El novio Perdido (Cap.12)

*~*~*~*

Jaejoong no podía aún asimilar lo que pocas horas atrás había sucedido con Yunho.


Aún era difícil creer que habían hecho el amor, porque eso era lo que habían hecho él y Yunho. No era simple sexo, de hecho, parecía haber sido la forma más sincera de Yunho para expresarle lo que sentía realmente. Jaejoong entendía;  él se sentía de la misma manera que Yunho.  Estar con Yunho, sentirlo y compartirse a sí mismos el uno para el otro, era algo a lo que Jaejoong con certeza se haría adicto, claro, si es que antes Yunho no lo mandaba lejos. ¿Qué pasaría ahora? De alguna manera, Yunho tenía que saber la verdad. Jaejoong no deseaba que este siguiese ajeno a lo que sucedía.

Pero aquello no era lo que tenía la cabeza de Jaejoong a punto de estallar. El problema era que ahora no sabía si podría mirar a la cara a Yunho y hablarle de sí mismo, ¿sería posible si quiera que Yunho le escuchase? Jaejoong aun ni siquiera le informaba a Yunho de su reunión con Yoochun, Heechul y Junsu, mucho menos que ya había recuperado la memoria y a eso, le podría agregar que se encontraba en estado de “novio fugitivo” ¿Cómo jodidos iba a reaccionar Yunho al saber esto? El estómago simplemente se le revolvió al pesar en Yunho echándole lejos de su vida. Era una probabilidad. Una que no podía descartar y menos si esta tenía un 99.999 % de puntos a su favor.

Definitivamente estaba jodido, no había manera que las cosas resultasen bien.

Cuando fuertes pasos se escucharon venir, Jaejoong sacudió un par de veces la cabeza, ese era Yunho. Seguro que el moreno no estaría muy alegre por no encontrarlo en la cama. Jaejoong no pretendía alejarse de su moreno, sin embargo, este podría estar hambriento después de todo lo sucedido. Dando un par de profundos suspiros, Jaejoong regreso su atención a la pasta con carne y verduras que se cocinaba ya en la estufa.

—Hola— saludo, esperando no parecer tan tenso, aun que aquello era casi imposible. —Espero que no te moleste— Dijo, moviéndose un poco a la izquierda para que Yunho viese la comida que un permanecía cocinándose.

—Para nada—

Yunho camino hacia Jaejoong, depositando un suave beso en sus labios. Aun no había nada claro entre ellos, pero parecía que después de hacer el amor, la barrera que existía entre ambos se había derrumbado.

—.Iré a asearme un poco, no tardo. Se ve delicioso—

Jaejoong solo asintió, aun aturdido por el suave beso. ¿Cómo se suponía que pensara con claridad si Yunho hacía aquello? El calor y la presencia de Yunho solo lo aturdían más de lo que ya estaba.

—De acuerdo. Yunho…

¿Por dónde empezaba?

—…Hay algo que me gustaría decirte. Pero no ahora… solo ve y no tardes— Jaejoong junto ambas manos, nervioso. Yunho no era tonto, el moreno había estado observándolo, era seguro que había notado cuan nervioso se encontraba. ¿Qué podía hacer? No podía simplemente fingir que sus primos no existían o que el incluso recién recobraba la memoria. No podía, ni quería mentirle a Yunho, no si el hombre se había mostrado tan correcto de principio a fin con él. Era hora de que Jaejoong asumiese las cosas tal cual, aun si aquello significaba perder a Yunho. Rogaba e imploraba que eso no sucediese.

— ¿qué era lo que querías decirme, Jaejoong?—

Jaejoong permaneció en silencio, incapaz de ver a Yunho a la cara, ¿qué le iba a decir? Aun no se sentía listo para sincerarse con él increíble hombre que permanecía tras él. Él miedo lo dominaba. No quería alejarse de Yunho.

