What Should I do? (cap.5)

Capitulo- 5

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***

La sensación de que he hecho algo malo, me abraza con entusiasmo estos últimos días, ¿Qué pasa conmigo? Solo sé que de la noche a la mañana mi vida se ha llenado de más mierda, quizá simplemente debí sucumbir al impulso de aislarme e ir a buscar algo nuevo en mi vida, en Daejeon mi vida era poco más cercana a una mierda, pero, ahora que he regresado a Seúl, simplemente me encuentro sin una palabra correcta para describir estos sentimientos abrumadores y casi asfixiantes de que me abrazan.  ¿Qué clase de persona se enamora del prometido de su casi-hermano? ¿Eh? Una vocecilla interna me dice que quizá no sea el primero, pero ¡diablos! Me siento peor que basura, siento que merezco lo peor. Ahora, no me es posible suprimir un suspiro cada que escucho el nombre de “Yunho” ese hombre me está volviendo loco.

O quizá solo desato la locura que permanecía dormida en mi interior.

— ¿Qué tanto piensas, Jae? —

Con mirada curiosa, Junsu me toma el rostro y después lleva dos de sus dedos a mi frente.

—No pareces enfermo— me sonríe —y bien ¿Qué te tiene tan pensativo? —

Jung Yunho

Ahogo un casi sobresalto cuando me doy cuenta que mis labios han estado apunto de pronunciar aquello; mi corazón comienza a latir de forma desenfrenada, siento que mis labios tiemblan.

—No has tenido muy buena cara estos días, Jaejoong—

Changmin me mira fijamente y después aleja la mirada, como si no fuera capaz de sostenérmela. Ya somos dos.

—Estoy perfectamente bien— llevo ambas manos a mi rostro y me doy palmaditas, deberían ser bofetadas, me susurra mi subconsciente

¿En qué momento Yunho se ha apoderado de cada uno de mis pensamientos?

— ¿seguro? —

— ¿Seguro? —

El que Changmin y Junsu me pregunten lo mismo, al mismo tiempo, me resulta tan familiar que me hace recordar cuanto extrañaba a este par. Son mis mejores amigos, casi puedo asegurar que amigos como ellos no hay, son personas que realmente quiero demasiado… aun así y a pesar de todo el cariño que hay de por medio, me atreví a fijar mi atención en la pareja de uno de ellos, de Junsu. ¿Qué clase de amigo soy? No puedo evitar querer arañarme a mí mismo ante esta situación.

Aun así, no puedo estar todo el día culpándome y recriminándome esto. Simplemente no puedo.

Hoy salimos a distraernos un poco, Junsu parece abrumado con los preparativos de la boda y Changmin parece que no pretende desaprovechar ni un segundo para estar en compañía de Junsu.

 Por otro lado, yo simplemente preferiría estar flotando en el rio Han, puede sonar exagerado, pero cada vez me parece menos posible no abrir la boca y confesarle a Junsu y Changmin que me pasa. Sin embargo, sé que no puedo decirles que o quien me tiene fuera de sí.

—Así que… ¿tú y Yunho se conocieron hace dos años en verano? —

Pregunto deliberadamente, tratando de parecer lo menos ansioso posible. Interiormente la curiosidad me araña con intensidad. ¿Cómo fue que Yunho y Junsu se conocieron?

—Fue mi hermano quien me lo ha presentado— sonríe —al parecer Yunho recién llegaba de Japón, Junho creyó que sería buena idea presentármelo. A decir verdad, yo no había logrado acercarme lo suficiente a alguien después de que ustedes se marcharon— infla sus mejillas mientras a  Changmin y a mí nos riñe con la mirada — Yunho me agrado desde un principio… y bueno, no tardó en darse la chispa—

Mentalmente ya he tachado de mi lista de personas favoritas a Junho.

