No todos los errores son malos, ¿o si? (cap. extra + epilogo)


“Incluso si has sido un error en mi vida, eres un error que  repetiría una y mil veces”

 ***

Habían pasado exactamente 2 meses que estaba en hyeopjae, y si de algo estaba seguro Jaejoong, era que moriría si no veía a Yunho. Lo había intentado, rayos que lo había intentado, pero olvidar al moreno era más que imposible, ¿Cómo podía olvidar aquellas últimas palabras de Yunho?  <<Te amo>>  aquellas 2 palabras eran suficientes para voltear de una y mil maneras su mundo. Aun y a pesar de los meses que habían pasado, la garganta de Jaejoong ardía, ardía por la necesidad desenfrenada de ir en busca de Yunho y decirle que él también lo amaba, que lo perdonara por todo lo que había dicho. Pero no era tan fácil, ¿cierto? Era fácil planearlo y desearlo… pero que Yunho le escuchara o aceptara después de lo que había dicho… dudaba que si quiera fuese posible.

 

Las cosas con Soo iban bien, no lo podía negar, su hermana parecía hacer todo a su alcance para que fuese feliz. Junsu y Changmin igual hacían su parte, incluso se habían vuelto más alegres, tratando de que su alegría llegara a él, pero no podía. Ni si quiera todo aquel esfuerzo que Soo y sus mejores amigos hacían era suficiente para eliminar algo de la tristeza que ahora habitaba en su ser.” Es por tu bien”  aquellas palabras retumbaban en su cabeza, “es por tu bien, Jaejoong” le había dicho Soo, hacia algunos días, ¿por su bien? Dudaba que estar lejos de la persona que amaba fuese algo que le hiciese bien. Yunho, el tan solo recordar aquel nombre, llenaba su ser de una inmensa soledad y tristeza. Ver a Yunho era una necesidad que rogaba su cuerpo.  Poco más tarde se percató que la noche había llegado, al parecer había pasado todo el día sumido en sus pensamientos sentado a la orilla de la playa.

 

—Jaejoong — Una suave voz le llamo, de inmediato supo que era Junsu.

 

— ¿Qué sucede, Junsu? — Pregunto, abandonado el lugar en el que había pasado el día.

 

Junsu suspiro un par de veces, haciéndole saber Jaejoong que este estaba preocupado por él, su rostro lo delataba.

 

—Sigues pensado en Yunho, ¿cierto? —

 

¿Pensar en Yunho? Cada instante, ciertamente, —No, Junsu — mintió, esperando que su amigo no hablara más del tema.

 

—Jaejoong, sabes perfectamente que es imposible que Changmin o yo nos creamos eso. Es evidente que sigues pensado en el —

 

Tras aquello, Jaejoong guardo silencio, sintiéndose apenado, al parecer por más que intentase ocultar su estado, sus amigos lo habían descubierto.

 

—Si — unió sus manos y comenzó a jugar con ellas, nervioso: —sí, sigo pensando en él, Junsu. ¿Qué esperas que haga? Estoy enamorado —

 

Por primera vez lo decía, por primera vez admitía que estaba enamorado en voz alta, aquello le había hecho sentir un poco más ligero.

 

 

—Eso lo sé, es muy evidente. ¿Y sabes? Te comprendo. Sé cómo te sientes, es decir amar a alguien y no podérselo decir por miedo, en tu caso, por miedo a que Soo resultase herida. Aunque… — Junsu hizo una repentina pausa, llamando la atención de Jaejoong.

 

— ¿Qué, Junsu?

 

— ¿tú de verdad crees que Soo sienta algo por él? Es decir tú hiciste todo eso de rechazar a Yunho, pero… ¿y qué pasa si Soo no sentía nada por Yunho? ¿Qué hay con eso? ¿Se lo has preguntado? —

 

Jaejoong quedo por un momento en silencio, aquello era verdad, —No lo creo, Junsu. Estoy seguro que Soo si sentía algo por Yunho, parecía muy decepcionada cuando… — ni siquiera era capaz de recordar todo lo que dos meses atrás había sucedido, aun le constaba creer que Soo y Yunho hubiesen tenido una relación, y lo peor, que Soo hubiese encontrado a Yunho con él. Ella debía seguir muy decepcionada.

 

—Está bien, no hay necesidad de hablar de aquello. Pero, creo que ya es tiempo de que tú y Soo dejen de fingir que no pasó nada, y hablar del tema —Dijo Junsu, adornando su rostro con una cálida sonrisa.

 

—Lo hare — Jaejoong devolvió la sonrisa y comenzó a caminar junto a su amigo. Primero cenaría y después iría a hablar con su hermana, ya era momento de que se hablara de todo lo sucedido. Tenía que saber si Soo realmente sentía algo por Yunho o no. Aunque debía admitir que se sentiría un tremendísimo idiota si Soo decía que no. Entonces habré arruinado lo mejor que me pudo pasar, pensó.

