El novio perdido (cap.8)

Autora: Kammi YunJ.

Título: “El novio perdido”

Cap. 8

***

20 minutos habían pasado exactamente después de que Changmin se marchase a trabajar, Yunho se sintió peor que un idiota al ver su reloj. Ahora se encontraba a solas con Jaejoong, ¿Qué podía hacer? No tenía ni la más mínima idea de cómo iniciar una conversación. Sin ninguna idea en mente, Yunho decidió tomar asiento en el pequeño sillón que estaba justo a su lado, a su costado había una vieja revista, misma que no tardo en empezar a ojear con poco interes.


 Jaejoong se encargaba de los platos, y aquello le daría algo tiempo para ingeniar algún tema de conversación, después de todo, estarían las próximas 8 horas a solas. Ante aquel breve recordatorio, suspiro, resignado, alejo tan rápido como pudo la vieja revista, por alguna razón, se convenció así mismo de que ver a su huésped era una opción más agradable. ¿Por qué tenía que ser tan… enigmático? Yunho podía asegurar que jamás  alguien así se había cruzado en su camino. Él era especial. Sin embargo, no tardo en preguntarse si el Jaejoong que ahora limpiaba la pequeña cocina era el Verdadero Jaejoong, es decir, el chico había perdido la memoria.

Quizá aquel chico era el resultado de una perdida de memoria eminente. Entonces, Yunho no pudo evitar llenarse la cabeza de preguntas, todas acerca de Jaejoong, ¿Quién era? ¿De dónde venía? Y ¿Qué hacía antes de perder la memoria? Quería saberlo, pero, cierto sentimiento de miedo se alojó en su pecho, tenía claro que una vez Jaejoong recuperase la memoria, este no sería el encantador Jaejoong, ese que le sonreía de forma tímida. Aquello le entristeció de alguna manera. El Jaejoong de ahora le agradaba realmente. No quería verlo desaparecer. Quizá era egoísta el pensamiento, pero muy en el fondo deseaba que Jaejoong no recuperara la memoria.

¿Por qué?

—Yunho—

Los pensamientos de Yunho fueron totalmente esparcidos al escuchar la suave voz de su huésped.

—¿Si? —

Yunho mantuvo la vista fija sobre este, realmente le parecía un acto curioso el que Jaejoong se sonrojara últimamente cada que le dirigía la palabra.

—Yo me preguntaba si hoy…—

 Jaejoong palmeo un par de veces sus desgatados jeans azules, parecía un tanto cohibido. Yunho estaba seguro que si Jaejoong no fuese más bajo que su amigo, luciría muy bien con los jeans que anteriormente habían sido de Changmin, aún se preguntaba como era que había preferido usar vieja ropa de Changmin en vez de comprar nueva. Aquello le acababa de dar una muy buena idea.

—Jaejoong—

—Si—

— ¿Qué te parece si vamos por ahí? Quizá, podríamos visitar alguna buena tienda para que compres algo de ropa, un poco más adecuada para ti— Jaejoong no parecía emocionado con la propuesta, — Ya sabes, quizá pronto encuentres a tu familia y no creo que estén muy alegres de verte con ropa vieja—

—A mí me gusta esta. Después de todo, me la ha dado Changmin y aun que los jeans me quedan algo largos, me siento cómodo con ellos—

Si, correcto, mala idea. Yunho pudo ver en los ojos de Jaejoong como este parecía un tanto ofendido, quizá creía que había insinuado que no lucia bien, al contrario, Jaejoong lucia perfecto. Casi podía apostar que el chico se vería bien cualquier cosa, después de todo era hermoso…o algo así.

—Aunque…, quizá no sea tan mala idea. Changmin parece pasar algo de frio con  su vieja chaqueta marrón—

A Yunho le fue imposible no arrugar el ceño ante la pequeña sonrisa que se formó en el rostro de Jaejoong. No entendía porque Changmin parecía tan importante para su huésped. Realmente parecía que le agradaba. Quizá demasiado.

—¿Te agrada demasiado, eh?— Yunho no pudo evitar soltar aquello con cierto deje de molestia. Quizá Jaejoong lo había notado, porque este no dudo en bajar la mirada.