—Sí, sí, que interesante historia— con un gesto casi infantil, Changmin se aferra a su malteada mientras arruga el ceño como si acabase de escuchar algún tipo de historia de mal gusto.

Internamente quisiera hacer lo mismo, pero en cambio: solo sonrió.

— Emmm… Junho hizo un buen trabajo al presentarte a Yunho, ¿eh? —

Las palabras me han dejado el peor sabor de boca que he experimentado, “buen trabajo”  si, por supuesto. Voy a enloquecer si hablamos una palabra más de Yunho.

—… ¿Por qué no vamos hoy a algún bar? — sugiero mientras espero que los chico acepten.

Quizá tomar hasta perder la conciencia es una buena y fiable opción en estos momentos.

—Lo necesito. Yo me apunto— Changmin no tarda en elevar ambos pulgares.

Junsu muerde su labio inferior y después  junta ambas manos. De repente ya no parece muy animado.

—No puedo ir. Mañana es la prueba de traje y, no quiero estar desvelado y menos con ojeras— se encoje de hombros y después me mira con esos ojos de cachorro triste.

—Está bien, pero la próxima tu invitas, ¿eh? —

Junsu sonríe mientras Changmin rueda los ojos. Ambos me parecen muy graciosos.

—De acuerdo, posiblemente mañana en la noche los invite a un bar que a mí y Yunho nos fascina—

Si, vale. El estómago se me ha encogido. De repente, la idea de ir a algún lugar que Yunho y Junsu consideren como “favorito”, me oprime el pecho.

—Sí, claro— Sin ánimo, pronuncio mientras me acomodo el raro flequillo de mi frente.

Mi cambio de look parece atraer a hombre y mujeres como la miel a las abejas. El pensamiento podría ser alentador, pero no para mí, no es Yunho una de esas abejas que van tras de mi…

—Podríamos invitar a Yoochun ¿Qué dices, Jaejoong? —

¿Invitar a Yoochun? La idea me parece fantástica; Yoochun es como una brisa frescas en verano, realmente agradable.

—Me parece muy buena idea—

Curiosamente Junsu se sonroja. ¿Qué le pasa?

—Quizá podría ir… creo que debería ir —

Tanto Changmin como yo fijamos la mirada sobre un nervioso Junsu, ¿Cómo así? ¿Tan fácil ha cambiado de parecer?

—Mmm… ¿y que te ha hecho cambiar de opinión? —

Algo sobre el modo que Changmin hace la pregunta me hace creer que se ha puesto… ¿celoso? Me resulta imposible no rodar los ojos. Creí que Changmin ya había cerrado ese capítulo. Al parecer estará sobre Junsu hasta el día que este case. Posiblemente, definitivamente, eso tendrá que aplicar para mí.

~ ~ ~ ~ ~

—Listo. Yoochun parece muy animado con la idea de ir a beber un poco—

Observo de reojo a Changmin, ha estado extraño desde que regresamos a su departamento. Sus ojos guardan curiosidad mezclada con intriga, es como si desease saber algo, algo que claramente tiene que ver conmigo.

—Me parece perfecto— De forma forzada, fijo una sonrisa en mi rostro. —Creo que mientras llega la hora de ir a beber iré a tomar una siesta— Doy una rápida y vacilante mirada a Changmin, solo para encontrarme con que este me observa de forma fija e interrogante.

—Sí, claro—

Huyo cuanto antes a la habitación que Changmin me ha dejado ocupar, de alguna manera me siento o sentía más cómodo aquí, en su departamento.

Podría ir simplemente a casa y, tomar de nueva cuenta la que anteriormente fuese mi habitación. De hecho mi omma la mantiene tal cual la deje, aun así, algo en mi interior me ha detenido de hacer aquello. Puede que sea el sentimiento de que al regresar casa declare oficialmente que fracase en mi intento por construirme mi propio camino.

Nada ha ido como deseaba.

Todo parece ir solo empeorando.