 

 

—Soo…

 

—Ya sé de qué quieres hablar, Jae— le interrumpió ella, la sala estaba sola, Junsu y Changmin habían salido a pasear a la playa, —sigues pensando en Yunho, ¿eh? —

 

Tras aquello, el rostro de Jaejoong se enrojeció enseguida, hablar con Soo de Yunho no le dejaba ningún buen sabor de boca, —Si, quizá— se limitó a responder.

 

—“quizá”, no es una respuesta, Jae— ahora el rostro de Soo se mantenía serio, adornado con un semblante casi sombrío, — ¿te sigue gustando, verdad? — suspiro, dejando caer ambas manos a los costados del sillón en el que estaba, parecía un poco decepcionada.

 

¡Oh, no!

 

— ¿Tan malo sería si así fuera? — demando una respuesta Jaejoong, estaba nervioso, no sabía cómo podía reaccionar Soo, su hermana le había dejado claro que a veces se podía desquiciar. Le aterraba.

 

—Jae— Soo se levantó del sillón en el que estaba, y fue donde Jaejoong.

 

Ante esto, Jaejoong cerró los ojos, ya sabía que venía. Pero contrario a lo que esperaba, Soo le abrazo.

 

—Lo siento, Jae— Jaejoong quedo sorprendido ante aquello —No sé qué fue lo que me ha pasado, quizá y era que tenía miedo de no saber cómo manejar la situación. Tenía miedo de que te hirieran…— Soo hizo una larga pausa, sus ojos comenzaban a enrojecerse.

 

—Soo, no fue así…

 

—Hey, deja que termine— ella sonrió y luego prosiguió, —Tenía miedo de que alguien llegase a tu vida y te dañara, sin embargo. He sido yo quien te lastimo con mi egoísmo. Lo siento—

 

¿Qué era aquello? No podía creer lo que su hermana decía. Era casi indescriptible el sentimiento de felicidad que se comenzaba a alojar en su pecho.

 

— ¿Lo dices enserio, Soo? — pregunto, aun incrédulo.

 

****

 

 

 

—Yunho, por amor de dios, dime que ya vas a quitar esa cara—

 

—No, Yoochun. No tengo otra cara—

 

¿Cómo le podía pedir aquello Yoochun? ¿Qué no se daba cuenta de cuan mal se encontraba? 2 jodidos meses, se repitió mentalmente, causando que nuevamente su pecho doliera. Aun no podía asumir el rechazo de Jaejoong, aún le costaba un infierno hacerse a la idea de no ver más a su ángel. Había ido tantas veces como le fue posible al departamento de ambos hermanos, rogando poder hacer entender a Soo que amaba a su hermano y rogando que Jaejoong lo aceptara, sin embargo, sus esperanzas habían quedado colgadas cuando un buen día una vecina le informo que ambos estaban de viaje. Si de él hubiese dependido, habría ido corriendo en su búsqueda, pero la mujer no le había querido decir a donde habían viajado. Ahora, lo que menos podría venir a pedir Yoochun era que pusiera buena cara, ¿con que motivo?

 

— ¿Sabes que no puedes estar así para siempre, verdad? — Yoochun sacudió un poco a Yunho, su evidente preocupación, irrito a un más a Yunho.

 

—Yoochun, deja de estar jodiendo. Ya te he dicho que estoy muy bien—

 

—No lo estas—  protesto Yoochun. —Llevas jodidos dos meses que pareces zombi. Hombre, no te puedes poner así solo porque un crio te ha rechazado.—

 

Yunho podía asegurar que ya había perdido la cuenta de las veces que su amigo le había dicho aquello, quizá tenía razón, ¿Qué demonios hacia el sufriendo por un crio? Claro, esa idea no tenía espacio en su mente, su corazón y mente parecían estar de acuerdo en negarse a olvidar a Jaejoong.

 

—Ayer llegaron— dijo, llamando la atención de Yoochun, ahora este le miraba curioso.

 

— ¿A qué te refieres con “ayer llegaron”? —

 

Yunho suspiro, agotado y exasperado, aun le costaba trabajo comprender en que momento Yoochun se había convertido en su paño de lágrimas, ahora sentía que le debía contar todo.

 

—Soo y… Sooyon y Jaejoong llegaron ayer de su viaje, me lo dijo un contacto—

 

— ¿Y qué harás? No iras a ir a que te rechace de nuevo Jaejoong ¿o sí? — Pregunto Yoochun, con cierto aire de incredulidad.

