What should I do? (cap.1)

Capítulo 1-

Ya han pasado 2 días desde que Changmin vino a en mi búsqueda. Al final, he descubierto que ha sido Junsu quien le ha pedido venir en mi búsqueda. El planeaba venir, sin embargo, los preparativos de la boda lo tienen ocupadísimo, y Changmin finalmente se ofreció a venir a Daejeon a buscarme. Ya he hablado por teléfono con Junsu, claro, también me he disculpado por mi repentina desconexión con el mundo. >>Me tenías tan preocupado, ¿Dónde has estado?<<Me ha reñido largo y tendido por ello. Hay muchas, muchas cosas que tenemos que hablar, sin embrago me tengo que contener la  curiosidad para hasta el sábado. Mañana es viernes y aprovechare para comprar algo de ropa. ¡Tengo que lucir bien en la boda de mi amigo!

Mientras tanto Changmin y yo planeamos que regalarle a Junsu. No se nos ocurre nada. Y como era de esperarse el día termino y no se nos ha ocurrido nada. Valla. Aunque, a Junsu siempre le ha gustado mi voz y la de Changmin. Quizá… solo quizá, podríamos cantar algo en su boda. ¡Si, eso es! Cantaremos alguna hermosa canción para Junsu y… quien quiera que sea su prometido. Aun no logro ubicar al tipo. ¿Será guapo? Me muero de la curiosidad.

Al llegar  la noche, luego de cenar, le hablo sobre mi idea a Changmin. Al principio no ha dicho nada, sin embargo, de la nada me sonríe alegre.

–Me parece una estupenda idea, Jae– me dice. Y veo que no me miente, su rostro luce alegre.

Valla, se recupera rápido.

–Pero… ¿crees que la idea le agrade? – me cuestiona con ambas cejas arqueadas.

¡Diablos! Buen punto.

Luego se suelta a reír escandalosamente. ¡Me ha tomado el pelo!

–Jae, es obvio que le va agradar la idea, es más, va a  amar la idea–

¡Me siento alegre! Y Mañana es el gran día.

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Todo el camino me ha estado regañando Changmin por lo excesivo de mi equipaje, ¿Qué le pasa? Yo debo  ir bien preparado. ¡Voy a la boda de mi mejor amigo! No puedo ir en  cualquier facha. Además he traído conmigo no solo ropa; también he traído una que otra partencia importante. No se lo he dicho a Changmin, pero ya no pretendo volver a Daejeon, buscare trabajo en cualquier lugar de Seúl, o bien, tendré que tragarme mi orgullo e ir con mi padre a solicitarle empleo. Eso debiste hacer desde un principio, idiota, me reprende mi yo interior. Y tiene razón.

Luego de esperar por diez molestos minutos, nuestro avión esta por despegar, podríamos ir en coche, pero debido a que ninguno de los dos tiene, hemos tenido que tomar un vuelo hasta Seúl. ¡Dios! Regresare por fin a casa después de casi  3 años. No me la creo. Mis manos me tiemblan, presas de un tornado de emociones. ¿Qué me depara el destino?

Ya estando en el avión ambos nos acomodamos. Mientras Changmin le sonríe de forma coqueta a una chica de cabellos marrón y agraciado rostro, yo me pongo los auriculares para escuchar algo de música en el reproductor. En serio, Changmin es un caso total, ayer todavía lloraba la boda de Junsu, y hoy le coquetea a esta chica. ¡Dios!

Aunque ahora que lo pienso y analizo; yo no salgo con nadie desde hace 2 años. Patético. En los primeros meses cuando llegue a Daejeon solía salir con una compañera de trabajo, Hara, sin embargo, luego se marchó a  París  y ya no supe nada de ella. Desde entonces no he salido con nadie. ¡Vamos, Jaejoong!  Vale, hace medio año Salí con mi ahora ex jefe, acepte salir con el solo porque era un molesto y acosador. Pero no es algo de lo que me pueda enorgullecer. Prefiero a las chicas. Ciertamente. Aunque estoy abierto a cualquier posibilidad. Nunca me he enamorado o quizá sea yo quien no desea hacerlo. Tengo miedo a ser dañado. ¡Valla! La boda de Junsu me ha puesto algo sensible. ¿Será tiempo de buscar a alguien? ¿De abrir mi corazón a eso que se hace llamar “amor”? ¡Por amor de dios! Jaejoong, no empieces de cursi, me regaña mi inteligente subconsciente. Le doy la razón. Amor y Kim Jaejoong no van ni irán nunca en la misma oración. ¡Nunca!

