No todos los errores son malos, ¿o si? (cap.15: final)


Incluso si quisiese huir, desaparecer o simplemente olvidarte, no podría porque tu ya estas tatuado en mi alma.

 

***

Jaejoong observo, aun incrédulo, al hombre que su hermana ahora  tomaba por el brazo, era Yunho. Su mente no le estaba jugando ninguna ilusión, a tan solo medio metro de él estaba la persona por la que había regresado a Seúl. Su corazón al igual que todo en él se había roto en millones de fragmentos. No quería ni podía asimilar lo que sus oscuros ojos veían. Quiso huir del lugar, implorando con todo su ser pasar desapercibido para Soo, quien parecía perdida en Yunho; bajo la mirada hasta el piso, no podía seguir viendo más aquella escena, giro automáticamente su cuerpo, dispuesto a huir lo más pronto posible del lugar, no deseaba que Yunho y Soo lo vieran derrumbarse. Y mucho menos deseaba seguir viendo a la persona que amaba ser sujetada por su hermana. Sin embargo, tal y como le venía pasando desde hacía ya un tiempo, la suerte no estaba de su lado. La suave voz de Soo le llamo, haciéndole saber que la tortura recién comenzaba. ¿Por qué, Yunho? ¿Por qué Soo? Se preguntó con dolor. Hizo caso omiso a su parte racional que rogaba subir a su habitación y liberar las lágrimas contenidas, se giró por completo, dándole la cara a Soo y a Yunho, tratando de contener las lágrimas, tratando de ocultar su dolor con una forzada sonrisa.