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2 meses antes…
¿Cuánto había pasado desde que le conoció?
Un mes, y no podía olvidar a aquel chico, realmente le había cautivado como nunca, aun no podía creer que
hubiese soportado un mes sin verle, se moría por verlo, aquellas ganas le
carcomían, había soportado un mes sin
verlo, pero no lo podría hacer más, necesitaba de él, verle era una necesidad
absoluta.
-¿Pasa algo Yunho?-
Yunho suspiro, cansado, claro que algo
pasaba, pero prefería callar, su amigo Yoochun era bastante molesto, y no
pretendía soportar las burlas por parte de su amigo.
–Nada, solo algo de cansancio- respondió seco.
-Si tú dices- Por supuesto que Yoochun no
le creía para nada, su amigo había estado con un genio de los mil demonios,
eran un molesto, pero ahora se había pasado, estaba seguro que algo le pasaba y
lo tenía que descubrir.
-Estoy bastante cansado, voy a salir a
tomar algo- Yunho cerro su laptop mientras pretendía abandonar su oficina que
solo lo estaba asfixiando en demasía.
-Mi secretaria no está, digo por si
planeabas ir a invitarla a salir, de nuevo- comento Yoochun mientras sonreía
de lado.
-Ya vas a empezar, solo la invite a tomar
un café, no te preocupes es todo tuya- respondió con molestia Yunho,
ciertamente su amigo solía ser bastante molesto y al parecer no pretendía dejar
de serlo.
-A mí no me interesa no es mi tipo, solo
que es muy eficiente y no quiero que el “adorable” de tu padre despida de nuevo
a una de mis secretarias por salir contigo- Acuso el otro.
-Como sea, esta no es mi tipo, es muy
seria, aparte mi padre despidió a las otras por arpías- concluyo Yunho mientras
abandonaba su oficina.
Aunque a decir verdad Yoochun ya le había
arruinado el día, ya que si tenía la intención de invitar a aquella joven a
tomar un café, no era que le interesara realmente por más que trato de
distraerse saliendo a bares y fiestas, simplemente no podía sacar de su mente a
su ángel, y bueno aquella joven eran agradable.
-Aunque ahora que lo pienso, ella me
recuerda a…
-¡Yunho! Tu padre te busca- interrumpió Heechul mientras se acercaba algo agitado y le entregaba una pila de documentos.
-¿Y estos qué?- pregunto molesto como
odiaba que le interrumpieran justo cuando tenía algo que hacer.
-Habrá una junta y tu padre quiere que le
des una mirada a los contratos, así que ve a su oficina, te espera- finalizo el
secretario de su padre mientras salía disparado, algo tendría que hacer, pensó Yunho mientras arruga la frente al ver aquella montaña de papeles. –Que
molesto-
Las horas habían pasado, la junta había
sido tan estresante, Yunho necesitaba descansar o se desplomaría.
Tomo su coche, y aunque por un momento le
paso por la mente la idea de ir a algún bar y distraerse, la desecho por
completo al sentir que su cansancio era más grande que nada. Llego a su departamento y en un abrir y
cerrar de ojos ya estaba en su recamara disponiéndose a ir a dormir.
-Mmm… tengo tanto sueño- Murmuro, entre
bostezos mientras acomodaba su pijama, apago las luces y se quedó sumergido en
un profundo sueño.
Sin embargo, como venía sucediendo desde
hacía un mes Yunho se despertó exalto, estaba totalmente empapado en sudor,
nuevamente había soñado con su ángel, aquella escena en la que sus labios y los
de su ángel se unían era algo que había dejado de ser un agradable sueño para
tornarse en una pesadilla, como odiaba no poder olvidarse de aquel chico.
-Tengo que verlo o me volveré loco-
mascullo mientras colocaba ambos brazos detrás de la almohada, estaba seguro
que después de ver a su ángel todo volvería a la normalidad ¿o no?, era un
riesgo que tenía que correr.