 

—No, iré a hablar con Soo—

 

***

 

 

 

Decir que las cosas marchaban mejor para él, sería la más grande mentira del mundo. Para Jaejoong cada día se hacía más insoportable e incluso ya había perdido la cuenta de las noches que había dormido después de llorar por horas. No podía, simplemente no podía seguir sin ver a Yunho. Soo le había dicho que, en efecto ella no sentía nada por Yunho, sin embargo, aquello no era de mucho consuelo, el ya había rechazado a Yunho, ¿con que cara iba a ir decirle que lo amaba?

 

Abrió la puerta del departamento, el día había sido un asco, ni quiera las constantes bromas de Junsu, le había levantado el ánimo.

 

—Jaejoong—

 

La suave voz de Soo le saco enseguida de sus pensamientos. No le sorprendió ver que su hermana parecía más seria de lo normal, posiblemente lo regañaría por no haber hecho los deberes que le correspondían.

 

— ¿Qué sucede, Soo? — pregunto, al ver que esta solo le miraba, parecía ahora un poco dudosa.

 

—Jae, hace algunos días hablamos de “algo” y ahora quiero que me respondas—

 

¿Algo? Se preguntó Jaejoong, ciertamente no recordaba de qué le hablaba su hermana, “¿estás enamorado de él, de Yunho?” recordó de inmediato, así mismo recordó que no había respondido nada, las palabras simplemente no habían hecho acto de presencia tras aquel cuestionamiento. Ahora, le sorprendía que Soo retomara aquella conversación.

 

—Sí, Soo. Estoy enamorado. ¿Feliz? — No comprendía porque su hermana hacia aquello, ¿Qué no se daba cuenta de cuan dañino era para el hablar de aquel tema?

 

—Jae— Soo dejo de lado lo que hacía en la cocina y tomo asiento, —Jae, sé que he actuado como una idiota, lo sé. Mira que haberte abofeteado solo por saber que te gustaba un chico, bueno, yo realmente lo siento. Sé que no te puedo juzgar por ello ¿Quién soy yo para hacerlo?...

 

La vista de repente comenzaba a ponerse algo nublada para Jaejoong, ¿su hermana lo estaba aceptado?

 

—… Creo que actué como una desalmada, ¿sabes? Yunho no es tan malo. Después de analizar algunas cosas, comprendí porque el solía estar tan triste, recordé que los primeros días después de tu partida, algunas compañeras rumoraban que jamás lo habían visto tan triste. Y, entonces hasta hace poco comprendí que era por ti…

 

Algunas lágrimas ya rodaban por la mejillas de Jaejoong, no comprendía con que afán le decía aquello Soo. Saber que Yunho había sufrido por él, le hacía perder aún más la esperanza de que este le perdonara. Seguramente ahora lo odiaba.

 

—Soo, gracias por todo lo que has dicho, pero ya no es necesario— Dijo, sin poder mantener la voz.

 

—Claro que sí, además— ella sonrió, y después saco una pequeña tarjeta del bolsillo de sus jeans. —Mientras hacía algo de limpieza, me encontré esto, quizá y te sirva a ti más que a mí—

 

Jaejoong tomo la pequeña tarjeta, tras leer su contenido, quedo atónito. —La dirección de Yunho, ¿Por qué? —

 

—Porque si dos personas se aman, deben de estar juntas. Él no me agrada para ti, pero si tú lo amas, ¿dime que puedo hacer? Tarde que temprano el vendrá a ti o tu iras a él, yo no lo voy a poder evitar. Además, no quiero verte triste. —

 

Tras aquellas últimas palabras, Jaejoong tiro su mochila en algún lugar del apartamento, no había nada más que esperar, no podía perder ni un segundo más, tenía que ver a Yunho. No le importaba si el moreno ya no lo quería ver, el acamparía si era necesario, fuera de su departamento, haría todo por merecer una segunda oportunidad.

 

¿Qué hago? Se preguntó, ahora permanecía frente a la puerta del departamento de Yunho. Su pecho subía y baja como un loco. Hazlo, hazlo ya, se dijo así mismo, llevando enseguida la mano al timbre.

Lo primero que visualizo, fue a Yunho, este parecía agitado, era como si le estuviera esperando, —Yunho— susurro, sintiendo que su corazón saltaba de alegría. Sin permiso alguno, salto a los brazos del mas alto, no podía esperar ni un segundo más, había esperado más de dos meses por un abrazo de la persona que amaba. Se aferró, tanto como pudo a Yunho, quería grabar cada instante que permaneciera en los brazos ajenos.

 

—Jaejoong— Le susurro Yunho al oído. Causando que de inmediato una corriente eléctrica recorriese cada milésima de su cuerpo.

 

—Yunho—

 

—Estas aquí— Dijo Yunho, enterrando su rostro en el cuello de Jaejoong.