—El me agrada mucho. Yo… tú también me agradas mucho. Yo agradezco lo que tú has hecho por mí. Ustedes han sido muy buenos conmigo…

—Sí, bueno. Entonces me iré a tomar una ducha y nos vamos, ¿vale? —

Jaejoong solo asintió un par de veces y regreso a limpiar una vieja mesita de cristal, Yunho podía asegurar que eso ya lo había hecho, por lo menos, unas 10 veces.

~~~

— ¿crees que esta le guste? —

Yunho observo la prenda, podía apostar que ni trabajando por tres meses, las 24 horas del día, podría comprar una chaqueta como la que sostenía ahora Jaejoong: era color vino, y con un forro de lana interior, no sabía si era de auténtica piel, pero la prenda lucia jodidamente lujosa. A Changmin le encantaría. A comparación de la primera prenda, Jaejoong prefirió comprar para si una color negra, esta lucía un tanto femenina, aunque de muy buen gusto, claro, eso creía Yunho, había visto algunas como esas en alguna revista mientras se detenía a ojear algún diario matutino en el supermercado que había cerca de su departamento.

—Si, Jaejoong, puedo apostar a que le encantara—

La sonrisa que recibió Yunho de parte Jaejoong, causo que algo en su interior se alterara. No quería sentir aquello.

—Me alegra mucho. Ahora, cierra los ojos, Yunho—

—Vale— Le abría gustado negarse, sin embargo, la sonrisa casi anhelante de Jaejoong pudo más que su mal genio.

2 minutos después, Yunho no pudo evitar sentir como ahora todo dentro de él se alteraba.

—No sabía cuál de las chaquetas te podría gustar, así que… ¿Cuál prefieres? —

Las ansias de ir junto a Jaejoong y abrazarlo, quemaban en el pecho de Yunho. Hacia tanto que nadie le regalaba algo, y comprendía aquello. Pero, el que el chico parado frente a él le diera algo, le conmovía. Sabía que era un obsequio bien intencionado, aun así, no sabía si debía aceptarlo.

—Jaejoong, no debiste molestarte—

—No lo hago…

Jaejoong bajo la cabeza, parecía que ya se había esperado aquello, aunque parecía que ni la negativa de Yunho le haría dejar de insistir.

— ¿podrías aceptar que yo te regale alguna de estas? — Jaejoong alzo ambas chaquetas, una marrón y una azul oscuro, — En comparación a lo que tú has hecho por  mi…

—Realmente no fue gran cosa— dijo Yunho

—Si lo fue, Yunho. Tú me salvaste la vida. Changmin me conto como tu arriesgaste la vida al evitar que fuese arrollado. Yo te estoy muy agradecido. Aunque… yo quiero obsequiarte alguna de estas chaquetas no exactamente por  lo que hiciste por mí, sino porque es algo que me nació hacer. Por favor—

Vale, Yunho no sabía cómo interpretar aquello, ni siquiera había escuchado bien lo que Jaejoong acababa de decir, la mayor de su atención se la habían llevado sus ojos casi suplicantes. Jaejoong le podría pedir en ese momento que saltase de algún puente y lo haría.

¿Qué clase de poder tiene sobre mí?

—Yo… oh, vale. La que tú escojas estará bien—

Incluso su voz sonaba como si sufriera de un resfriado.

— ¿la azul? A mí me gusta…

—sí, esa está bien. Es realmente… ¿bonita? —

Yunho sonrió ante su propio comentario, de verdad que Jaejoong hacia qué un lado, que jamás había conocido, saliese a flote.

—Iré a pagar— se apresuró a decir Jaejoong.

La sonrisa que ahora brillaba en el rostro de Jaejoong, contagio a Yunho enseguida. La necesidad de hacer que más sonrisas como esas adornaran el rostro de su huésped, se había fijado como una meta para Yunho.

