanecía a su lado, sin pronunciar palabra, pequeños jadeos se escapaban de sus labios, ¿acaso estaba llorando, o tratando de no hacerlo? Ambos chicos parecían estar perdidos en sus mundos. Sin embargo, no podían permanecer todo el día sobre la arena ¿cierto? El primero en reincorporarse fue Junsu: sus ojos estaban hinchados y sus mejillas eran tan rojas como se podían ser.

–Jaejoong– Llamo Junsu con hilo de voz. Su voz sonaba rasposa y su garganta dolía, quizá no tanto como su pecho.

 

–Lo siento– Jaejoong se soltó por completo en la arena, parecía rendido. –Yo no sé cómo ha pasado esto– hilos de lágrimas rodaban por sus ya irritadas mejillas.

Junsu contemplo la escena con dolor, él sabía perfectamente que Jaejoong no tenía por qué disculparse; si quizá alguien tenía que hacerlo era él. He sido yo quien ha llamado a Changmin aquella vez, he sido yo quien le ha despertado días atrás, he sido yo quien no pudo mantenerse callado desde un principio y dejar que Jae hiciera lo que quisiera, y por último, he sido yo quien aquel día ha llevado a Jae a aquella fiesta… donde todo empezó, pensó, con amargura y culpa.

–Jae, soy yo quien se tiene que disculpar. Todo esto ha sido mi culpa, si tan solo desde el principio yo…

–No– susurro Jaejoong. –No es culpa de nadie, y si quizá alguien aquí se tiene que disculpar soy yo– su voz sonaba débil, abatida.

Junsu no pudo más con la escena, con rosto amable bajo hasta quedar a la altura de su amigo; lo miro por un momento, tratando de trasmitirle todo el amor que le tenía, todo su afecto, acto seguido le abrazo, hundiéndose por completo el uno en el otro.

Jaejoong sentía como aquel abrazo tan necesitado le brindaba todo el cobijo y seguridad que rogaba por tener. Si tan solo pudiera cerrar los ojos y después despertar y darme cuenta que todo esto ha sido una pesadilla, pensó, y de inmediato se separó con delicado movimiento de su amigo. Quizá, sea hora de afrontar todo, de no huir más, de salir de mi burbuja e… ir tras lo que anhelo, las lágrimas cesaron tras aquel pensamiento.

–Junsu– cogió su brazo y con gesto amable deslizó su palma por la mejilla de este, borrando cada lagrima que aun corría por su rostro. –Ya estoy bien, ¿vale? Ahora quiero que me digas que es exactamente  lo que ha  estado ocurriendo entre y Changmin y tú.

Junsu resoplo con pesadez ¿de verdad tenía que recordar cada uno de los desagradables episodios vividos con Changmin? Al parecer no tenía otra opción. El rostro de Jaejoong permanecía serio, con semblante inquietante, parecía deseoso de saber que había pasado. Junsu guardo silencio por algunos minutos y aquello parecía impacientar a  su amigo. Está bien, pensó rendido. Le diré todo, después de todo quizá y no sea mucho lo que tengo que decir, seguramente ya se ha dado cuenta. Junsu se aclaró la voz, la garganta le ardía, y prosiguió a hablar; le conto a su amigo, quizá más de lo que este se esperaba, pues no dudo una que otra vez chillar molesto y arremetiendo contra Changmin. “pero que le ha pasado al mocoso este” chillo con ceño fruncido Jaejoong.

Así que Junsu si está enamorado.

– ¿Sabes? No puedo creer en que momento ha sido que Changmin se ha ido contra ti. Siempre me pareció que…

–Te pareció ¿Qué? – pregunto Junsu con ambas cejas arqueadas ante el repentino silencio de su amigo.

–Me pareció que Changmin sentía algo  por ti– confeso con nerviosismo, en voz baja. Siempre había pensado que Changmin sentía algo más que afecto por Junsu. Y ahora todo le parecía tan confuso; Junsu enamorado de Changmin y esté tratándole de forma cruel  ¿acaso era su culpa aquello? ¿O acaso se había perdido de algo?