Y fue así que durante casi aproximadamente
2 meses empezó a frecuentar aquel restaurant donde había conocido a Jaejoong,
lo hacía sin falta todos los días, incluso con el pretexto de no ir solo llevo
en algunas ocasiones a aquella joven, la cual le comenzaba a gradar e incluso
planeaba ascenderla como su secretaria, se lo merecía era alguien eficaz,
lástima que no era su tipo, simplemente se distraía algo al estar con aquella
joven.
Aunque claro, no al punto de dejar de
pensar en su ángel, bastantes fueron las veces que estuvo por darse por
vencido, pero aquello le era imposible, tenía que volver a ver a su ángel y
sabía que lo haría.
Uno de tantos días mientras caminaba por
aquella zona se encontró con uno de los chicos que estaba seguro era amigo de
Jaejoong, no supo como pero comenzó a seguirlo, se sintió un acosador, pero,
que más daba, aunque se sorprendió al ver que aquel chico parecía también estar
espiando a alguien, ya que estaba bastante sospechoso cerca de aquella
cafetería frente al restaurant, donde todo había sucedido.
Camino hasta aquel lugar, algo le decía
que encontraría a Jaejoong, aunque aquello sonara descabellado, lo presentía,
vería a su ángel. Sin embargo su móvil comenzó a sonar.
-Rayos, idiota Yoochun ¿qué quiere?- se
quejó al ver que tenía un mensaje de su amigo.
~Tenemos junta en 20 minutos ¡apresúrate!
Aunque Yunho deseara ignorar aquel
mensaje, sabía perfectamente en la que se metería, sin ánimo alguno dio una
última vista a aquella cafetería, y se dispuso a marcharse a aquella junta.
A día siguiente visitaría aquella
cafetería, fue un pensamiento que Yunho mantuvo el resto del día, como si fuese
un recordatorio.
Al día siguiente Yunho estaba decidido
iría aquella cafetería y esperaría si era necesario todo el día ahí, algo le
decía que vería a su ángel. Aquello
sonaba descabellado, pero ya nada le importaba.
Sin avisar a nadie salió de su oficina,
subió a su coche y se puso en marcha, no paso ni media ahora cuando llego y
casi desesperado estaciono su coche frente aquel lugar. Su corazón latía como
si un maratón hubiese corrido, no entendía el porqué de su sentir, nadie le aseguraba que vería a su ángel y aun
así se encontraba en aquel estado, ¿En qué momento fue que me volví tan
vulnerable por aquel chico? Se preguntó molesto Yunho.
Por un momento dudo en entrar en aquel
lugar, pero se regañó mentalmente por
aquella actitud tan impropia de él. –Vamos Yunho- se animó así mismo mientras
entraba en aquel lugar.
“Aun no había cruzado palabra contigo, y
ya quería correr y abrazarte, el deseo y la necesidad de verte me jugaban una
mala broma… ¿o aquello era real?
-¿Jaejoong?-
Pregunto Yunho, incrédulo al ver a aquel
chico que le robaba el sueño, y sus días enteros.
“Un pensamiento infantil cruzo por mi mente
al verte después de anhelarte por aquellos meses que parecieron una eternidad; desde ahora estaremos juntos y todo será perfecto, tan infantil fui, aquello
solo era el inicio de un infierno.”
Actualidad…
¿Y ahora? Una realidad se había hecho
presente y para nada qué era aquella que
Yunho había idealizado después de ver a su ángel. ¿Una cita? Era exactamente lo
que Yunho le pediría a Jaejoong, claro después de molestarlo un poco “veras hay
cierta personita que ha puesto de cabeza mi mundo” aquello Yunho tan solo lo
había dicho esperando su ángel entendiera la indirecta, aunque para su
sorpresa, el chico lo había mal interpretado y eso lo supo cuando evidente
tristeza se asomó por el rostro de su ángel, Tan despistado, pensó Yunho
divertido.