Tomo un largo suspiro antes de regresar a la cocina, para mi sorpresa, Changmin ya no está aquí. Tomo con poco animo el zumo de naranja que sobra y me giro sobre mis talones, es mejor ir a tomar una siesta.

Después de beber el zumo, dejo el envase sobre la mesita de noche que hay junto a mí. No hay mucho que hacer por ahora, quizá escuchar algo de música vendría bien.

~ ~ ~ ~

Me miro al espejo por cuarta vez, solo para comprobar que todo esté en su lugar; mi cabello está perfectamente acomodado, mi rostro luce fresco, después de todo he tomado una gratificante ducha. Por un momento me detengo a ver mi ropa, llevo unos ajustados jeans negros que marcan a la perfección mi cuerpo, una simple polera blanca en cuello “V” y por último, mis botines preferidos, creo que luzco lo suficiente bien para salir.

— ¿listo? — pregunta Changmin del otro lado de la puerta.

—Ahora voy— Le respondo. Antes de salir me detengo, creo que la noche se pondrá algo fría, me regreso a la cama y cojo una chaqueta de piel oscura, de ella cuelgan un par de cierres, me gusta bastante.

Perfecto, apago la luz y cierro la puerta de la habitación. Definitivamente voy despejarme la mente tanto como pueda. Tengo la inmensa necesidad de olvidarme por un rato de Yunho y toda la mierda que hay a mí alrededor.

—Yoochun nos espera—

Changmin me da una rápida mirada, escaneándome de cuerpo completo, después sonríe y se gira para salir del apartamento.

Eso fue raro, de alguna manera.

Yoochun nos espera ya. No puedo evitar sonreír un poco, cuando el suelta un alto silbido, es muy gracioso.

—Valla, Jaejoong, tú sí que sabes cómo lucir bien— Yoochun me sonríe ampliamente mientras me devora con la mirada.

Jodidamente extraño.

 La situación se vuelve un tanto incomoda. Creí que la época de la universidad, cuando todas y todos iban tras de mí, había acabado. Cruzo los dedos para que solo sea una malinterpretación mía.

—Gracias. Eh, tú también luces bien— Le digo mientras camino hasta estar frente al coche de color negro de Yoochun.

Mentalmente ya me estoy lamentando de que Junsu haya cancelado, de última hora, su asistencia.

—Y entonces, ¿A dónde iremos? — Pregunta Yoochun, no sin antes darme una última mirada lasciva.

Tremendamente jodido.

—Conozco un bar que les va a encantar. No tiene mucho que fue inaugurado y ya esto lleno de gente — Changmin sonríe ampliamente mientras sube al coche.

Para mi suerte, me ha tocado ir en la parte trasera de este. No me hubiese sentido cómodo con Yoochun a un lado.

Quizá estoy exagerando.

—Así que  la pareja de tortolos no vendrá— Dice Yoochun, después de conducir por un rato.

Algo en la forma que lo dijo, me ha llamado la atención, casi pareció incomodo al decir aquello.

—Si— me limito a responder con poco entusiasmo.

Hoy no he visto a Yunho, no he logrado llenar mis pulmones con su embriagante colonia. Aquello fue imposible, desde el primer día que lo conocí, me he hecho adicto a su embriagante colonia. De alguna manera, prefería que Yunho estuviese aquí, no importa que estuviese con Junsu, al menos me podría deleitar con su sonrisa, con su voz…

— ¿Jaejoong? Hey, ¿estás bien? —

Reacciono de golpe, solo para encontrarme con la mirada curiosa de Yoochun y Changmin. No tardó mucho en sentir que mis mejillas arden.

—Lo siento— me apresuro a decir, de inmediato giro mi rostro, lejos d las miradas curiosas.

—Como sea, ya llegamos— De nuevo, Changmin adopta un tono acusador en su voz.

—Bueno, pues a divertirnos— Yoochun baja de inmediato del coche, seguido de Changmin.