—Nada importante— mordiendo su labio inferir, Jaejoong busco algo coherente que decir, — ¿obtuviste él empleo?— pregunto, girándose hasta estar frente a Yunho, este parecía un poco confundido. Yunho había salido muy temprano a una entrevista de empleo, una que de hecho Changmin le había conseguido.

Habar del tema podía persuadir por ahora a  Yunho.

—De hecho— una amplia sonrisa se formó en sus labios —Me dieron él empleo, no es gran cosa, pero está bien por ahora—

El brillo de alegría en los ojos de Yunho era precioso, Jaejoong no pudo evitar cautivarse a un mas con ese gesto.

—Estoy feliz por ti— y no mentía, ver a Yunho con ese brillo especial en sus hermosos ojos, era casi una visión etérea.

Jaejoong deseaba ver siempre esa clase de brillo en Yunho. Él quería ser el responsable de las alegrías de Yunho. Sin embargo, sabía que eso sería soñar demasiado alto. Yunho iba a odiarlo una vez supiera todo de Jaejoong. Él pensamiento dolía, pero debía ser realista. Yunho lo iba a odiar.

—No es la gran cosa— Yunho se encogió de hombros, casi restándole importancia al hecho de que acababa de conseguir un empleo.

Jaejoong sabia por Changmin cuan duro estaba resultando para Yunho conseguir un empleo, ¡Rayos! El llevaba ya tanto sin lograr obtener uno. Jaejoong estaba seguro que en el fondo Yunho estaba más que feliz ahora que por fin tenía un empleo.

Jaejoong estaba orgulloso de Yunho.

Aun dudoso, Jaejoong aprovecho para caminar hasta Yunho y depositar un tímido beso en los labios ajenos, la respuesta fue inmediata. Sin embargo, prefería comer por ahora.

—Bueno, vamos a comer. Mañana prepare un desayuno especial, ¿a que hora tendrás que ir a trabajar?— Un último beso y Jaejoong condujo a su moreno hasta la mesa para dos. La comida ya estaba lista.

—8:00— Respondió Yunho.

Bien, por ahora  había logrado persuadir a Yunho. Era una sensación totalmente agria, pero Jaejoong aún no se sentía lo suficiente capaz de hablar con la verdad.

A Yunho  no le gustaba en absoluto ver cómo de repente Jaejoong parecía nervioso. Algo le ocultaba, ¿pero qué? No obligaría a Jaejoong a decírselo, no si esto no quería hablar por sí solo. Por ahora, podría fingir que no había notado el repentino cambio en su huésped.  Él tampoco tenía muchas ganas de hablar de temas complicados, menos cuando acababa de tener la tarde de sexo más magnífico de su vida.

Estar con Jaejoong era, por mucho, la experiencia más etérea de su vida; una que deseaba repetir una y cientos de veces más. La situación de su relación aún no era algo que abordarán, ¡rayos! las cosas habían sucedido tan rápido que ni siquiera habían hablado de ello.  Aun así, no importaba que aún no hubiesen establecido la situación actual. Para Yunho era más que claro que justo ahora había algo entre ellos, una relación, llámesele como quiera; tenían algo.  Algo que prometía mucho.

—Esta deliciosa— La comida que Jaejoong preparaba siempre era magnífica, sin embargo, en esta ocasión parecía  más que magnífica. El sabor era, sin lugar a dudas, exquisito.

—Gracias, Yunho— Con un tímido gesto, Jaejoong evito ver directamente a Yunho. Parecía casi cohibido.

Yunho ignoro aquel repentino cambio de actitud. Todo estaba yendo de maravilla. No comenzaría a hacerse ideas, no de nuevo. Siempre solía arruinar las cosas cuando estas parecían ir bien; este no sería el caso.

¿Realmente las cosas comenzaban a ir bien para él?  De repente, el miedo comenzaba a acorralarlo, ¿y si Jaejoong se había arrepentido de lo que habían hecho?

Yunho no podría resistir un rechazo por parte de Jaejoong, no cuando este lo tenía  a su merced.

