No todos los errores son malos, ¿o sí? (cap. 11)

Autora: Kammi YunJ.

Título: No todos los errores  son malos, ¿o sí? cap. 11

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“El anhelante deseo por verte no me permite considerar el olvidarte y dejarte fuera de mis pensamientos”

¿Cuántos días llevaba sin ver a su ángel, Yunho? 10 días para ser exactos. Yunho no lograba alejar a Jaejoong de su mente ni aun segundo. Le anhelaba y necesitaba. Aparte; necesitaba una explicación, ¿Por qué había desparecido así de su vida?, necesitaba saberlo. Había pasado por tanto antes de volver a verlo, 3 meses sin verlo y cuando le volvía ver; desaparecía y como si  aquello fuese poco, le llamaba y se despedía sin dar alguna  explicación. Y pese a que su corazón se negaba a ceder y volver a ser el mismo de siempre. Sin ninguna preocupación. Yunho estaba decidido a retomar su vida cotidiana y guardar en lo más profundo de su ser a Jaejoong. Sabía que olvidarlo no era una opción.

–Yunho– Llamo con voz curiosa Yoochun, luego de haber estado observando como el mencionado caminaba de un lado para otro en su oficina. Se ha vuelto loco, pensó.

Al ver a su amigo, Yunho no dudo en arrugar el ceño. No estaba de humor. – ¿Qué quieres? – pregunto mientras daba un hondo suspiro. Estaba fatigado.

–Tu padre te quiere ver en su oficina en 15 minutos. Espero que esta vez no lo ignores. Se molestara–

–Mmm…– Yunho ignoro la mirada frustrada de su amigo. Regreso a su escritorio. Tenía trabajo que hacer.

– ¿Estas bien? – Pregunto Yoochun. Aquella pregunta ya parecía rutina desde hacía 10 días atrás. Sabía que Yunho no estaba bien, y quería que este le dijese el porqué.

–Uff…– Yunho de inmediato rio, pero de forma amarga. Eso ya no sorprendía a Yoochun. –Estoy de maravilla, ¿no se nota? – Adorno su rostro con una enorme y falsa sonrisa. Su ánimo empeoraba cada día más.

Yoochun no dudo en arquear ambas cejas, ¿Yunho estaba bromeando, cierto? –Mmm… se nota– dijo con evidente sarcasmo.

–Ya te puedes retirar– Yunho abrió su laptop y comenzó a teclear. Y a Yoochun no le quedo más que retirarse.

Después de aquello, Yunho recargo todo su peso en su asiento. No tenía ánimos de nada, menos de ver a su padre. Más sabia que más tarde le reprendería si no acudía donde él.

–Así que no me queda de otra– balbuceó para sí, cerrando su laptop. Iría a ver que quería su padre.

***

– ¿para qué me has llamado, padre? – pregunto Yunho con rostro serio, y ante esto su padre sonrió de lado.

–Valla, hasta que te dignas a aparecer–

–Si. ¿Para qué me has llamado? – bufo ya un tanto irritado Yunho. No tenía tiempo para ser reñido por su padre.

El hombre pestaño un par de veces ante la actitud de su hijo. Decidió hablar de una vez: – La semana que viene será la cena de compromiso de tu hermana, y antes que te quieras negar a ir, déjame decirte que, iras y punto– Espeto el hombre, ignorando por completo el rostro molesto de su hijo.

–Iré– Se limitó a responder, estando por abandonar la oficina de su padre, sin embargo, antes de salir su padre le llamo.

–No olvides llevar pareja–

–No tengo– Bufo con amargura Yunho. Quizá si cierta persona no me hubiese abandonado, pensó con amargura.

–Lleva a la joven con la que últimamente sales. Es bonita–

Los ojos de Yunho se abrieron como platos, ¿Cómo demonios sabia su padre aquello? –Ella es solo mi secretaria. No es mi pareja y no me interesa como tal–

–Me agrada. Se ven bien juntos. Ya está, la llevas. –

Yunho rodo los ojos molesto, ¿su padre no bromeaba, cierto? Eso iba enserio. –Si acepta. Quizá la lleve– y dicho esto abandono la oficina de su padre. Llevar a su ahora secretaria no le desagradaba del todo, era alguien agradable. Y por muy extraño que sonase, no le atraía. O quizá sí, más tener a Jaejoong las 24 horas del día en mente no le permitía ver a la chica con otros ojos.

Aunque ella le recordaba a alguien…

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Los días habían transcurrido con lentitud para Jaejoong, había tratado de concentrase en las actividades que realizaba con sus amigos; ir a la playa, salir a pasear, etc.; mas no lograba sacar ni un minuto a Yunho de su mente. Era preso de sus sueños, esos que se empeñaban en torturarlo mostrándole una y otra vez el rostro sonriente de Yunho. Sus carisias, todo. ¿Se había enamorado? En efecto, por primera y quizá por única vez se había enamorado del perfecto Yunho. ¿Y él le correspondería?, Jaejoong lo dudaba.

Él podía morir de tristeza en vano, porque estaba seguro que Yunho ya le había olvidado. Una conquista más, eso fui, pensaba con amargura. Y pese a su estado de ánimo, cierta situación no había pasado por alto para él. Junsu y Changmin, algo pasaba entre esos dos y lo sabía. Notaba claramente que, mientras con él se comportaban como lo solían hacer, a solas se habían peleado algunas veces. Parecía que ya no se toleraban. ¿Las cosas podrían ir peor para el?, sus amigos peleando y actuando como extraños, y el pensando las 24 horas en Yunho. Ninguno de los tres estaba siendo sincero. ¿Por qué simple y sencilla mente no podía regresar todo a la normalidad?

