what should I do? (Cap.2)

Capítulo 2-

Yoochun nos ha dejado ya en departamento de Changmin, luego de unos 10 minutos de recorrido. Ha sido muy amable, por cierto. En el corto transcurso del aeropuerto al departamento; nos ha comentado que viene a la boda de uno de sus mejores amigos. ¡Valla! <<Nosotros igual>> comente, algo sorprendido. <<Valla, que casualidad>> comento igualmente él. Sin embargo, Changmin comenzó a hablar de no sé qué cosas con Yoochun, y yo perdí el hilo de la conversación. Por un momento me pregunte algo curioso; si podría ser que la boda de Junsu fuese la misma a la que viene Yoochun. ¿Podría ser eso posible? Estuve por preguntárselo, pero justo en ese momento llegamos a nuestro destino. Posiblemente fue lo mejor, quizá y quedaba como un tonto por preguntar aquello.

Hemos decidido venir antes al departamento de Changmin, ya que este quería tomar una ducha. Mientras él toma su ducha; yo me dispongo a estirarme en el amplio sillón color salmón que hay en la sala; el departamento de Changmin luce mil veces mejor que el mío: es amplio y con claras y brillosas paredes color mármol, la cocina –que dudo haya usado alguna vez- es muy espaciosa. En general el departamento es bastante acogedor y bonito. Supongo que su madre ha contratado a alguien que lo mantenga reluciente de limpio.

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Ahora Changmin juega con sus manos –está nervioso, lo sé- yo conduzco el auto negro que nos ha prestado su madre. Creo que incluso yo estoy más nervioso que él, pero prefiero guardar la calma. ¡Estoy por reencontrarme con Junsu! Una ola de emociones me acecha. Le echo tanto de menos y en unos pocos minutos le tendré de frente. Juego un poco con mi cabello, mientras me alarmo por una cosa: el prometido de Junsu, ¡madre mía! Lo conoceré. Me lo he imaginado de mil formas, pero creo no estoy ni cerca de dar al blanco: Alto, bajo, guapo, no guapo; ¿Cómo demonios será? Junsu ha salido a lo largo de su corta vida solo con unos tres chicos y ciertamente su apariencia solía variar; la única similitud entre esos tres: era que tenían muy buen sentido del humor. ¡Valla! De algo puedo estar seguro; este tipo debe de tener muy buen sentido del humor. Ya ríndete, Jaejoong, no sabrás nada hasta que lo veas, bufa mi subconsciente, y por el momento le doy la razón. Le podría preguntar a Changmin, y ahórrame todo este mar de curiosidad, pero, no quiero que regrese a su estado de: soy mejor elección para Junsu.

Changmin acaba de avisarme que debo de girar a la derecha, giro de inmediato y veo como su rostro varía por segundos en emociones: alegre, sombrío. Hemos llegado, ¡me muero! Estamos frente a un enorme edificio; según tengo entendido: uno de los apartamentos de este edificio es de Junsu, cortesía de los señores Kim.

No tardamos nada en adentrarnos a la bella y magnifica construcción; paredes relucientes color crema, luminosos y brillosos pisos, y un personal muy amable y cordial. Wow. Tengo la boca abierta. Changmin se ha pasado de largo todo –y a todos- parece desesperado, subimos por el elevador. El departamento de Junsu está en la penúltima planta, mientras llegamos a nuestro destino, siento como mi pulso se acelera a cada paso que doy.

Toco el timbre, aun con manos temblorosas –estoy a mil con los nervios- por la bocinilla alguien nos recibe. De inmediato Changmin da aviso de que venimos en busca de Junsu. Nos han informado que no se encuentra; y cierto aire de desilusión me abraza.

–Lo esperaremos– dice Changmin,  de forma amable .

La puerta se abre y ahí delante de nosotros esta una joven muy sonríete, nos da el paso y de inmediato nos ofrece algo de beber.

–Agua, por favor– le digo a la joven, mientras, recorro con la vista la bella obra de arte que es este departamento.

Un vaso de agua me viene más que bien ahora; tengo la garganta seca, parece como si tuviera un día entero sin consumir líquido alguno, Changmin me susurra algo, pero lo ignoro sigo perplejo por lo bello del lugar. El departamento de Junsu no solo es enorme, también es hermoso. Ahora mismo Changmin y yo descansamos en una elegante ante sala color marrón.