Aunque era más que consiente que un tipo con suerte jamás había sido. Lamentablemente el destino parecía empeñarse en joderlo siempre.

—Gracias por la comida— Ahora con solo un pequeño rastro de felicidad, Yunho se alejó al lavo platos. No estaba seguro que estaba pasando, y no sabía si quería saberlo.

Quizá, después de todo, había cometido el más grande error de su vida al anteponer sus sentimientos antes que la racionalidad.

***

Junsu observó, por milésima vez, como Heechul caminaba de un lado a otro. Casi podría asegurar que este ya había hecho un agujero en todo el lugar. Aún seguían en un motel de mal aspecto, aunque estar aquí valía la pena. Por fin habían encontrado a Jaejoong, su primo realmente lucía bien. Incluso si Junsu no quería admitirlo, Jaejoong lucia mejor de lo que recordaba haberlo visto alguna vez. No sabía cómo reaccionar ante esto. ¿Era Jaejoong  ahora más feliz que antes? La respuesta sería más que clara para cualquiera; Jaejoong estaba mejor que nunca. ¿Cuál sería la causa? Junsu tenía una tremenda curiosidad por saberlo. Odiaba el hecho de que su primo hubiese preferido ir acaso con un desconocido en vez de regresar con ellos, con su familia. Aun así, no podía culparlo, ¿Quién rayos querría volver a una casa de locos? Correcto, nadie en su sano juicio, y menos cuando en casa te esperan para casarte con un arpía.

Comprendía a Jaejoong, de verdad que lo hacía.

— ¿Me dirás por fin que fue lo que ha dicho mi tía? — pregunto Junsu, esperando esta vez obtener más que incoherentes balbuceos por parte de Heechul.

Una hora antes este había hablado con su tía, la madre de Jaejoong, y parecía que no había buenas noticias. Junsu estaba más que desesperado por saber de qué demonios había hablado su tía con Heechul.

—El padre de JooMin ha dado tres días más de plazo— Heechul sacudió un par de veces su cabello y después se dejó caer junto a Junsu.

— ¿Tan malo es? — La pregunta era tonto, Junsu lo sabía.

—Bueno, te diré que si no regresa Jaejoong a casa te prepares para casarte. Como lo he dicho antes, prefiero que me caiga ácido en la cara antes de casarme—

Bueno aquello era más que exagerado, aun así, Heechul no parecía bromear. ¿Qué harían ahora? Junsu se sentía impotente por no poder hacer algo para evitar que alguno de ellos terminará uniendo su vida a JooMin. El mismo se negaba a hacer algo como aquello, su relación con Yoochun iba de maravilla, no lo iba a dejar por nada del mundo. Entonces, ¿Qué harían?

— ¡Joder! — Heechul se alejó de pequeña cama, solo para abrir la vieja puerta del cuarto.

Un Yoochun con mala, muy mala cara, se adentró por detrás de Heechul. ¡Joder! ¿Las malas noticias seguirían llegando?

— ¿Qué sucede? — Pregunto Junsu, sin abandonar el lugar que había estado ocupando sobre la pequeña cama.

—Sucede que estamos jodidos, bueno, Jaejoong lo está— Yoochun entregó un periódico a Heechul.

Cuando los ojos de Heechul se abrieron ampliamente y este comenzó a maldecir, Junsu supo que las cosas acaban de empeorar.

En menos de 5 segundos, Junsu ya estaba a lado de su primo. ¡Mierda! Estaban jodidos. Ya no había forma de que Jaejoong siguiese huyendo.

— ¿Qué mierda se supone que vamos a hacer? — Junsu ardía en cólera, así como su primo y Yoochun, no había forma de que su primo siguiese en el anonimato. No ahora que se encontraba en el encabezado de un diario nacional.

Su tía estaba ofreciendo una muy jugosa recompensa a quien diera información de Jaejoong. Este diario era visto por todo mundo. No tardarían en dar con su primo. Quizá y ahora mismo su tía ya estaba en camino para recoger a Jaejoong.

Todo se estaba yendo a la mierda.