Para el  momento en que Jaejoong regresaba con tres vistosas bolsas con el logo de la tienda, Yunho se había arrepentido unas mil veces de haber aceptado tal presente. No tengo empleo, debo meses de alquiler e incluso solo he comido gracias a Jaejoong. Yunho repaso mentalmente aquello, lo que costaba la chaqueta, le habría ayudado a cubrir lo anterior, ¡joder!

— ¿crees que sería buena idea ir a visitar a Changmin a su trabajo? —

Yunho observo directamente a los ojos a Jaejoong, incluso si aquello parecía intimidar al más bajo, no alejo la mirada.

— ¿Ya te aburriste? — Pregunto directamente, ganándose una avergonzada mirada por parte de Jaejoong. Quizá el tono que acaba de usar no era el más tranquilo, sin embargo, comenzaba a molestarle…. ¿Qué Jaejoong solo hablara de Changmin? Sí, eso ya lo había hartado. Casi sentía celos de las mil veces que Jaejoong pronunciaba “Changmin”

Me desconcierta…

—No, por supuesto que no— se apresuró a decir Jaejoong, e incluso rompió la distancia que había entre ellos.

—Jae…

Yunho se quedó sin aliento en sus pulmones, sentía como si lo hubiesen exprimido. Jaejoong estaba tan cerca de él, que solo bastaría inclinar un poco el rostro para besarlo. Ni siquiera tenía mente para cuestionar aquella situación.

—Es solo que no sé de qué podría hablar contigo. Yo creí que yo ya te había aburrido…

Jaejoong se alejó rápidamente de Yunho. Ahora la distancia entre ellos era bastante considerable. Aquello, de alguna manera, no le agrado a Yunho.

—… Es que parece que mi compañía no es la mejor cuando se trata de ti— Jaejoong mordió su labio, incluso sin saberlo, tentó a Yunho dicha accion.

— ¿hablas enserio? — Yunho no podía imaginar que alguien no gustase de la compañía del hermoso chico frente a él, no solo era hermoso, tenía un encanto al hablar y expresarse que era imposible resistirse.

—Si—

—Oh, rayos, Jaejoong— de inmediato llevo ambas manos a su rostro, vale, no esperaba algo  como lo que ahora enfrentaba. No sabía que podría decir sin resultar como un tonto —Todo lo contrario, Jaejoong. Mira, no soy el mejor cuando de relacionarse se trata y tú no me la pones fácil— lo último lo tuvo que susurrar más para sí que para el más bajo, no creía que fuese del todo bueno decirle a su huésped que cada que deseaba hablar con él la voz se le quebraba o las piernas le temblaban cal colegiada. ¡Por dios! Aquello era demasiado vergonzoso de admitir, incluso para sí mismo. Ni siquiera BoA le había causado tantas emociones el día que se habían conocido, y menos con el paso del tiempo. Quizá estaba dándole demasiada importancia a sus emociones.

—Entonces, ¿no te desagrado? —

La forma en que Jaejoong había preguntado aquello, casi se oía como si tuviese miedo a la respuesta.

—Me agradas, Jaejoong. Quizá demasiado— nuevamente se ahorró el último comentario para sus oídos.

—Yunho, creo… creo que tú me gus…

Yunho arqueo ambas cejas al ver como el mas bajo se movía de un lado a otro, Jaejoong parecía demasiado inquieto.

—Me agradas mucho. Aunque no de la misma forma que Changmin—

Cuando Jaejoong comenzó a caminar casi como si mil perros con rabia lo persiguieran, Yunho no supo que hacer. ¿Había escuchado bien? Algo en su interior quería interpretar aquella declaración como algo bueno.

—Jaejoong, detente…

Como si aquello fuese una orden, Jaejoong se detuvo enseguida. Aunque sin regresar el rostro hacia Yunho.

¡Rayos! Solo a mí me podría pasar esto….

—Hay un lugar por el cual me gustaría pasar antes—