Aunque aquel chico había querido huir de
él, esta vez Yunho no lo permitiría, y la oportunidad perfecta se dio cuando
aquel chico menciono su deseo por entregarle su saco, todo estaba de su parte o
al menos eso creyó, hasta que aquellos dos chicos se habían aparecido frente a
él, “el no vendrá” de nuevo su mundo se derrumbaba, pero no fue hasta que hablo
con su ángel “es tarde para verte, pero no imposible”, de nuevo la oportunidad
de verle estaba ahí, y no la dejaría ir, todo había sido tan perfecto,
sonrisas, besos, caricias, pasión y mil sentimientos, aquello pintaba para ser
el inicio de algo perfecto ¿o no?...
Y ahora tan solo algo quedaba claro para
Yunho; su ángel había vuelto a desaparecer de su lado, y volver a verle no
parecía una posibilidad, ni ahora, ni en un futuro.
-¡¿Dónde demonios te has metido?!- Yunho pregunto a la nada, con amargura, después de haber buscado a su ángel por
horas, para simplemente no encontrarlo.
Después de que Jaejoong le había dicho que
no se volverían a ver, Yunho no supo cómo reaccionar ¿acaso aquello era una
broma?, a Yunho no le importaba nada el vería de nuevo a su ángel, y sin pensarlo 2 veces salió en busca de el,
aunque para su sorpresa al ir donde supuestamente Jaejoong vivía descubrió que
no era así, ¿acaso Jaejoong solo estaba jugando con él?, le llamo tantas veces
como la batería de su móvil le permitió, mas sin embargo, aquel chico jamás
contesto.
-Valla forma de llevarme al cielo, para
luego dejarme caer- susurro con amargura Yunho mientras se dirigía a algún bar,
de alguna forma tenía que desahogar todo su dolor ¿ o no?
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“Me habían dicho que el amor dolía, pero
jamás nadie me advirtió hasta qué punto”
-Jaejoong- Llamo con suavidad Junsu
tratando de despertar a su amigo, quien se había dedicado únicamente a dormir
durante el viaje, como si de aquella forma pudiese olvidar aquel dolor que le
aquejaba.
-¿Ya despertó?- pregunto Changmin con
molestia mientras bajaba las maletas de los otros dos y se las entregaba a la
servidumbre.
-Tiene fiebre- respondió preocupado Junsu
mientras tocaba la frente de Jaejoong.
-Como sea, muévete- ordeno Changmin
tomando en brazos a Jaejoong. –Lo llevare a su habitación, deja que la
servidumbre se encargue del resto- dijo aquello señalando a algunas maletas que
aún faltaba por bajar.
-Vale- Junsu no pudo evitar sentir cierta
molestia por aquella actitud de su amigo, parecía que toda su frustración y
coraje las quería descargar en él, su pecho dolía y el sabia la razón “Si tan
solo yo no estuvier…
-Andando, Junsu, ¿no me digas que te vas a
quedar ahí como tonto?- Interrumpió Changmin quien de mala gana comenzaba a
adentrarse a aquel lugar que sería su hogar los próximos 2 meses.
-Lo siento, pero tú tienes la culpa, Jae-
le susurro Changmin mientras lo depositaba en la que sería su cama, tu culpa y
solo tu culpa, le recriminaba Changmin a Jaejoong excluyéndose de cualquier
daño causado al primero.
-¿Qué me has hecho?- Changmin pregunto aquello como si fuese un
reclamo, mientras recorría con la mirada aquel cuerpo que reposaba frente a él,
cuanto odiaba a aquel tipo, nada de aquello estaría sucediendo si él no se
hubiese aparecido en sus vidas ¿cierto?.
Changmin continuo observando a su amigo,
¿Por qué hora verlo de esa manera hacia que su corazón se acelerara?, tantos
años juntos y aquello jamás le había sucedido, por un momento quiso alejar
aquellos pensamiento sin embargo, su mirada se concentró en un punto definido;
los labios de Jaejoong, aquellos labios tenían algo, o algo andaba mal con él,
el punto era que parecían llamarlo e invitarlo a probarlos.
Por un momento se giró decidido a
abandonar aquella habitación, pero algo le detuvo se giró y con el corazón
agitado se acercó donde su amigo descansaba, cerró los ojos y lentamente unió
sus labios con los de Jaejoong, por un momento su amigo parecía corresponder,
pues lentamente comenzó a mover sus labios.