 

Creo que moriré, pensó, al sentir como los cálidos labios de Yunho se posaban en su cuello.

 ~~~

—No creí que vendrías— Dijo Yunho, ahora contemplaba el sonrojado rostro que sostenía con ambas manos. Tan adorable, pensó. Aun no podía asumir que Soo hubiese cumplido con su palabra, tan solo horas atrás había hablado con la mujer, “¿Lo dejaras estar conmigo si él te dice que me ama?” le había dicho Yunho, luego de haber mantenido una nada grata conversación con Soo, “Lo hare, si él te ama, no me voy a interponer. De lo contrario, no quiero volver a verte cerca de Jaejoong, ¿entiendes? Aun en aquel momento había dudado de la mujer, pero ahora, tenía a su ángel en sus brazos, no necesitaba ya nada, su ángel lo amaba, muestra de ello era el que ahora estuviese ahí.

 

—Tenia… tenía que venir, Yunho. Por favor perdóname…

 

—Está bien, Jaejoong. Sé que la situación de aquel entonces te orillo a decir aquello— Yunho acerco el rostro de Jaejoong a la altura de sus ojos. Amaba aquel chico, lo amaba. Con un poco de prisa, llevo de inmediato sus labios a los de su ángel. Sonrió satisfecho al sentir que el menor correspondía.

 

—Te amo, Yunho. Te lo he querido decir desde la primera noche que…— Jaejoong hizo una pausa —hicimos el amor— susurro, su rostro se había puesto aún más sonrojado que antes.

 

Yunho sonrió, llevado sus labios a cada rincón del suave rostro de Jaejoong, lo amaba, lo amaba tanto que quemaba. Y ahora que sabía que su ángel lo había amado desde aquel día le hacía aún más feliz.

 

—Yo también te amo, Jaeboo— le susurro.

 

— ¿Jaeboo? —

 

Ahora Jaejoong adornaba su rostro con un adorable mohín, ¿Cómo había podido vivir sin aquello? Yunho admiro encantado al bello ser que tenía frente a él, lo desea por el resto de sus días.

 

—Jaeboo, suena bien. Tu eres adorable y creo que suena bien ¿no? —
 

 

***

 

 

 

EPILOGO:


Los meses habían pasado volando para Jaejoong y Yunho. Llevaban ya 6 meses como pareja, y aunque al principio Soo había puesto el grito en el cielo, ahora parecía que se hacía a la idea de ver a Yunho todos los días devorando a su hermanito.
Por otra parte, los padres de Yunho habían sido otro caso, al padre de Yunho le había dado igual el que su hijo hubiese llevado a la boda de su hija a Jaejoong como pareja, mientras tuviera una relación estable, el hombre aprobaría a cualquiera. La madre de Yunho había aceptado gustosa a Jaejoong en la familia, en resumidas palabras: la familia de Yunho no había sido un obstáculo. En lo que refirió a Changmin y Junsu, estos no se cansaban de amenazar cada vez que podían a Yunho, ya le habían jurado que lo matarían si dañaba a su amigo. Yoochun era otro caso, el y Jaejoong se habían vuelto buenos amigos, y al parecer Yoochun se había convertido en el mayor soporte la pareja, siempre dando consejos a ambos.

 

— ¿Y entonces que dices? — Yunho sostenía de las caderas a Jaejoong, no había permitido que su ahora rubio novio huyera, llevaba poco más de un mes insistiéndole que fuese a vivir con él, después de todo ya era mayor de edad.

 

—Pero… ¿y Soo? ¿No crees que se moleste? Ella creerá que es muy precipitado—

 

—Claro que no. Además— Yunho embozo una pícara sonrisa, —no es cómodo que tu hermana nos encuentre seguido haciendo el amor aquí, en su departamento—

 

— ¡Yunho! — Jaejoong de inmediato llevo ambas manos a su rostro, parecía avergonzado —Es tu culpa, ya te he dicho que lo podemos hacer en tu departamento—

 

—Vale, como sea. Entonces ¿Qué dices? ¿Si vas a venir a vivir conmigo? — Yunho comenzaba a jugar ya con el delicado cuello de su ángel, lo convencería.

 

—Pero…

 

—No más peros— Dijo Yunho, adornando su rostro con una seria mirada, — ¿hay algo que me quieras decir? —

 

—Yunho, yo… si quiero ir contigo a vivir, pero… ¿Qué pasa si te terminas aburriendo de mí? Es decir, estaremos viviendo en el mismo lugar—

 

Yunho sonrió, comprendía que aun y después de todo lo que su ángel y el habían vivido este desconfiara. —Kim Jaejoong, yo podría vivir las 24 horas del día y los 7 días de la semana abrazado a ti, ¿y sabes qué? Jamás me aburriría de ti, incluso creo que me haría aún más adicto a ti—

 

Tras escuchar aquello, Jaejoong no supo que más decir, ¿Qué podía decir? Yunho hacía ya mucho se había llevado toda su racionabilidad con él, ahora él era de Yunho y Yunho era de él, no podían aburrirse nunca el uno del otro.

 

—Entonces vivamos juntos—

 

—Hasta que nuestros corazones dejen de latir— Dijo Yunho, arrastrando consigo a Jaejoong a la habitación de este.

 

—Y aun después de ello— susurro Jaejoong, aferrándose a la persona que amaba con todo su ser, a Yunho.

 

***

“Incluso un error se puedo transformar en la más bella casualidad”

 

FIN…

No todos los errores son malos, ¿o si? (cap.15: final)


Incluso si quisiese huir, desaparecer o simplemente olvidarte, no podría porque tu ya estas tatuado en mi alma.

 

