Amor para dos (cap.1)

“Amor para dos”

Capítulo: 1

Nada es seguro; pues  la vida guarda sorpresas. Juegos del destino.

***

Yunho se maldijo un par de veces, ya había perdido la cuenta de cuantas veces había hecho aquello. Jamás había estado tan nervioso como lo estaba ahora. Su nerviosismo mezclado con una fascinante emoción, hacían que su vientre se oprimiera. Estaba a punto de dar un paso demasiado importante en su vida personal, quizá el más importante. Después de casi un año, había llegado a solida e inquebrantable conclusión de que tenía que escalar un nuevo nivel en su relación con Karam, su novio; la persona que más amaba. Era hora de que este supiese cuán importante y seria era la relación. El pedirle matrimonio a Karam, significaba, al menos para Yunho, quitarle un peso de encima a su novio, quería que este se deshiciera de cualquier miedo o duda que pudiese tener. Aun recordaba con claridad las cientos de veces que su hermoso novio le había hablado de sus inseguridades, así como de su enorme miedo por no ser lo suficiente bueno para él, ¿Cómo podía Karam pensar eso? Karam era suficiente y más para él. Con absoluta certeza, Yunho aseguraba que nada malo podría encontrar en su novio; él era simplemente perfecto. Otra cosa que tenía clara era que su novio tenía un pasado difícil y cuan incomodo  era hablar de ello, eso no era problema, Yunho no se preocupaba por el pasado, si no por el ahora, ya si en algún  momento su pareja decidía abrirse y hablar de su pasado, ahí estaría para escucharlo –sin prejuicios o señalamientos-

— ¿Le puedo traer algo más? —

La suave y tímida voz de la mesera, hicieron que Yunho recordase que se encontraba en “BOO´S COFFE” la cafetería que tanto adoraba su Karam.

—Por el momento no. Mi novio llegara en un momento. Sulli ya sabe que hacer— La mesera asintió y se retiró. Sulli le ayudaría con esto de pedir matrimonio, no tenía muchas ideas, ciertamente. Por lo que le había pedido a Sulli, quien era buena amiga de Karam, que le ayudase con aquello. Hubiese podido escoger un mejor lugar, sin embargo, consideraba la cafetería como el lugar indicado. Después de todo, ahí se habían conocido él y Karam. Sulli prepararía la tarta favorita de Karam. El plan perfecto. Yunho mordió su labio, no podía esperar para ver el hermoso rostro de su novio. ¡Diablos! Necesitaba verlo ahora. Miro con curiosidad su reloj, nada grata fuever la hora, Karam lleva poco más de una hora de retraso. Quizá el estar tan nervioso había hecho que perdiese la noción del tiempo.

—Yunho—

—No debe de tardar— Yunho observo como Sulli, al igual que él, parecía ansiosa. —Mantén el café favorito de Karam frio, no tarda— con una forzada sonrisa regreso su atención a la entrada del lugar, ¿Dónde estaba su novio? No es que fuese la persona más puntual, Karam era un impuntual nato, siempre llegando tarde. Pero jamás había tenido un retraso de más de una hora. Aquello lo tendría que pagar con una larga sesión de besos.

— ¡Rayos! — Gruño, casi en voz alta. Había aceptado que Karam aún no llegase, pero, ya era demasiado que no contestase al teléfono. Aquello no le estaba gustando. Algo andaba mal.

—Sulli…

—Hey, Yunho. Está bien. La tarta y el café pueden esperar—

—Sí, bueno— con un leve movimiento de cabeza abandono la cafetería, algo andaba mal. Tenía que ver a Karam y saber que estaba bien. Sus planes tenían que esperar para otro día.

Tengo miedo… Algo pasa.

***

— ¿Qué es exactamente lo que ha sucedido? —

Yunho observo a su alrededor, ahí estaba su amigo, Heechul. Luciendo con rostro, evidentemente, alarmado.

—Yunho, ya le pedí a BoA que hable con todos sus conocidos— Dijo Heechul.

¿Qué diferencia podría hacer aquello? Yunho ya había hecho aquello, su única esperanza era que Karam entrara por la puerta y se acomodase en sus brazos. El departamento parecía incluso triste.

—No creo que sirva de mucho— Yunho suspiro, su garganta se había convertido por alguna razón en un hueco rasposo. Ya habían pasado más de 5 horas desde que Karam había desaparecido. Parecía que la tierra se lo había tragado. Su pequeño novio ni siquiera había ido al trabajo ¡Diablos! Ni siquiera sabía exactamente cuánto llevaba desaparecido.