-Y-Yunho- susurro en un suspiro, causando
que Changmin se separara de inmediato de él.
Por un momento Changmin sintió que el
corazón se le había detenido, sus mejillas ardían, Jaejoong le había llamado
¿Yunho?, aquello había dolido como nunca. –Pronto el nombre que susurras será
el mío- Dijo seguro Changmin mientras se giraba para abandonar aquella
habitación.
-¿Pasa algo?- pregunto Junsu, preocupado al
ver que su amigo salía de aquella habitación con mala cara, parecía algo
¿Triste?
-Nada- respondió Changmin, dándole la
espalda a Junsu.
Por un momento Junsu quiso ignorar a su
amigo pero le fue imposible, sabía que algo le pasaba, así que sin pensarlo fue
junto a su amigo. –Si pasa algo, me lo puedes decir- trato de decir Junsu de
forma amable mientras tomaba su mano.
-Suéltame- hablo molesto Changmin
soltándose del agarre de Junsu de manera brusca.
Ante aquello Junsu quedo en silencio,
aquello le había herido. –Y- yo, no quise incomodarte-
-Como sea, ha sido un viaje largo, me iré
a tomar una siesta, deberías hacer tu lo mismo- Changmin se alejó de aquel
lugar fingiendo fatiga, claro que lo que menos tenía en aquel momento era sueño
pero no tenía ganas de hablar con nadie.
-Descansa- susurro Junsu mientras clavaba
la vista en el suelo, ¿acaso Changmin le odiaba?, nunca había sido muy amable
con él, mas sin embargo desde hacía 3
meses su actitud con él era cada vez peor, aquello le dolía en demasía, ¿Había
hecho algo que le molestara?, tendría que saberlo.
3 horas después…
-Joven, Junsu, la cena esta lista, ¿desea
que llame a sus amigos?-
-No, está bien, yo les avisare- Junsu dejo
un libro que recién comenzaba a leer, para ir en busca de sus amigos.
Aquel lugar cuantos recuerdos le traían,
tantos alegres veranos que había pasado con sus amigos, y como olvidar el día
que él y Changmin conocieron al pequeño
Jaejoong, aquel niño que había quedo huérfano días atrás. Los padres de
Jaejoong habían sido amigos del pasado de sus padres y al enterarse de su
muerte se había ofrecido a cuidar de Jaejoong mientras se decidía que pasaría
con Jaejoong y su hermana - quien era mayor-.
FLASHBACK…
-Ahora el pequeño Jaejoong pasara con
nosotros estas vacaciones, será su amigo, ¿vale?- decía la madre de Junsu
mientras les presentaba al pequeño.
Al principio a Junsu no le había agradado
la idea de compartir a su mejor amigo, Changmin, después de todo ellos habían
sido amigos desde que nacieron -debido a la amistad que sus madres mantenían-
sin embargo, aquel niño se había ganado su aceptación.
Las vacaciones habían terminado y Junsu y
Changmin tendrían que regresar a la ciudad, después de todo ellos solo estarían
ahí 2 meses, los cuales ya habían pasado. Aquello los había puesto muy tristes,
sin embargo, no paso ni un mes cuando supieron que el pequeño Jaejoong y su
hermana vendrían a la ciudad para residir, y desde entonces siempre habían
estado juntos, solo ellos tres y nadie más. Así habían sido más que felices, hasta ahora, ¿Por qué no
podía seguir todo como antes? Se preguntó con nostalgia Junsu.
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FIN FLASHBACK…
-¿Te pasa algo?- Pregunto Changmin quien
veía como su amigo se mantenía en silencio, como si estuviese perdido en sus
pensamientos.
-¿Eh?, ¿Qué has dicho Changmin?-
-¿Qué si te pasa algo?, te veías perdido-
Changmin no lo dudo y se acercó a su amigo con rostro serio. –Si tienes algo
solo dímelo, ¿vale?- por alguna razón Changmin roso con gentileza la mejilla de
Junsu.