***

Jaejoong observo, aun incrédulo, al hombre que su hermana ahora  tomaba por el brazo, era Yunho. Su mente no le estaba jugando ninguna ilusión, a tan solo medio metro de él estaba la persona por la que había regresado a Seúl. Su corazón al igual que todo en él se había roto en millones de fragmentos. No quería ni podía asimilar lo que sus oscuros ojos veían. Quiso huir del lugar, implorando con todo su ser pasar desapercibido para Soo, quien parecía perdida en Yunho; bajo la mirada hasta el piso, no podía seguir viendo más aquella escena, giro automáticamente su cuerpo, dispuesto a huir lo más pronto posible del lugar, no deseaba que Yunho y Soo lo vieran derrumbarse. Y mucho menos deseaba seguir viendo a la persona que amaba ser sujetada por su hermana. Sin embargo, tal y como le venía pasando desde hacía ya un tiempo, la suerte no estaba de su lado. La suave voz de Soo le llamo, haciéndole saber que la tortura recién comenzaba. ¿Por qué, Yunho? ¿Por qué Soo? Se preguntó con dolor. Hizo caso omiso a su parte racional que rogaba subir a su habitación y liberar las lágrimas contenidas, se giró por completo, dándole la cara a Soo y a Yunho, tratando de contener las lágrimas, tratando de ocultar su dolor con una forzada sonrisa.

 

what should I do? (Cap.2)


Capítulo 2-



Yoochun nos ha dejado ya en departamento de Changmin, luego de unos 10 minutos de recorrido. Ha sido muy amable, por cierto. En el corto transcurso del aeropuerto al departamento; nos ha comentado que viene a la boda de uno de sus mejores amigos. ¡Valla! <<Nosotros igual>> comente, algo sorprendido. <<Valla, que casualidad>> comento igualmente él. Sin embargo, Changmin comenzó a hablar de no sé qué cosas con Yoochun, y yo perdí el hilo de la conversación. Por un momento me pregunte algo curioso; si podría ser que la boda de Junsu fuese la misma a la que viene Yoochun. ¿Podría ser eso posible? Estuve por preguntárselo, pero justo en ese momento llegamos a nuestro destino. Posiblemente fue lo mejor, quizá y quedaba como un tonto por preguntar aquello.

El novio perdido (Cap. 6)


Autora: Kammi YunJ.

Título: “El novio perdido”

Cap. 6



***


En el despacho de la familia Kim, ahora mismo se podía percibir un ambiente tan tenso, que se podría tocar –literalmente- no salía palabra de 2 los presentes, pues parecía que cualquier cosa que dijesen, sería un paso en falso. El señor Kim, esperaba ya algo impaciente, a que su esposa por fin abriese la boca y le dijera de una vez por todas que planeaba. Su hijo llevaba algunas semanas desaparecido. No sabían nada de él, y pese a lo que el mismo Jaejoong creyese, al hombre le interesaba. Era su hijo.



El hombre ya abrumado por el incómodo silencio que les acompañaba, decidió aclarase la voz.  Si su mujer no hablaba, él lo haría. Sin embargo, la mujer se le adelanto…



–Lo he decido- la señora Kim, sin más ideas, u opciones por el momento, había decido dar aviso a las autoridades. Claro, no sin antes, advertirles que, la búsqueda de su hijo tendría que ser algo muy discreto.



– ¿Estas segura?- pregunto el señor Kim, quien aún se mantenía con serenidad y calma ante lo que estaba sucediendo. -¿Crees que sea suficiente?- pregunto el hombre, aun dudoso de la forma en que su esposa manejaba la situación.





El hombre adornaba su rostro con mirada seria, y casi fría. Un destello de desilusión se hacía presente fugazmente en su interior. Esperaba más de la mujer. Que desistiera de sus ideas, esas que solo la beneficiaban a ella. ¿Acaso no podía pensar por una vez en su vida como una madre, y no como una mujer de  negocios?


Ciertamente, el señor Kim comenzaba a hartarse de la actitud de su esposa. Claro que la idea de perder una ENORME suma de dinero  -todo por la huida de su hijo- no le hacia ninguna gracia, en absoluto. Sin embargo, comenzaba a cuestionar el tan práctico método que habían utilizado para cerrar tan importante trato.



-Por supuesto, no quiero que esto se haga un chisme, ¿sabes cómo quedaría?, por dios,  soy alguien respetable, y no tengo ni la más mínima intención de ser la burla de nuestras amistades, todo porque al idiota de Jaejoong se le ocurrió huir.- la mujer estaba furiosa. 9 días tenía exactamente para encontrar a su inútil hijo, o tendría que anunciar que había perdido a un hijo. Tan triste.




Sería una lástima, pero algún Kim, ya fuese Junsu o Heechul tendrían que tomar el lugar de Jaejoong… aquello le dolía a la mujer tanto como… oh, vamos, eso le daba igual a la mujer


***



La cabeza de Yunho parecía estar hecha un lio, después de que un no contemplado chico –con amnesia, para rematar- hubiese  entrado en su vida. Aquello le resultaba tan poco probable, ¿Qué probabilidades tenia alguien normal de encontrarse en la situación en que él ahora estaba? Ciertamente dudaba que fuese algo muy probable. Y a aquello se le podía agregar que, pese a los pocos días que lleva aquel huésped llamado Jaejoong en su casa, le comenzaba a producir ciertas sensaciones y vibraciones que le molestaban. No se arrepentía de haberlo salvado, para nada, más sin embargo, si se recriminaba haberle llevado a su casa. Cuanto deseaba abrir los ojos y descubrir que todo aquello había sido un mal sueño.


Pero el destino no le jugaba a su favor…