—Mañana mismo vamos por Jaejoong. No sé qué demonios vamos a hacer. Algo me dice que ya no habrá oportunidad de seguir huyendo— Heechul suspiro, parecía abatido. Después de todo, estaban acorralados. —Alguno de nosotros dos tendrá que joderse—

¿Qué? Los ojos de Junsu se ampliaron de inmediato, ¿de verdad Heechul consideraba el casarse? Incluso si las cosas eran mierda ahora, no pudo evitar alegrarse de no ser un candidato para JooMin. Sin embargo, eso aún dejaba a Jaejoong y Heechul como candidatos. ¿Quién de ellos dos tenía más que perder? Heechul no salía con nadie, muchos menos estaba enamorado, pero ¿Qué había de Jaejoong? Había algo que le decía que el Jaejoong que solían conocer ya no existía más. Parecía como si por fin Jaejoong tuviese algo bueno en su vida, algo a que aferrarse. Su mirada lo decía.

— ¿Creen que algo haya cambiado en Jaejoong estas últimas semanas? — Bueno, aquello era realmente una pregunta para sí mismo. Junsu no podía explicar lo diferente que lucia Jaejoong.

¿O quizá solo era su imaginación?

—Creí que era el único que lo había notado— Bufo Heechul.

— ¿de qué hablan? — Bueno, Yoochun no había notado nada.

—De que parece diferente, no para mal, si no para bien— Heechul se encogió de brazos tras decir aquello.

Heechul tenía razón.

— ¿Qué habrá influido en su repentino cambio? — Junsu se quería golpear así mismo por aquella pregunta, obviamente su primo había perdido la memoria, ¿Qué más podría ser?

—No creo que se deba al hecho de que perdió la memoria— Dijo Heechul, parecía como si este le acabase de leer la mente a Junsu.

Aquello era aterrador.

—Entonces, ¿A qué crees que se deba el cambio? — Ahora Yoochun parecía más interesado.

—Quizá hay alguien, ya saben. El amor cambia a la gente—

Yoochun comenzó a reír fuertemente. Parecía que Heechul acababa de contar el mejor chiste del mundo.

—Debes de estar bromeando. Quiero mucho a Jaejoong, pero… hay que admitirlo; es igual o más frívolo que tú, Heechul—

Yoochun tenía razón, Jaejoong no podía ser la mejor persona en todo caso. Junsu dudaba que su primo hubiese cambiado por amor, eso sí que sería imposible.

—Puedes creer lo que quieras. Y en todo caso…— Heechul se alejó de la cama, solo para ir a recargarse sobre una vieja silla —Me sorprende que te hayas tragado eso de que Jaejoong es una mierda egoísta, en realidad es lo contrario— Heechul parecía lo suficiente serio como para estar bromeando.

Aquello sorprendió a Junsu, él podía apostar  que conocía a Jaejoong, pero ¿de qué mierda hablaba Heechul? Jaejoong era esa clase personas que solo veía por sus intereses, el solo usaba a las personas por diversión; era un egoísta.

—Heechul, debes de estar bromeando— 

Heechul no podía estar hablando enserio.

—De Yoochun no me sorprende, pero de ti, Junsu, no lo esperaba— Heechul rodó los ojos, el parecía ahora molesto —Muchas cosas de las que nuestro primo solía hacer solo eran para molestar a nuestros tíos. El de verdad no era esa mierda que se creen, de hecho dudo que mi primo se haya metido con todas las tipas que decía hacerlo. Jaejoong es todo lo contrario a lo que nos ha demostrado. Qué pena que no lo conozcan— Dicho esto, Heechul se encerró en el cuarto de baño, el realmente estaba molesto.

Lo que recién decía Heechul realmente desconcertaba a Junsu, ¿vivió engañado respecto a quien era su primo? Al parecer así era, estaba seguro que Heechul hablaba en serio.

Esto sí que era una mierda.

— ¿le crees a Heechul? — Pregunto Yoochun. Este parecía tan o más confundido que Junsu.