-La-la cena esta lista- Dijo Junsu con
algo nervioso separándose de su amigo, cuan raro se había sentido aquello.
–V-voy a avisarle a Jaejoong-
Aquello causo que el rostro de Changmin de
inmediato cambiara de uno gentil a uno sombrío.
–Como sea, me adelantare-
Después de aquello Junsu aun con la cabeza
hecha un lio, se apresuró a ir por su amigo, para nada que dejaría que este se
mal pasara.
-Jaejoong- Llamo de forma suave a su amigo
mientras le movía para despertarlo.
-Mmm… vete Soo hoy no iré a la escuela-
respondió con voz perezosa Jaejoong mientras se abrazaba a una almohada,
causando aquello que Junsu sonriera un poco.
-Anda niño flojo, ya levántate-
-¿Eh?... ¡Junsu! ¿Dónde estamos?- pregunto
confundido Jaejoong mientras se levantaba de sobre salto.
-Estamos en mi casa, recuerda venimos de
vacaciones- Dijo Junsu divertido al ver la cara de confusión de su amigo.
-Oh, valla por un momento creí que todo
había sido un mal sueño- cometo triste Jaejoong mientras bajaba la mirada.
-Hasta los malos sueños pueden tornarse en
algo agradable, ¿no crees?- Junsu trato de animar a su amigo mientras le
revolvía el pelo. –Anda, quita esa cara, la cena esta lista-
-No tengo hambre-
-O bajas a comer, o si no me voy a poner
triste y llorare por tu culpa- amenazo Junsu fingiendo llanto.
-Vale, vale, enseguida bajo, solo deja que
tome una ducha y ya- Jaejoong resignado se dispuso a levantarse de aquella cama
que sabrá dios como había llegado ahí, sin embargo, no puedo evitar sentir una
fuerte punzada en el trasero. –Och…- se quejó.
Junsu observo detenidamente a su amigo, algo le había pasado, ¿acaso él
había hecho “aquello” con aquel tipo? –Jaejoong… ¿acaso tú y aquel tipo
hicieron…
-¿El amor?…- completo Jaejoong mientras
sus mejillas se tornaban de un fuerte rojo carmesí. –Si lo hice- confeso aún
más sonrojado de lo que ya estaba.
Por un momento ambos Jóvenes se quedaron
en silencio, sin embargo un fuerte golpe, llamo su atención. – ¿Qué fue
aquello?- pregunto extrañado Junsu mientras salía de la habitación.
-¿Todo bien?- pregunto temeroso Jaejoong y
esperando nadie hubiese escuchado lo que recién le había confesado a su amigo...
-Mmm… ni idea, no se ve nadie- respondió
Junsu regresando a la habitación.
De nuevo un silencio se había hecho
presente, pero solo por unos segundos, pues una pícara sonrisa adorno el rostro
de Junsu. – ¡dios!, no me quiero imaginar que tanto hiciste con aquel sujeto,
te partió en dos seguramente- Junsu no puedo evitar soltarse a reír.
-Ya, Junsu, calla, eso es muy penoso-
-Me tienes que contar todo con lujo de
detalle, pero primero, tomas tu ducha, bajas a cenar y luego hablamos, ¿vale?-
Junsu fue de inmediato donde Jaejoong y le ayudo a levantarse.
-Vale, no tardo, anda ve por ahí mientras
me ducho- murmuro Jaejoong aun sonrojado mientras ingresaba a tomar una ducha.
-No tardes mucho-
Mientras tanto Changmin se mantenía en
silencio en aquel comedor, su rostro estaba serio, tal vez más de lo normal.
-¿Gusta que le sirva la cena ya joven?-
pregunto una de las sirvientas.
-No gracias, saldré por ahí- susurro
Changmin mientras abandonaba el comedor.
Después
de todo, mis sospechas resultaron ser ciertas,
pensó con amargura Changmin mientras estrellaba su puño contra un árbol. –Quise
ser gentil, pero ahora no tendré piedad Jaejoong-
.