La mañana llegaba y con ello una incógnita para Yunho, ¿Jaejoong seguía ahí, en su departamento? y si, Jaejoong, el huésped inesperado, como Yunho le había nombrado, ahí estaba en la pequeña cocina preparando el desayuno. Tan bello como el día anterior.  Tan bello que hasta dormido encantaba a cualquiera, y de eso, Yunho podía dar fe, luego de ser básicamente obligado por el  más bajo a compartir la cama con él la noche anterior. Se había negado rotundamente, sin embargo, el chico había alegado que, ambos eran hombres y no debía de haber algún problema en compartir cama –Claro, nuevamente Yunho no compartía aquella idea- Accedió en contra de su voluntad. Y cabe mencionar que  solo alguien había dormido esa noche. Y no, ese no había sido Yunho, quien para su excelente suerte; tuvo que regresar el corazón varias veces, tras inconscientemente encontrarse con el bello rostro de su huésped.



Definitivamente Yunho era alguien con bastante mala suerte, o eso quería pensar el moreno. Luego de pasear su mirada algunas veces por su huésped. Busco una pequeña silla, y sin más, dejo todo su peso caer sobre esta.  Veía con mirada seria como Jaejoong tarareaba alegre alguna melodía -que le resultaba totalmente ajena- mientras proseguía preparando el desayuno. ¿Por qué Jaejoong se veía tan bien, mientras el lucia cada día peor?


Eso no era Justo…



–Yunho Jaejoong llamo con voz tímida, luego de notar como el mencionado parecía estar de pésimo humor, aquello lo comenzaba a asustar. ¿Estaba haciendo algo que molestara al moreno?




–Ignóralo– Changmin, quien recién llega al lugar, entro con una burlona sonrisa adornando su rostro luego de ver el estado de su amigo, quien solo los ignoro tanto a él como a Jaejoong.



–Pero…– Jaejoong quiso hablar, sin embargo, realmente no tenía nada que decir, ¿ignorar a Yunho? Aquello no le parecía algo muy sencillo, la noche anterior había estado muy nervioso al sentirse tan cerca del moreno. Compartir recamara con él por algún motivo le descoloco un poco. ¿Por qué?



Después de que el desayuno estuvo preparado, al igual que la noche anterior, Jaejoong y Changmin conversaron amenamente, hablando de cualquier cosa u idea que les venía en mente a ambos chicos. Por otro lado, Yunho solo se limitó nuevamente a comer sus alimentos en silencio, planeaba salir a buscar empleo y dejar a Changmin a cargo de su huésped, la idea no le agrada del todo, mas no tenía más opciones.



–Changmin– Hablo por fin Yunho, llamando la atención tanto del mencionado como de Jaejoong, quien lo veía curioso. – ¿Puedes ir hoy con Jaejoong al hospital donde lo atendieron? –



– ¿Hoy no vendrás tú? – pregunto de forma apresurada Jaejoong. La actitud de Yunho comenzaba a asustarlo. ¿Ya lo quería lejos, cierto?



Yunho suspiro pesado tras ver la mirada suplicante del más bajo, de verdad lo quería ayudar, sin embargo, tenía sus propios problemas, además ¿que no Changmin le agradaba bastante?, pues ahí tenia, que él lo acompañara.



–Por mí no hay problema– Changmin sonrió de nuevo de forma burlona a su amigo, tras haber presenciado de nuevo aquella extraña tención que comenzaba a existir entre Yunho y Jaejoong.


Interesante.


–Perfecto. Me encantaría ir con ustedes– dijo con voz suave Yunho, dirigiéndose a Jaejoong –Pero tengo algunos pendientes que arreglar, además no soy muy fanático de los hospitales– dijo esto último con un inconsciente mohín, que fascino a Jaejoong secretamente.



–Podemos ir a otro lado– sugirió de manera inmediata Jaejoong, sorprendiendo a Yunho.



–No lo creo, Jaejoong. Quizá tu familia ya se ha puesto en contacto con el hospital en que te atendieron. Estoy seguro que si vas tendrás noticias de tu familia– La voz de Yunho sonaba firme, sin embargo, cierto tinte de tristeza se podía apreciar acompañando aquellas palabras.



–Anda, Jaejoong. Yunho tiene razón, estoy seguro que si vamos a ese hospital obtendremos información. – Animo Changmin.



–Mmm… si– Jaejoong asintió no del todo contento. Algo en su interior parecía querer negarse a la idea de volver a su vida normal, ¿sería aburrida?, tenía tantas preguntas, que, a decir verdad tenía miedo de saber las respuestas. ¿Quién era él?



–Jaejoong, ¿te sientes bien? – pregunto Changmin interrumpiendo los pensamientos del mencionado, quien solo asintió con una leve sonrisa.



Yunho apreció por un momento aquella escena, sintiendo que algo en su interior se removía. Tú tienes una vida y yo igual ya tengo una vida. Tan diferentes. Aquel pensamiento paso con amargura por su mente, mientras daba un último vistazo a su huésped. –No le hagas nada raro– susurro Yunho, tratando de sonar despreocupado. Causando que Changmin le sonriera, para después sin decir nada le guiñara el ojo.




–Nos vemos más tarde, Yunho– se despidió de manera tímida Jaejoong tras cerrar con pereza la puerta para marcharse junto a Changmin al hospital. Yo no quiero volver ahí, pensó mientras cerraba casi con gesto de dolor la puerta tras él. ¿Por qué hoy no viene Yunho? Con aquel pensamiento se alejó del pequeño departamento.



Yunho sonrió por un momento, para después adornar su rostro con mirada seria. Tendría que dedicarse todo el día a buscar empleo. Lo necesitaba, además de que, posiblemente salir le haría bien.




Lejos de todo, lejos de el...