—Hey, Yunho. Karam te necesita lucido. Deja de beber—

Heechul se acercó y alejo la botella de vodka que se había estado bebiendo. No renegó, sabía que Heechul tenía razón.

—Heechul, yo…

—Todo está bien, Yunho. Yoochun y BoA ahora mismo lo están buscando. No tienes por qué preocuparte, ¿vale? — Heechul le dio suaves palmaditas en el hombro.

Yunho asintió. Cuanto agradecía tener a Heechul ahí. Heechul, a pesar de ser un dolor de cabeza absoluto, sabia ser un excelente amigo cuando se le necesitaba, no en vano era su mejor amigo. También daba gracias a BoA y a Yoochun, otros de sus mejores amigos, sin duda, tener a aquellos tres ahora apoyándolo era como el oxígeno para sus pulmones, vital.

Mientras observaba el reloj, Yunho recordaba cada momento vivido con Karam. Aun le causaba gracia el recordar el primer día que se había conocido; Karam no había dejado de observarlo por horas, e incluso tres días seguidos le había estado siguiendo, hasta que el cuarto día se había atrevido a dirigirle la palabra; simplemente encantador, no paso mucho para que Yunho diese el primer paso e invitara a Karam a salir. La conexión entre ellos había sido inmediata, e incluso el que Karam fuese menor por 5 años no parecía afectar la perfecta comunicación entre ambos… Yunho no tardó en darse cuenta que ese chico era lo que estaba buscando, y cuando el más joven le había pedido ser su novio, no pudo negarse. Todo en su relación había ido bien, incluso si su familia no aceptara aun sus preferencias, ellos habían lidiado con ello. Pero, ¿acaso había pasado algo por alto? Karam no tenía a nadie, salvo a Yunho. ¿Le había mentido? No, no era momento para dudar, algo pasaba, algo nada bueno. No es momento para pensamientos negativos, se dijo así mismo.

—Yunho—Llamo Heechul — Yoochun y BoA ya están aquí—

Un dolor agudo golpeo el pecho su pecho.

La cara de sus amigos era tan predecible. Yoochun susurro algo a Heechul, y al ver la reacción de este, Yunho supo que se tenía que preparar mentalmente para lo que venía.

Yunho trago el enorme dudo que se formó en su garganta y camino hasta donde sus amigos estaban, por la forma en que los tres le miraron, dedujo que su cara era todo el reflejo de lo que sentía.

—Yunho…

—No, BoA. Dime que es lo que saben—

Yunho unió sus manos entre si y dio un fuerte apretón.

—Desapareció, Yunho— Dijo BoA, su voz casi sonaba seca.

—Yunho, alguien ha venido por el—

Heechul corrió a lado de Yunho y lo sostuvo. No supo en que momento sus piernas había comenzado a fallarle.

— ¿Cómo que alguien ha venido por él? Con un jodido, Yoochun. ¿Qué quieres decir con eso? —

Los ojos de BoA y Yoochun se encontraron, parecía que ninguno de los dos quería hablar; aquello solo hizo que Yunho se enardeciera, ¿Qué estaba pasando? ¿Acaso Karam le había ocultado algo? ¿Qué?

Yunho alejo con un brusco movimiento a Heechul, que lo sostenía y, fue donde Yoochun.

—Mierda, Yoochun. Dime que más sabes— exigió, rodeando con ambas manos el cuello de su amigo. Ni siquiera los gritos de Heechul o BoA iban a hacer que cediera. Un fuerte puñetazo en la mandíbula sí.

—Imbécil, no era necesario— Heechul sostuvo con un fuerte agarre a Yunho, evitando que callera.

—Lo siento, Yunho— se disculpó Yoochun, llevando amabas manos a su propio cuello. Yunho estaba seguro que se había pasado.

—Yunho, hablamos con YoonA, la chica con la cual compartía habitación Karam—

— ¿compartía? — Yunho no logro procesar aquello, ¿a qué se refería BoA?  Tan solo la noche anterior había llevado a Karam al mismo edificio de siempre, no le había informado en ningún momento que ya no compartiese habitación con YoonA.

¡¿Qué está pasando?!

—Sí, Yunho. Al parecer desde hace dos días Karam  le informo a YoonA que dejaría el edificio. Ayer en la tarde él recogió algunas de sus pertenecías y se marchó. No sé qué pensar de esto—

—Pero aun ayer en la noche yo lo lleve al mismo edificio. Además…ella no me dijo nada hoy cuando fui a buscarlo—

—Bueno, Yunho, te vio tan agitado que supongo olvido decirte eso—

La mente de Yunho se puso en blanco. Cientos de preguntas daban vuelta sobre él. ¿Por qué Karam había dejado el departamento? ¿Por qué no le había dicho? Aun recordaba las cientos de  veces que le había pedido que se mudase con él, Karam siempre se había negado. ¡Mierda! Nada tenía sentido. Los sentimientos de rabia y desesperación, solo lo llevarían al límite. Ya nada en su jodida vida tenía sentido. No sin Karam.