Una vocecilla me susurra que debería regresar al departamento y solo dormir.

Demasiado tarde, Changmin abre la puerta de mi lado y me arrastra junto con él.

—Oye, deberías de poner más atención al mundo real. Realmente pareces perdido— Me susurra mientras caminamos detrás de Yoochun.

Su voz no suena como si me estuviese riñendo o acusando, más bien ha sonado preocupado.

— ¿no es increíble? — con una amplia sonrisa, Changmin me pregunta.

¿Increíble? Por un instante, dejo que mis ojos vaguen por el asombroso lugar, no solo es increíble… es el bar más colorido que mis ojos ha apreciado.

Hay tantas luces y colores. La música suena tan alto, estoy seguro que mañana me dolerá cabeza como nunca. La gente, ¡dios! Hay tanta gente aquí, todos parecen perdidos en sus propis mundos, agitando las manos, o simplemente bailando tanto como sus pies les dejen.

—Esto es increíble— Susurro mientras caminamos entre la gente.

—Vallamos a la barra— Nos grita Changmin, poniendo amabas manos  sobre sus orejas.

Yoochun y yo asentimos, de nada servirá decir algo, en todo caso, el ruido es demasiado.

Caminamos hasta estar frente la barra, Changmin nos señala una un punto vacío y caminamos hasta estar frente a 5 banquillos altos.

De repente la música es más baja.

— ¡Rayos! No llevo ni 5 minutos aqui y ya me comienza a doler la cabeza— Se queja Yoochun, adornado sus labios con una colorida sonrisa.

—Dalo por hecho, hombre— Changmin sonríe ampliamente, acto seguido agita la mano, un chico está atendiéndonos en cuestión de segundos.

— ¿Qué les sirvo? —

— ¿Cuál es la bebida más fuerte de aquí? — Pregunto, ignorando las miradas asombradas de Yoochun y Changmin.

— El “Devil´s Spring” — Me dice el barman, su rostro luce ligeramente dudoso.

Nunca había escuchado de esta bebida, ¿será tan fuerte? Y en todo caso, ¿Qué demonios hago yo preguntando por algo tan fuerte? Claramente estoy buscando perder la conciencia.

—Es un coctel que incluye: lavanda, té de hierbas, chiles, rábanos y frutos secos— se apresura a decir el barman, muy oportuno.

—Me agradan los ingredientes, quiero uno— me paso la mano por el pelo y después la dejo caer.

El barman me ve dudoso, acto seguido asiente.

— ¿y para ustedes? —

—Solo una cerveza, por favor— Yoochun se acomoda en uno de los altos banquillos, después de pedir su cerveza.

—Yo también quiero lo que le vas a traer a mi amigo— Dice Changmin, adornando sus labios con una casi aterradora sonrisa.

—De acuerdo. En seguida traeré sus bebidas—

El barman se gira y comienza a preparar nuestras bebidas.

— ¿Sabes si quiera que tan fuerte es? — Pregunta Yoochun, mirándome fijamente, casi parece molesto.

—No. Y qué más da— Le respondo, ignorándolo. ¿Qué le pasa a Yoochun?

De repente ya no parece tan genial.

—A mí me da igual— Dice Changmin.

Yoochun toma su cerveza y comienza a beber — Como quieran, chicos— Nos dice.

Unos minutos más tarde, mi coctel esta frente a mí. Observo fijamente el cristal trasparente, el color de la bebida es casi rosa. Tomo el vaso, ahora ya no estoy tan seguro de querer probar esto, ¿Qué tan fuerte es? Tampoco es como que deseo terminar en el suelo.

— ¿miedo? —Con ambas cejas elevadas, Changmin me pregunta, sosteniendo un coctel igual al mío.

—No— me limito a responder.

— ¿Entonces? —

¡Joder!

—Esperaba a que tú lo probaras, ya sabes, para tener una idea de cuan bueno o malo es— Respondo, ignorando la mirada retadora de Changmin.