~~~


Jaejoong se dedicó a caminar con paso lento. No se sentía alegre. En absoluto. La idea de asumir una vida de la cual no tenía recuerdo alguno, no le causaba ni la más mínima alegría o sentimiento de anhelo. No tenía mucho de conocer a Changmin y a Yunho y aun así, prefería estar en compañía de aquellos dos y deslindarse de esa vida que ya no formaba parte de su presente. No tenía prisa por encontrar a su familia y aquello lo descolocaba. Posiblemente estaba actuando de manera egoísta ¿cierto? Su familia podía estar tan desesperada y preocupada. Y eso ciertamente no le parecía importar, pero eso está mal, se dijo así mismo.


Durante el camino vacilo un par de veces sobre la ubicación del hospital donde había sido entendido. No recordaba la ubicación, pero el nombre del lugar si lo recordaba. Dudo un par de veces hasta que por fin accedió a darle dicho detalle a Changmin.


–Se dónde está el lugar– dijo Changmin, inexplicablemente con un semblante algo serio que pasó desapercibido para Jaejoong. –Esta algo lejos de aquí, así que hay que apresurar el paso–


– ¿Crees que le agrade a Yunho? – Jaejoong pregunto, ignorando el rostro de Changmin que parecía confundido.


–Si, Jaejoong. Le agradas, es solo que Yunho tiene una forma muy… ¿como decirlo? especial de ser. Ignóralo si parece enojado– Changmin le brindo una reconfortante sonrisa a Jaejoong.


Ante aquello Jaejoong soltó el oxigeno de sus pulmones, saber aquello le quitaba un peso de encima, solo esperaba que Changmin no mintiera para hacerlo sentir bien.


–Jaejoong, ¿hay algo que te moleste, Yunho te ha dicho algo? – El rostro de Changmin se torno serio, haciéndole saber a Jaejoong que este se preocupaba por el.