–Jaejoong– Una tímida voz interrumpió los pensamiento del mencionado.

Al ver de quien se trataba, Jaejoong se sorprendió bastante. – ¿sucede algo, Changmin? –pregunto extrañado al ver que su amigo parecía nervioso.

– ¿Podemos hablar? –

Pestañeo un par de veces, aquello le parecía extraño. –Sí, claro. –

– ¿Podemos salir afuera? – Sugirió Changmin con algo de sonrojo en su rostro.

Jaejoong se extrañó aún más, ¿Qué le pasaba a Changmin?, los últimos días había sido muy amable y atento con el –cosa no propia del menor- ¿Dónde estaba el Changmin que había roto su móvil, que lo había tratado con despreció y hasta “cualquiera” lo había llamado, donde? –Sí, claro– murmuro no muy seguro Jaejoong, abandonando enseguida el sillón en que descansaba para ir tras su amigo.

Salieron de la enorme residencia y comenzaron a caminar cuesta abajo; donde la playa; ambos caminaron sin mencionar palabra, Changmin a cada paso que daba parecía más entusiasmado, y aquello comenzaba a aterrar al más bajo.

–Aquí está bien, ¿no crees? – sugirió un poco nervioso Jaejoong señalando un lugar con vista hasta la mansión. No se sentía seguro con Changmin.

Changmin lo ignoro, fue donde el tomándolo con un fuerte agarre por el hombro. –Sígueme– ordeno con voz seria. Jaejoong quedo paralizado.

Caminaron hasta estar bastantes apartados de la mansión. Aquello comenzaba a asustar a Jaejoong. ¿Qué estaba pasando?,  ¿Qué me va hacer? Se preguntó aterrado.

–Suéltame, Changmin. Me estas asustando– Jaejoong estaba indefenso.

Changmin lo miro por un momento, para después arquear los labios, tomo a Jaejoong por ambas manos de modo que este no se pudiese soltar y comenzó a hablar: –Me gustas–

¿Qué? ¿Qué? ¿QUÉ? El mundo se detuvo en ese momento para Jaejoong, su rostro palideció. No daba crédito a lo escuchado. Esto no puede estar pasando se repitió mentalmente.

–Me gustas. Me gustas demasiado, Jaejoong– Changmin se sentía liberado tras aquello. Haría que Jaejoong le correspondiese por sobre todo. Debe ser solo para mí, se dijo así mismo. Ignorando el rostro descolocado del mencionado.

–Lo siento. Dime que esto es solo una broma, Changmin. Yo no te puedo corresponder. Te quiero mucho, pero…

Antes de que pudiese decir algo más, sus labios fueron atrapados por el más alto. Estaba sorprendido. Esto no está pasando. ¡No está pasando! Se trató de convencer a sí mismo. Los labios de Changmin se movían por sobre los suyos, ¿se dejaría llevar? Por supuesto que no.

Con un débil movimiento logro alejar a Changmin, quien ya ejercía presión en su cadera. –Suéltame, no hagas esto. Por favor– rogo y su rostro de inmediato se llenó de lágrimas. ¿Por qué su mejor amigo le hacía esto?, ¿Por qué Changmin?

Changmin ignoro por completo aquellas palabras. El rostro lloroso de Jaejoong ya no le conmovía. ¿Por qué si se había entregado a Yunho, no se entregaba a el de la misma manera?, nuevamente atrapo los labios de Jaejoong, pero en un beso más exigente.

–Suéltalo– Junsu arrojo lo más lejos que pudo a Changmin. Su rostro era un poema. Estaba dolido. –Eres un maldito. ¡Te desconozco, Changmin!- un nudo comenzaba a formarse en su garganta. ¿Qué había sido de su amigo?

–Tú no te metas, fastidio– Changmin se reincorporo de inmediato, sintiendo en segundos como la palma de Junsu se estampaba en su mejilla. Quiso irse sobre su amigo y desquitarse. Sin embargo, quedo pálido tras ver como Jaejoong temblaba hundido en llanto, y el corazón termino por oprimírsele al ver como Junsu parecía tan lastimado y decepcionado.  ¿Qué había hecho?

Intentando no derramar lagrima alguna, Junsu fue donde Jaejoong para tomarlo entre sus brazos. “Dije que cuidaría de ti, ¿y ahora?, te falle”, pensó al limpiar algunas lágrimas que rodaban por las mejillas de su amigo. Changmin permanecía estático, contemplando aquella horrorosa escena, sus mejores amigos, a quienes quería por sobre todo. Estaban heridos por su culpa.

–Lo siento– susurro Changmin intentado acercase a ambos chicos que permanecían en la arena.

–Lárgate. No te quiero ver. Y Jaejoong igual, no te quiere ver– le grito Junsu con furia. Ya no aguantaba más y algunas lágrimas brotaron por sus ojos. –Vete, Changmin–

Tras aquello, Changmin decidió huir de ahí. Ya no soportaba ver aquello. Eres tu quien ha causado esto, internamente se recriminaba aquello.

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Chan~ chan~ ¿y ahora que pasara?

Espero que les haya gustado >o< besos...

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