– ¿Quién ha llamado, Joo? – Escucho. Es la voz de un hombre. ¿Quién será?

–Son amigos del señor Junsu– dice la chica que nos atendió hace rato. Suena algo nerviosa.

– ¡Amigos de Junsu! – la voz masculina parece asombrarse.

Escucho algunos pasos, esa persona viene a donde estamos ¿de quién se tratara?

–Valla, Changmin. Que gusto, te has desaparecido una semana. Es bueno verte de nuevo– La voz de este hombre suena muy agradable. Pero algo me mantiene inmóvil. ¿de quien se tratara? me entra la curiosidad.

Changmin se tensa por un momento, me mira con rostro serio y después de la nada emboza una –falsa- sonrisa. Yo permanezco sentado aun en el sillón; dándole la espalda al desconocido.

–Pues heme aquí– dice Changmin, su tono de voz es frio. –Esperábamos encontrar a Junsu– dice, con aire agrio.

– ¿y? – La persona que habla con Changmin parece que con ese “y” se refiere a mí.

Hora de presentarse...

Me acomodo un poco mi cabello, recién teñido de café oscuro, y recojo un mechón rebelde; lo coloco detrás de la oreja; dejando a luz mis pendientes. Suspiro; como con miedo a lo que mis ojos puedan encontrar y me levanto: rígido. Aclaro mi voz, y me giro donde aquella persona. Me quedo atónito.

–Oye ¿pasa algo? – me pregunta Changmin, ante mi falta de habla.

¿Qué sí pasa algo? Pasa, que tengo a un hombre guapísimo frente a mí, y el solo pensar en este hombre como “guapo” comienza a alarmarme. ¡Contrólate, Kim Jaejoong! Me grita molesto mi subconsciente. Me sacudo las ideas, y aclaro nuevamente mi voz. Eso es, Jae.

–Ho-hola– Saludo, y me recrimino mentalmente por no encontrar algún otro saludo, que no fuese un seco “hola”

El guapo moreno frente a mí, parece querer reprimir una sonrisa, y eso me desarma. Desvió mi vista a algún otro lugar, un lugar fuera de los oscuros ojos de este hombre, tan solo verle  me eriza la piel. Y ¡oh, no! Me encuentro con los penetrantes orbes color café oscuro de Changmin, parece sorprendido ante mi actitud. ¡Dios! Mejor giro mi vista al hombre que tiene mis manos sudando. Le recorro de arriba abajo, con fina disimulación. Es más que guapo.

––Mucho gusto. Déjame adivinar, eres Jaejoong ¿cierto? – me sonríe.  Y yo le digo adiós a todo pensamiento cuerdo.

Me faltan las palabras. ¿Quién es el?

––Discúlpalo, esta algo emocionado por encontrarse con Junsu. – dice Changmin. Pero sigue mirándome de una forma que me alarma. ¿Pasa algo?

––Mucho gusto, soy Jaejoong– Grita mi boca sin pedirme permiso. Inmediatamente bajo la cabeza para que  este moreno ni Changmin vean el rubor que ahora adorna mis mejillas, ante mi vergüenza ¿Quién es este hombre? –– ¿y tú eres? – le pregunto, ahora con voz más neutra y dándole la cara. Bien hecho, Jaejoong, me felicita mi subconsciente. Y yo embozo mi mejor sonrisa. Changmin voltea los ojos, como diciéndome >>Jaejoong, es más que obvio quien es<< ¡pero no sé quién es!

––Bien, Jaejoong. Veo que ya estas más tranquilo. Soy Jung Yunho– me sonríe. –Y es un gusto por fin conocer al mejor amigo de mi prometido– me estira la mano.

Ah, el prometido de Junsu, ya veo. Algo en mi interior parece decepcionado y dolido por la respuesta. Aquello ha sido como si una espada me atravesara el alma. ¿El prometido de Junsu? Mi subconsciente se ha mostrado atónito y ahora comienza a sentir que pisa terreno prohibido. Levanto con dificultad mi mano –parece gelatina mi cuerpo- y le correspondo al saludo. Al encontrarme con la cálida palma de Yunho; mi cuerpo se escandaliza. No, no y no. ¿Qué demonios estoy haciendo? Aparto enseguida mi mano de la de Yunho, este tacto no me hace bien. Le regalo una falsa sonrisa,  parece que no ha notado mi nerviosismo e incomodidad sin fundamento. ¿Qué demonios pasa conmigo?