***

El tiempo no cura las heridas, solo disminuye el dolor….

—Yunho, ¿Qué tanto piensas? —

—En que Karam tiene 5 meses desaparecido—

—Oh, Yunho. Deja de lastimarte así—

Yunho ignoro aquello, su mirada aún seguía fija en el pequeño aro de oro que pretendía entregarle a Karam. No podía aun olvidar aquel día, el día que Karam desapareció para no volver.

— ¿Sabes, Heechul? Estoy seguro que ahora Karam y yo seriamos un buen matrimonio, quizá el más feliz— Yunho alejo su vista del anillo, por un momento se sintió aún más vacío, si es que aquello podía ser posible. Heechul le veía fijamente, sus ojos llorosos le hacían saber a Yunho que no solo el sufría.

—Oh, Yunho. No te hagas esto—

Yunho asintió. Ya no quería ir contagiando a sus amigos con su miserable dolor.

Si tan solo pudiese arrancar este dolor de mí ser.

—Tienes razón, Heechul. Quizá lo mejor que puedo hacer es morirme—

Heechul abrió como enormes platos sus oscuros ojos. Toda la oficina retumbo cuando la palma de este se estrelló contra la mejilla de Yunho.

—Idiota, imbécil… ¡Dios! ¿Te das cuenta de toda la mierda que dices? ¿Dime, a Karam le hubiese gustado verte como estas ahora? —

Heechul negó un par de veces con la cabeza.

—Estoy seguro que si Karam te viese o escuchase, seguramente volvería a desaparecer— Heechul se levantó de la silla en la que estaba.

—Heechul…

—No, Yunho. Piensa en ti, en tu vida. Y ni pienses que otra vez me vas a decir la mierda de “yo no tengo vida sin Karam” Todos queríamos mucho a Karam, sin embargo, ese chico tenía un par de cosas que debió mencionar. No lo juzgo, pero debió de confiar en ti. Su falta de confianza en ti, realmente pone en juicio el supuesto amor que te tenía. No puedes echar tu vida a la mierda. No. Tienes 25 años y una jodida vida que vivir. No te pido que odies u olvides a Karam, pero sí que cierres ese capítulo de tu vida. Sera difícil, lo sé. Pero Yoochun, BoA, yo y la gente que te queremos te vamos a ayudar con eso—

—Eso es tan fácil de decir— Yunho recostó la cabeza contra un puñado de papeles. ¿Por qué había venido a trabajar? Que mala idea había sido.

—Claro que no, Yunho. No es fácil pero tampoco imposible. El único obstáculo aquí eres tú mismo—

Con un fuerte portazo, Heechul se alejó de la oficina.

— ¿Olvidar u odiar a Karam, eh? — Yunho susurro en voz baja, mientras se perdía nuevamente en el pequeño aro que aun sostenía.

Heechul quizá tenía razón. Después de todo, tenía razones de sobra para mandar todo recuerdo de Karam a la mierda. Aun recordaba con dolor las palabras del detective que había contratado. “Su novio no ha sido secuestrado. Tenemos razones de sobra para creer que fue el quien decidió marcharse” valla, así que todo el tiempo que habían pasado juntos simplemente se había ido a la mierda. Yunho se quiso negar a creer aquello, sin embargo, la carta que un mes atrás había recibido, le dejo claro que Karam había mandado a la mierda su relación. El había vuelto a su mundo, a su vida antigua; había vuelto a ser un chico de compañía, porque eso era lo que le había estando ocultando a Yunho; ese era el pasado por el cual se sentía tan inseguro, ciertamente a Yunho no le importaba aquel pasado, por muy oscuro que fuese. Sin embargo, saber que Karma prefirió aquella vida en vez  de a él, le dolía; le dolía y  hería más que cualquier cosa. No podía creer que su amor hubiese sido tan poca cosa. El seguía amando a Karam y, pese a las palabras de aquella carta, donde él  le aseguraba ya no lo amaba, Yunho lo buscaría y, le obligaría decirle la verdad, porque estaba seguro que su pequeño mentía. Algo lo había orillado a huir sin dejar rastro.

No importaba cuanto pasara, Yunho encontraría a Karam. Aun había un anillo esperando por él.