No era para más. Heechul hablando en nombre de Jaejoong, ya era una enorme sorpresa, insólito era que incluso lo defendiera.

—En realidad no tengo idea —

—Bueno, ya habrá tiempo para comprobar la teoría de Heechul— Yoochun se acomodó hasta que Junsu estuviese sobre su pecho. Era una reconfortante sanción.

—Eso espero— Junsu no sabía que podía esperar, no cuando su tía estaba un paso tras ellos.

—Por cierto— Yoochun beso la frente de Junsu — Ya arregle el asunto de la policía—

— ¿en serio? —

El hecho de que la policía estuviese tras Jaejoong era alarmante. Al parecer aquello también había influido para que Jaejoong terminase fuera del hospital antes de si quiera ser dado de alta. Saber que las autoridades ya no estaban detrás su primo, era un peso menos.

— ¿Por qué lo buscaban? —

—El coche que conseguí para Jae era robado—

— ¿Qué? — Oh, sí. Junsu iba a matar a Yoochun.

—Lo siento, yo no tenía idea—

Yoochun sí que era un idiota. Tan solo le había pedido que buscara un coche para que Jaejoong pasará desapercibido, ¿y en que había acabado? Su primo incluso pudo ir a la cárcel.

—Eres un idiota, Yoochun. —

Heechul permanecía del otro lado de la puerta escuchando como Junsu y Yoochun discutía. Yoochun era un en enorme imbécil, de eso no tenía duda. Incluso seguía sin comprender como era que Junsu parecía tan enamorado de alguien tan idiota, pero bueno, ¿Quién era el para juzgar a la amorfa pareja? Ambos parecían lo suficiente enamorados para merecer estar juntos. Y aquello era un problema para él, el que Junsu ya tuviese a alguien lo descartaba para JooMin, dejándolo a él y Jaejoong como carnada fresca para la mujer. Bueno, al menos Jaejoong parecía gustar de las mujeres, contrario a él o al mismo Junsu.

O aquello era lo que los quería hacer creer, Jaejoong era un misterio, uno incluso para alguien tan inteligente como Heechul. Lo que acaba de decir a Junsu y Yoochun era solo una parte de lo que en realidad era su primo. Aun parecía tener tanto escondido.

Sin embargo, algo le decía que la verdadera personalidad de Jaejoong ahora estaba a flote. Bueno, parecía que el accidente y estar un par de semanas lejos de la familia le habían caído de maravilla.

—Bueno— Heechul susurro, casi con aire resignado —Creo que está más que claro quien se casara con JooMin—

***

Jaejoong observo como Yunho salía por la puerta, dirigiéndose a su primer día de trabajo. Estaba feliz por su moreno. Aunque para él hubiese sido un millón de veces mejor tener a Yunho todo el día con él.

Pese a que él tenía consigo una gran cantidad de dinero, Yunho se negaba rotundamente a ser ayudado económicamente por su parte.

Yunho sí que era terco y orgulloso.

Aunque… posiblemente a ambos les vendría bien estar lejos del otro, al menos por un par de horas. Las cosas habían estado bastantes tensas ayer. La noche había sido una mierda, Yunho había cruzados menos que un par de palabras con él, de las cuales “buenas noches” eran unas de ellas.

Bueno, esperaba más. ¡Rayos! Quizá hacer el amor de nuevo con Yunho, pero no, este había estado tan atraído en sus pensamientos que por poco y parecía que Jaejoong no existía.

¿Qué podía hacer en todo caso?

El mismo había estado actuando como idiota. Se merecía cada una de las cosas que le estaban pasando.

Aun así, no sabía si sería capaz de confesarle a Yunho quien era. Jaejoong estaba seguro que no había nada para enorgullecerse de su pasado. Se había portado como un imbécil egoísta. Bien, aquella actitud ahora no le daba ningún punto extra.