Changmin y Yunho han comenzado a conversar de diversos temas –a los cuales prefiero no prestar atención- Trate de poner atención, de unirme a la plática, pero mis ojos parecían ser atraídos por los labios de Yunho; cada movimiento que se producía al hablar o sonreír, parecía ser digno de guardar en mi memoria. Mis mejillas llevan calientes desde que cruce palabra con este hombre, mi pecho sigue agitado y el hecho de que Yunho se ha sentado junto a mí, no ayuda; el de vez en cuando me sonríe de forma amable. ¡Para, no hagas eso! Trato de controlarme, pero no puedo, mi interior está hecho un lio; mentalmente estoy librando una batalla, siento como si un nido de abejas se hubiese plantado en mi estómago. ¿me estoy enfermando, cierto?  

Joo –la chica de hace rato- nos ha avisado que Junsu ya ha llegado. Y antes de que Changmin o Yunho salgan a recibirlo; yo corro a recibirlo, con los brazos abiertos. Y ahí está mí querido Junsu, con ojos muy abiertos al verme: ahora lleva el pelo teñido de rubio. Hermoso. Corro con todas mis fuerzas y en un acto desesperado; le abrazo con toda mi fuerza, el corresponde al abrazo y me dice unas cuantas palabras que, a decir verdad no les prestó atención. Lo extrañaba tanto y… ahora le necesito. Comienzo a llorar de forma sucia en sus brazos y lo peor de todo es que no es de felicidad: son lágrimas de rabia. Sí, de rabia y no con él, si no conmigo mismo. Es imperdonable que hace tan solo poco más de una hora he conocido a Yunho y  ya me haya llevado a este punto. Me siento el peor amigo del mundo, e impropio de este cálido abrazo que ahora me proporciona Junsu. No lo merezco.

 Junsu me levanta el rostro y limpia mis lágrimas con delicadeza. Él también tiene rostro lloroso, pero sé que es a casusa de la emoción.

– ¿Pasa algo, Jae? – me pregunta ,con rostro amable.

¿Y qué le digo? Estoy llorando porque me siento una basura, porque creo que tu prometido me gusta, y no de forma amistosa. No, definitivamente no. Le vuelvo el abrazo y hundo mi rostro en su pecho. Lo siento, Junsu, te prometo que abandonare este pensamiento insano sobre tu prometido.

–Estoy tan feliz de verte– le digo, con voz gangosa. En parte no miento, estoy sumamente feliz de verlo, sin embargo… la situación no es lo que yo esperaba. Le abrazo nuevamente, pero ahora con menos fuerza.

De la nada siento como una cálida palma se coloca en mi espalda, giro un poco el rostro y veo que es Yunho, se ha  acercado a mí y me da unas palmaditas suaves en el hombro, hace que me estremezca. Me mira con rostro amable, y se saca del pantalón algo –las lágrimas no me permiten ver bien- me entrega un bonito pañuelo de seda. Y no puedo evitar sentirme aun peor. Yunho me mira por un momento y después pone toda su atención en Junsu y le sonríe de forma hermosa, y doliente para mí .Su sonrisa en hermosa ¡Basta, Jaejoong!

Definitivamente, este es el peor día de mi vida. Desearía no haberme encontrado con  Changmin, no haber sabido de la boda y finalmente: no haber conocido a Jung Yunho. Debo de alejar cada uno de los impulsos que me gritan <<roba a Yunho de Junsu>>. Hacer eso, sería tan imperdonable; que el tan solo planteármelo me revuelve el estómago. No podría ser capaz de girar sobre Yunho como buitre hambriento; estoy seguro que las emociones se han cruzado en algún momento en mi cabeza y han hecho corto circuito; esa debe ser la razón por la cual me siento así.

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Luego de intentar conversar de forma sensata con Junsu, Yunho y Changmin, he optado por fingir que me siento mal. Aunque algo de verdad hay en eso.

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Hemos regresado al departamento de Changmin a descansar, el parece que no se ha creído lo de mi mal estar, pero eso en este momento; me da igual. Ahora lo mejor es que descanse y olvide todo lo sucedido. Mañana será otro día. Mañana tendré la mente despejada. Y todo volverá a la normalidad. Quizá tan solo esto es un mal sueño. ¡Sí, eso debe de ser!