—En todo caso, a la cuenta de tres ambos lo prueban y ya— Dice Yoochun y yo concuerdo con él.

—De acuerdo—

Changmin y yo asentimos. Aun no estoy seguro de llevar el frio y rosado líquido a mi sistema.

—1, 2,3—

Doy un fuerte trago a la bebida, solo para encontrarme con que esta estupenda, un trago no es suficiente. En cuestión de segundos me tomo todo el líquido, ignorando el fuerte ardor de mi garganta, es muy bueno, mas sin embargo el sabor del alcohol es muy fuerte.

— ¡Quiero otro! — Declaro, con el vaso elevado.

—Paso. ¡Joder! Me arde la garganta— Se queja Changmin, fulminándome con la mirada.

No puedo evitar sentirme, al menos por ahora, libre y fresco, lleno de energía.

—Hombre, no queremos tener que llevar tu trasero arrastrando más tarde— Me dice Yoochun, palmeando mi hombro.

—No habrá necesidad— Le digo, rogando para mis adentros estar en lo cierto.

Este es el tercer coctel que tomo y, ya no me resulta tan genial llevar el frio líquido a mi sistema.

De repente, mis sentidos parecen apagarse. Mis manos se sienten débiles.

— ¿Y Changmin? — Le pregunto a Yoochun, tan pronto me doy cuenta que este no está  junto a nosotros.

Yoochun me observa, hay una pequeña sonrisa intentando salir de sus labios.

—Tiene un par de minutos que se fue a la pista de baile— Yoochun señala hacia un grupo de persona que bailan.

Me sorprende el ver a Changmin bailando con un delgado chico de cabello negro. No sabía que a Changmin le iban los chicos, salvo Junsu, claro que ese es otro tema.

— ¡Diablos! ¿Cómo fue que no me di cuenta? — Susurro, sorprendido de no haber notado en que momento Changmin se alejó de nosotros.

—Supongo que ahora quieres un vaso de agua o algo así— Me dice Yoochun.

Me pongo rígido, Yoochun se posa detrás de mí, sosteniendo mi cintura. ¿Qué mierda? Intento alejarme de su agarre, fallo, mi cuerpo se siente casi como una gelatina a medio estar.

— ¿Te he dicho que hoy luces tremendamente caliente? —

Vale, de repente mi cabeza manda al diablo al alcohol de mi sistema, ¿Qué le pasa a Yoochun? Ya no está pareciendo tan amena su compañía. En absoluto.

—Creo que tengo que ir al baño— Y no miento, de repente, las náuseas me invaden.

—Jaejoong…

—No tardo—

Me alejo de Yoochun, tan rápido como mi vacilante cuerpo me permite. La cabeza me da vueltas, mis ojos incluso pesan. Bien hecho, Jaejoong, me susurra mi subconsciente.

Al llegar a los baños, me encuentro con que el lugar está casi desierto, del otro lado este el cuarto de baño de damas, lleno de chicas. Típico.

Me adentro al lugar, es bastante grande, y con grandes espejos. Me detengo por un momento, me miro en uno de los espejos, abatido. Luzco fatal, mi cabello desordenado, mi rostro  rojo, mis ojos están brillosos y encogidos, y mi ropa incluso luce desalineada. ¿Qué pasa conmigo? ¿Qué estoy haciendo?

Me es imposible no mirarme y sentir pena por lo que veo. Incluso las lágrimas comienzan a quemar en mis ojos. “Yunho” ese nombre comienza a rodar sin cesar en mi cabeza. Es como si el eco de ese nombre hubiese quedado atrapado en mi cabeza.

¡No puedo más! Golpeo el cristal frente a mí, la adrenalina corre por mis venas. Aun así, me detengo, no puedo hacer alguna estupidez, me niego. Con las manos aun temblándome, abro el grifo del agua y me tiro tanta como pueda sobre el rostro.