Claro que ahora ya no era así, o no del todo. Siempre había odiado dar la impresión de ser un imbécil despreocupado. Pero ¿Qué podía hacer? Ya era un poco tarde para borrar su pasado.

Quizá si Yunho le daba una oportunidad, podría demostrarle quien era realmente.

— ¿Changmin? —

Jaejoong tenía que admitir que cuando comenzaron a tocar la puerta, nunca imagino ver a Changmin.

No después de lo sucedido el día anterior.

—Tenemos que hablar— La voz de Changmin era tensa.

— ¿Qué pasa? — Tenía miedo, Jaejoong estaba aterrado, algo realmente malo pasaba.

—Me han llamado tus primos— Changmin lo observo, ahora parecía triste, casi resignado —Ellos quieren que hoy mismo te marches a casa—

¿Qué? Claro que no. Él no se iba a ir a ningún lado. No ahora.

—No puedo, Changmin. No ahora—

— ¿Por qué no puedes? —

—Yunho y yo….

Bueno, ¿Quién dijo que hablar de lo sucedido el día anterior sería fácil?

—No tienes que explicármelo, Jaejoong. Yo ya me imaginaba que algo de eso sucedería entre ustedes—

— ¿De verdad? —

Changmin sonrió y después asintió.

—Claro, era de esperarse—

—Changmin— De repente un nudo comenzaba a formarse en su garganta —No me quiero ir. No quiero irme de aquí— No se quería ir y dejar a Yunho. No cuando había encontrado la mayor felicidad al estar con el moreno.

Changmin observo por un instante a Jaejoong, parecía como si quisiera descifrarlo.

— ¿Qué pasa, Jaejoong? ¿Por qué ese miedo a regresar con tu familia? — Changmin lo observo, un ligero aire de molestia se sentó en su mirada —Ellos… ¿ellos te hicieron algo? —

Jaejoong de inmediato negó con la cabeza.

—No. Para nada. Sin embargo…— ¿podría decirle la verdad a Changmin? —He recuperado la memoria—

Changmin permaneció en silencio, como si no supiese que decir.

De repente su semblante cambio totalmente, ahora parecía más serio de lo que Jaejoong recordaba haberle visto.

— ¿Yunho lo sabe? — Pregunto, su voz era fuerte y severa.

—No— Jaejoong negó, sabía que Yunho tenía que saberlo desde el principio. Era consciente de ello.

— ¿Por qué? —

¿Le podría decir a Changmin? A decir verdad, ya estaba cansando de guardarse esto. Yunho y Changmin tendrían que saberlo de todos modos.

—No he sido la mejor de las personas. Mi familia tampoco es algo de que pueda hacer alago… además—

— ¿Además? —

¡Diablos! Changmin realmente parecía molesto. Casi parecía decepcionado. Jaejoong no podía siquiera imaginar la reacción de Yunho.

—Estoy comprometido… con una chica— Tras decir esto, bajo la cabeza, se sentía demasiado avergonzado. No quería ver a Changmin.

De pronto, aquella pequeña porción de felicidad se comenzaba a ir al caño.

 ***

Yunho permaneció en silencio. Estupefacto. ¿Qué era todo aquello que acababa de escuchar? Su corazón comenzaba a doler y desgarrarse.

Jaejoong no solo le había estado mintiendo, si no que prefería hablar primero con Changmin en vez de con él. ¿Cómo debería sentirse al respecto? Usado, así se sentía ahora mismo.

Después de todo, no se había equivocado al esperar que todo esto fuera una mierda. ¿Por qué de repente había creído que su vida podría mejorar?

Que idiota había sido.

Ahora mismo no se sentía capaz de enfrentar a Jaejoong. De todos modos ¿Qué ganaría al hacerlo?

Sin un rumbo fijo en sí, comenzó a caminar. Había olvidado su móvil, esa era la única razón por la que había regresado a su departamento. Cuanto deseaba no haberlo hecho.

¿Jaejoong le había metido de principio a fin? Su vientre se contrajo con la sola idea. Lentamente sentía como se iba muriendo por dentro.

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