~~~

— ¿tu lugar favorito? — Jaejoong de inmediato se apresuró a echar un ojo al lugar en que ahora estaban. Se había esperado cualquier cosa menos esta. Si bien sabía que estaba yendo demasiado lejos al casi confesarle a Yunho que le gustaba y no de forma amistosa exactamente. No le había costado mucho llegar a la conclusión de que se estaba enamorando del moreno que ahora le sonreía de forma curiosa. ¡Dios! No podía evitarlo, incluso si estaba jugando un juego demasiado peligroso. Ni siquiera sabía si días, o meses atrás había habido alguien en su vida. No deseaba arrastrar a Yunho en nada que los pudiese herir a ambos. Quizá se estaba llevando asimismo a conclusiones erróneas, aun así sentía que Yunho podría corresponderle. Yunho no parecía tan ajeno a él. Debía averiguarlo.

— ¿Te gusta? —

—Sí, es muy bonito. E incluso es casi mágico ver luciérnagas ahora—

Yunho lo había llevado a lo que parecía ser un parque, aunque aquel lugar parecía ser más que eso. El pequeño lago que había en el lugar lo hacía especial al igual que los muchos árboles que cubrían el cielo. El que ya comenzara a oscurecer ayudaba a darle un toque casi encantador.

— ¿sabes? Hace años que no venía por acá. No creí que seguiría igual de agradable. Solía venir con mi omma…

El que Yunho guardase de forma inmediata silencio, inquieto a Jaejoong.

—Ammm… Yunho, ¿puedo preguntar el porqué de repente pareces triste? Yo… si no quieres responder está bien…

—Mi madre y yo...Nos distanciamos por cosas. Ella quería que yo tuviese algún elegante título en medicina o lo que fuese. Yo no estaba interesado en ello—

Jaejoong casi podía adornar su rostro con una enorme sonrisa si no supiese que el tema era serio. Aun así, agradecía aquel gesto de confianza por parte de Yunho.

—Aun eres muy joven, podrías estudiar si quisieras— quizá había hablado demasiado, porque la mirada que recibió de Yunho no le gusto.

—Creo que no estoy para ese tipo de “lujos” — Yunho sonrió casi triste, llevando su atención nuevamente a un montón de hojas sobre el pasto.

Jaejoong quiso decirle que él podría ayudarlo, sin embargo, no quería incomodar a Yunho. Quizá si le daba oportunidad, más tarde le podría ofrecer su ayuda.

Haría hasta lo imposible por hacer feliz a Yunho…

—Yunho, ¿Qué te parece si recorremos más del lugar? —

— ¿si? —

Jaejoong asintió un par de veces. El rostro de Yunho ya lucia más tranquilo, agradecía aquello.

—Aquí siempre ha sido mi sitio favorito— Jaejoong observó el lugar que Yunho señaló, una larga barra de roca, casi podía asegurar servía como asiento.

—Ven, vamos. Ahora mismo descubrirás porque es mi lugar favorito— Yunho casi le acaba de sonreír como un niño feliz que recibiría muchos juguetes. Si en algún determinado momento tenía que volver a casa, Jaejoong se aferraría a esa sonrisa en sus recuerdos. Solo no deseaba ese momento llegase, no ahora, ni nunca.

Cuando se sentó junto a Yunho y fijo su vista al mismo lugar que el moreno, Jaejoong quedó maravillado. El reflejo de las luciérnagas en el pequeño lago era hermoso. Si no hubiera aún algo de luz natural del día, aquello sería más que hermoso, ¿sería posible aguardar hasta que la noche cubriese por completo el lugar?

Solo él y yo…

—. Es hermoso, realmente lo es— Jaejoong no sabía que le emocionaba más, si el estar con Yunho compartiendo aquel momento o la hermosa vista que ahora apreciaba — Yo casi puedo jurar que nunca en mi vida he visto nada tan bello…

—No lo sabes. Quizá has visto lugares mejores….

—No— Jaejoong se apresuró a negar, había perdido la memoria y entendía el punto de Yunho. Sin embargo, algo en su interior le decía que estaba en lo correcto respecto al lugar —No sé cómo, pero estoy seguro que nada de lo que siento o incluso este lugar en sí mismo, se comparan con algo de mi vida antes de perder la memoria. Esto lo sobrepasa por mucho. Es como si nada realmente bueno hubiese en mi vida antes de ahora— Si, había dicho lo que sentía y lo que pensaba, no sabía que podría pensar ahora Yunho. El calor que sintió en su rostro, le advirtió que debía estar tan rojo como el metal que arde en el fuego. No pudo evitar cubrir de inmediato su rostro con ambas manos. No quería ver a Yunho. No después de lo que acaba de decir.

—Jaejoong….

—Está bien, no me hagas caso, yo…

¿Qué le iba a decir a Yunho?

—Yo tampoco había sentido nada de lo que hasta ahora he sentido. No sé si estoy por hablar demasiado o si lleve tus palabras a otro contexto. Pero tú me haces sentir cosas—

Jaejoong podría haber gritado, chillado o haber hecho mil cosas, aun así optó por llevar su sorprendida mirada hasta Yunho. El hermoso moreno frente a él no parecía estar bromeando. ¿Con aquello quería decir que ambos compartían los mismos sentimientos?

¿Esto es amor?...

—Yunho… me gustas— su respiración quedó contenido tras aquello, el oxígeno mismo, ahora parecía letal.

Me gustas…