Jaejoong sonrió, ya mas relajado. Negó con la cabeza y miro hacia el cielo; no había notado que el día estaba soleado y casi perfecto.


–Yunho no me ha dicho, ni hecho nada. Es solo que a veces actúa un poco raro– rio bajito –Debe de sentirse un poco incomodo conmigo. Es decir, soy un desconocido que apareció de la nada– tras aquellas palabras, Jaejoong se encontró sintiendo como un nudo se formaba en su garganta. No le gustaba la idea de ser solo un desconocido para Yunho.


–Solo ignora a ese tipo raro, Jaejoong. Ya tendrás tiempo para conocerlo– Dicho aquello, Changmin comenzó a caminar, parecía que sabia perfectamente a donde iba; Jaejoong lo siguió en silencio, preguntándose si tendría realmente tiempo para conocer a Yunho, ¿Qué pasaba si después de encontrar a su familia no volvía a ver a Yunho y a Changmin?


Después de una larga caminata Jaejoong se detuvo, ¿cuanto habían caminado? observo a Changmin que le miraba serio.


–Jaejoong, llevo bastante rato llamándote, ¿de verdad estas bien? –


Aquello era el problema, Jaejoong no se sentía lo suficiente seguro de saber como se encontraba, de  como se sentía realmente–Si, Changmin, de verdad, estoy muy bien– Respondió, poniendo una enorme sonrisa en su rostro, jugo un par de segundos con sus manos, estaba nervioso por lo que estaba por decir: –Creo que no deberíamos ir al hospital– dijo aquello e inmediato cerro los ojos, ¿como demonios podía sugerir eso?


–Jaejoong, estamos frente al hospital, por si no lo has notado– Changmin dijo, sin dejar de adornar su voz con un aire de diversión. –Mira, si estas nervioso yo puedo entrar al hospital y pedir algo de información, ¿Qué te parece? –


La idea le agrado a Jaejoong, sin embrago, no quiso aprovecharse de Changmin, tanto como Changmin y Yunho ya habían hecho bastante por el. –No, yo iré contigo– alzo el pulgar a Changmin, tratando de parecer tranquilo.


Ingresaron en el lugar, no era un hospital grande ni lujoso, era todo lo contrario. Caminaron por un estrecho corredor de paredes blancas, a los lados había algunas bancas y en estas había alguna gente. Las enfermeras iban y venían de un lado a otro, ninguna parecía tener el suficiente tiempo para poder hablar con Jaejoong o Changmin, pero antes de dirigirse a la ventanilla de atención una agitada voz se atravesó a su paso.


Jaejoong sonrió a la mujer que reconoció de inmediato, la enfermera que le había atendido y… sacado del hospital. Aun aquello le parecía extraño.


La mujer parecía sorprendida, miraba a Jaejoong como si se tratase de algún fantasma, acarició su frente y despùes con únicamente señas les indico a ambos que la siguieran.


No les explico gran cosa, más si les había pedido que no volvieran al lugar, en especial a Jaejoong.


–Si alguien viniese a buscarte yo misma me asegurare de llamarte, ¿vale? – dijo la mujer.


Changmin le había dado su número a la mujer por si alguien de la familia de Jaejoong aparecía en su búsqueda; y al parecer hasta el momento nadie había ido en busca de Jaejoong.

–Eso fue extraño– Changmin dijo, luego de que la mujer desapareciera con evidente prisa.


–Lo se– Aun le resultaba todo un enigma a Jaejoong saber que tanto se traía aquella mujer, dudaba que se tratase de alguien mala, pero… su actitud no ayudaba.


Sin más que hacer ambos decidieron volver al pequeño apartamento de Yunho, durante el camino Jaejoong le había comprado algunas golosinas a Changmin. Changmin era realmente, quizá, la persona mas curiosa que Jaejoong podría conocer. Nuevamente Yunho le vino a la mente, de verdad esperaba poder conocer a aquel moreno de mirada enigmática y brillosos ojos.


Al llegar al viejo edificio, una sensación de tranquilidad se apodero de Jaejoong, era como regresar a un lugar realmente seguro, donde no había nada que temer, ante aquel pensamiento sonrió, se sentía bien regresar a “casa” subieron por las sucias escaleras, sin embargo a poco de llegar al departamento Changmin se detuvo abruptamente.


– ¡Diablos! –


Jaejoong alejo sus pensamiento de inmediato, ahora miro con el ceño fruncido a Changmin, que parecía estar viendo algo desagradable. Miro en dirección a donde Changmin veía, y no puedo sentir que algo se enredaba en su vientre al ver a Yunho con una mujer, parecía que ambos planeaban entrar al pequeño departamento.