Junsu se atacó por un momento, incrédulo y casi irritado por aquella confesión, Jaejoong tenía que estar bromeando ¿cierto? Changmin se le acaba de declarar; y este decía aquello. Suspiro con pesadez y prefirió ignorar aquello – ¿y ahora? ¿Qué harás? – pregunto con curiosidad, y miedo a la vez, refiriéndose a Changmin. ¿Le corresponderá?, se preguntaba mientras veía como su amigo se levantaba y después le tendía la mano para ayudarle a levantarse.

Jaejoong estiro con pereza su cuerpo, mientras contemplaba el atardecer, era hermoso, ahora más que nunca sabía, o creía saber, que era lo que tenía que hacer. Fijo la vista en Junsu que aún permanecía expectante a su respuesta, y prosiguió a hablar:

–hare lo que creo es correcto– se acomodó algo el cabello –Y tú, has lo que dicte tu corazón; por ejemplo: habla con Changmin. Tu eres quien lo puede hacer entrar en razón– Jaejoong poso su mirada seria en su amigo, no hablaba a la ligera, sabía que aquello era cierto. Quizá sea momento de que me aparte y los deje arreglar sus problemas, pensó.

Tras algunos minutos de incomodo silencio, ambos decidieron regresar a casa. No tardaron ni 5 minutos en llegar a la residencia; Junsu caminaba casi como un robot, le aterraba lo que pudiese pasar una vez estando dentro ¿Qué les diría Changmin? Y lo más importante ¿Qué tenía que decirle Jaejoong a Changmin? Su mente estaba por colapsar. Ambos se miraron antes de entrar al lugar, no pronunciaron palabra, mas sin embargo se animaron mutuamente con la mirada. Al poco de unos segundos una de las jóvenes de servicio les abordo; ofreciéndoles alguna bebida y dándoles aviso de  que la cena pronto estaría puesta en la mesa. Ninguno tenía hambre.

–Disculpe, ¿de casualidad ya regresado nuestro amigo? – pregunto Junsu.

–-Si, el joven ha subido a su habitación. ¿Quiere que valla a llamarle? –ofreció la joven.

–No– intervino Jaejoong. –no hace falta. Gracias– dicho aquello tomo un poco de oxígeno y comenzó a subir por las escaleras. –Yo iré a hablar con el– le dijo a Junsu que permanecía estático, confundido.

– ¿todo estará bien? ¿Y si el intenta…

–No, nada de eso. Todo estará bien– Jaejoong trato de calmar a su amigo. Esta vez estaba seguro Changmin no intentaría propasarse con él, aun confiaba en su amigo. Él no lo hará, confió en él, se repitió una y otra vez mientras subía con calma cada escalón.

Un millón de escalones parecía que había entre la parte alta y Jaejoong, cada escalón que subía parecía dar como resultado 2 o quizá más escalones, suspiro largo y tendido y se golpeó con suavidad el rostro. Caminar al paso de  una tortuga no funcionara, Jaejoong, se dijo mentalmente mientras comenzaba a caminar lo más rápido que sus pies le permitiesen. No más de 1 un minuto paso para encontrarse, con él puso a tope, frente a la habitación de Changmin. Vamos, se animó e hizo lo que creía necesario. Hablar con su amigo.

 

—Changmin—llamo con la voz más suave que pudo, intentando sonar calmado—Changmin, por favor abre— por un momento se asustó pensando que quizá aquello lo había dicho en casi un grito, sin embargo, se dio cuenta de que su voz sonaba tan bajo como un susurro.

—Vete— Sentenció por fin, con voz rasposa Changmin—no quiero hablar con nadie—

Jaejoong sintió como inmediatamente un nudo se formaba en su garganta, le dolía la situación en que se encontraban, dios, aquello le dolía tanto. Pero ahora no se echaría atrás. No, tenía que hablar con su amigo, tenía que arreglar las cosa, o mínimo tratar de arreglarlas y después… haría quizá la más grande locura de su corta vida. —O abres o voy a tumbar la puerta. Abre Changmin—amanezco totalmente decido a proseguir si era necesario.