Me doy un par de palmaditas en el rostro, cojo algunas servilletas de papel y me seco el agua.

—Vayámonos de aquí— susurro, mirándome al espejo, hablándome a mí mismo. Negándome a arruinar la poca alegría que hay en mí, vine a aquí a pasarla bien, no a llorar por alguien que es imposible para mí.

Mis piernas aún están flojas, incluso mi cabeza sigue dando vueltas. Vale, yo pedí algo fuerte, algo fuerte me dieron. No es como que pueda quejarme. Abro la puerta del cuarto de baños, respiro profundamente, rogando no tener que lidiar con un Yoochun interesado en mí.

Sin embargo…

—Me estabas preocupando— Antes de salir, me topo, cara a cara con un sonriente Yoochun.

¡Por las mil mierdas!

—Solo vine a refrescarme un poco— Y huir de ti.

—Bien— Yoochun sonríe, helándome la sangre.

No me gusta la forma en que barre mi cuerpo con la mirada.

Antes de comprender que pasa, Yoochun me arrastra de vuelta al interior del cuarto de baños.

—No mentía cuando dije que lucias jodidamente caliente— Susurra, acercándose tanto a mí, que sus palabras han rebotando sobre mi cuello.

¿Dónde está Changmin? Si Yoochun intenta tomarme o hacerme algo, simplemente no poder defenderme. ¡Rayos! Mi cuerpo es cuan gelatina flácida.

— ¿Qué haces? — Intento alejarme de Yoochun, después de sentir como este me estrella contra la pared.

—Vamos a divertirnos, ¿Qué dices? —

Cada pensamiento cuerdo escapa de mi cabeza, huyendo. Las palabras se quedan atascadas en mi garganta. ¡Yo no quiero nada de esto! Incluso si el aliento de Yoochun apesta a alcohol, esto no se lo voy a perdonar.

Elevo la mirada, fijándola en Yoochun, el hambre se fija en sus oscuros ojos. Trago, sabiendo que no podré hacer nada. Cierro los ojos, no tardó mucho en sentir como mi rostro es sujetado de forma brusca por las manos de Yoochun. Su aliento se barre sobre mi rostro, provocando que piel se erice.

—Precioso— Susurra sobre mis labios.

Aprieto fuertemente los labios, negándome a ser besado por este imbécil que creí buena persona. Sin embrago, el muerde mis labios, provocando que mis labios se separen de forma involuntaria. Yoochun comienza a besar mis labios con desesperación. ¿Qué hago? No puedo negar que besa bien, incluso en estas circunstancias, mi mente me susurra que me aleje, que lo golpee, que haga algo. Ignoro a cada fibra de mi ser que ruega terminar el contacto con Yoochun, ¿Por qué hacerlo? De repente mi mente se vuelve blanca, abro los ojos, y miro a Yunho, mi mente está jugando conmigo, aun así, es como si ya no fuera Yoochun quien me besa, ahora es Yunho.

¡De tetunte! La voz de la razón me grita. De nuevo abro los ojos, solo para encontrarme con el rostro de Yoochun. ¡Yo no quiero esto! Comienzo a forcejear.

—Déjame, Yoochun. Detente— Mis ojos duelen con lágrimas reprimidas.

— ¡Déjalo! — De repente, a lo lejos, escucho como alguien grita.

De repente, veo como Yoochun cae del otro lado del baño.

¡¿Qué demonios?!

Mis piernas dejan de resistir mi peso, cierro los ojos, esperando el golpe, sin embargo, alguien envuelve mi cintura con firmes brazos.

¿Changmin?

¿Changmin vino a mi rescate?

Giro el rostro, con dificultad, hasta encontrarme con un par de ojos, unos muy hermosos.

—Yunho— Susurro, conteniendo las ganas de llorar, de liberar mi frustración.