Mantuvo sus ojos expectantes en la puerta… los segundos sin respuesta, se comenzaban a trasformar casi en minutos. Si su amigo no quería ceder, el derribaría la puerta. Tomo una gran cantidad de oxígeno y retrocedió algunos centímetros hacia atrás, ya con palpable miedo marcado en su rostro se abalanzo a la puerta. Sin embargo, antes de llegar hasta la puerta esta se abrió de golpe. Joder, se maldijo antes de aterrizar sobre su amigo, quien solo atino a abrir los ojos más de lo posible.

— ¿Qué te pasa? —pregunto Changmin con casi horror mientras se levantaba del suelo, aun con Jaejoong encima.

 

Ante aquello Jaejoong sintió que su rostro ardía, por fin en todo lo que iba de su vida se había decidido a actuar de forma un poco madura… y aquello terminaba así. Tenía que ser una broma —Lo siento, de verdad, lo siento. Yo solo quería que me abrieras la puerta y… caí— Susurro Jaejoong con evidente vergüenza.

Tras aquello Changmin no pudo evitar cambiar su rígido rostro por uno más amable, casi parecía divertido con la escena. —Lo siento— Susurro en voz baja.

— ¿Eh? — el rostro de Jaejoong se arrugo sin comprender a que se refería su amigo.

Changmin tomo oxigeno casi con urgencia, como si aquello no lo hubiese hecho en minutos, se claro la garganta y comenzó a hablar: — Lo siento, realmente lo siento, Jae— Se colocó la mano en la frente como si algo le doliera y continúo— No sé por qué he hecho algo como lo que hice. Pero, yo de verdad, Jae, lo siento— Su mirada se nublo, las lágrimas parecían exigir salir a la luz.

—Eres un idiota, uno muy grande— Dijo serio Jaejoong, sin embargo, de inmediato suavizo su rostro y se acercó a su amigo— pero eres mi amigo. Y nada de lo que hagas hará que te odie. Bueno, quizá el hecho de que estés barriendo el suelo con las emociones de Junsu haga que cambie de opinión— de nuevo su rostro se endureció y miro por fin a Changmin a los ojos — ¿Qué ha hecho el? — y aquello casi lo pregunto con lágrimas.

Nuevamente Changmin se odio más de lo que creyó se pudiese, actuar como un idiota con Jaejoong, su amigo, le hería y hacía sentir la peor persona del mundo… Pero herir a Junsu… lo que aquello le causaba ni siquiera lo podía describir e incluso dudaba que aun existieran las palabras para describir lo que sentía cada que una palabra hiriente salía de su boca directo a Junsu.

—Lo siento, Jae. Yo…

Jaejoong frunció el ceño e interrumpió a su amigo alzando una mano pidiendo parara de hablar—No es conmigo con quien te tienes que disculpar ¿sabes?, yo creo entender el porqué de tu actitud conmigo casi enfermiza— susurro lo último mientras fijaba su vista en algún punto lejos de Changmin —pero, estoy seguro que el pobre Junsu ni idea tiene de porque tu mala actitud con él, a decir verdad ni yo. ¿Qué hay de malo con Junsu? — pregunto Jaejoong con evidente curiosidad en su rostro. El realmente se esforzaba por comprender cada uno de los hechos que habían estado ocurriendo en los últimos días, pero era casi imposible decir que comprendía siquiera un poquito.

—No lo sé, Jae— Admitió Changmin mientras se deslizaba por la pared tras él hasta llegar al duro piso —No lo sé. Simplemente no sé porque he estado actuando como mierda con ustedes. Ni siquiera estoy seguro de que realmente este enamorado de ti— confeso con dolor en sus llorosos ojos, y sin previo aviso  comenzó a golpear su cabeza una y otra vez contra la pared, cada golpe era más fuerte que el anterior.

 

 

El final se acerca... ¿que pasará?