¿Yunho fue testigo de…

Mis mejillas arden, con vergüenza a flote.

— ¿Estás bien, Jaejoong? — Me pregunta Yunho, su voz suena tan preocupada.

No, quiero decirle que no, que me siente como una mierda. Aun así, me limito a asentir un par de veces con la cabeza.

—Solo bebí de más—  Susurro, sintiéndome el más grande idiota sobre la tierra.

Yunho me mira, parece inquieto. Pasa una mano por mi cabello y después se pone de pie, levántame consigo en el acto.

—Yoochun, mañana vamos a hablar de esto, amigo. — Yunho se dirije a Yoochun, su rostro parece lleno de ira.

Yoochun permanece tirado sobre el frio piso. ¿No le piensa ayudar?

—Vamos, Junho está afuera, él se llevara a Yoochun— Yunho me toma de cintura, guíndame hacia afuera.

Junho, el hermano de Junsu, pasa a un lado mío, sin decir nada, coge a Yoochun y lo lleva a uno de los baños. Supongo que Yoochun va a vomitar.

— ¿Y qué hay de Changmin? — Pregunto, sosteniendo mi garganta, de repente me he dado cuenta que esta me arde como el infierno.

—No lo encontré— Dice, casi despreocupado.

—Pero…

—Descuida, con Changmin ya es costumbre que se desaparezca cada que viene aquí—

Ah, eso no me lo esperaba. Aun así, tampoco es como que este menos preocupado.

Ahora, lejos de Yoochun, me concentro en Yunho, ¿Qué hace aquí? La idea de pudiese venir solo por mí me hace tanto daño, que de nuevo siento la necesidad de llorar. Las lágrimas ya queman por salir. No sé porque Yunho está aquí, y tampoco me importa. Esta aquí, sosteniendo mi cintura, con su cuerpo rosando el mío. Me puedo conformar con esto.

—Oye, ¿de verdad estas bien? — Yunho se detiene, parándose frente a mí.

El hecho de que tome mi rostro entre sus manos, me deja sin aliento. No tarda en elevar mi rostro hasta que sus ojos y los míos se encuentran.

¿No se da cuenta de cuanto me afecta esto?

Mis ojos no se partan de los suyos, sus hermosos ojos son como imanes, imanes que me atraen con fuerza casi sobrehumana. Ambos permanecemos firmes, nadie aleja la mirada, es como si fuese un rose íntimo, Yunho parece algo confundido, como si se debatiera entre seguir mirándome o simplemente alejar la mirada, no tarda en hacer lo último. No puedo, no puedo estar aquí, junto a él.

Me alejo de sus manos que aun sostienen mi rostro, ¿a que juega? No puedo estar cerca de él, en cualquier momento voy a sucumbir a cada impulso que me ruega ir por él, arrastrarme por él.

—Espera— Yunho me toma de la mano, evitando que me aleje de él. ¿Qué hago? La necesidad de liberar cada lagrima que quema en mis ojos es increíble.

— ¿Por qué lloras? — de nueva cuenta, Yunho sostiene mis rostro con sus manos.

Me giro, de nuevo, y me encuentro con la mirada llena de pánico de Yunho. Quiero alejarme, pero me lo impide.

—Si es por lo de Yoochun…

—No— niego con la cabeza, eso es lo de menos.

— ¿Entonces? ¿Qué te tiene así?— Yunho limpia mis lágrimas con su pulgar, sin apartar su preocupada mirada de mi rostro.

Todo esto es por ti.

Ya no puedo más, no si el me mira así.

¡Lo siento!

Cada pensamiento  racional se esfumo de mi mente, no puedo evitarlo, antes de que Yunho aleje su pulgar de mi rostro, lo rodeo con mis hombros. Yunho me ve con sorpresa marcada en su rostro, pero yo no puedo detenerme, lentamente acerco mis labios a los suyos…

Son  son tan suaves.

Su aliento es tan caliente y embriagador.