Durante el viaje, me planteo tantas preguntas que le hare a Junsu, solo espero no aturdirlo, pero hay mucho que me tiene que explicar. Y es que insisto ¡lo de su repentina boda no me cuadra! Seguramente ha de faltar menos de media hora para aterrizar. Mmm… me gustaría descansar algo, pero prefiero no hacerlo. Changmin ya se ha cambiado de asiento para estar con la chica de hace rato, mientras tanto en su lugar ahora se encuentra una pelirroja pecosa y de ojos felinos. Muy guapa. Me mira de vez en cuando ¿hablaré con ella? Mejor finge  estar durmiendo, me susurra mi antisocial yo interior. Le doy la razón por ahora, me tapo con la manta color crema que llevo y finjo dormir. Lo siento pelirroja, pero no estoy interesado. Por ahora.

 Además también tengo que ver que voy a hacer con mi  vida. ¿Qué rumbo voy a tomar desde ahora?

***

Hemos llegado, ¡por fin! Abandono con una amplia sonrisa el avión, después de todo y mis abundantes pensamientos, logre dormir un poco. Estoy como nuevo. Mientras me estiro como todo un gato, Changmin se despide a regañadientes de su “conquista “e  intercambian números y no sé  qué más.  Mientras fisgoneaba, descubrí que la chica se llama Jía y su amiga –la pelirroja- se llama YoonA.  Changmin parece no querer dejar a la chica, y su amiga me giña el ojo mientras tanto. ¡Dios! Lo siento, evado inmediatamente su mirada lasciva y antes de que ella venga a mí y me acose, le hago una señal a Changmin avisándole que me adelantare y me marcho a toda velocidad a recoger mis maletas.

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–Estaba muy guapa, ¿no crees? – me dice, refiriéndose a Jia.

–Mmm… sí. – Me limito a responder. ¿Dónde está el Changmin despechado que lloraba a Junsu?

Me mira por un momento y sonríe.

– ¿Te ayudo con tus maletas? –

¿Qué? ¿Quién eres tú y donde has dejado a Changmin?

–Ya, Jae. Quita esa cara, hablo en serio– Me dice, con un lindo mohín.

Sigo sin decir nada, y ante mi falta de habla, Changmin toma dos de mis maletas más congestionadas. ¡Dios! Qué alivio. Sentí que me quedaría sin muñecas si seguía cargándolas.

– ¿Y supongo que tal acto de amabilidad tiene su precio? – balbuceo, con sonrisa divertida.

Me mira y después de manera fallida, finge indignación.

–Claro que no. Yo lo he hecho de buena fe– Me dice, serio. Me hace sentir una leve oleada de culpa.

Sin embargo, no tarda en soltarse a reír.

–Por malo. Ahora tú pagaras el taxi- Me dice, con aire divertido.

Ah, era eso. ¡Malditito tacaño!

Le doy otra de mis maletas, me mira ceñudo y yo le sonrió. ¡Vamos, yo pagare el taxi! Changmin me murmura alguno que otro insulto y yo le ignoro, el solo lleva consigo dos pequeñas maletas. No le afecta en nada el ayudarme. Caminamos un poco y no dudo en hacer un puchero en seguida. No hay ningún taxi. ¡Rayos! ¿Y si llamamos a Junsu para que nos venga a recoger?, oh, cierto. No le avisamos a qué hora llegaríamos. Debe de estar ocupado.

– ¿Y ahora? –  digo con aire de molestia. No quiero caminar.

Changmin me miro igualmente con aire de molestia. Suspira de forma pesada y deja mis maletas y las suyas sobre el cemento.

–Creo que no nos queda de otra más que esperar– Me dice. Comienza a sacudir ambas manos. Se le han entumecido.

Pasan cerca de 5 minutos en que ninguno de los dos habla; Changmin va de un lado a otro. Inquieto. Y  yo contemplo con poco interés a la gente que viene y va, sin embargo, un joven, como de mi edad, se detiene en seco a unos cuantos metros de mí. Me ve con mira acusadora, ¿Qué le pasa?, yo igual le miro; es guapo: como de mi tamaño, piel un poco menos clara que la mía, figura trabajada y facciones delicadas, pero con imponente aire masculino y viste de traje.  Changmin ha notado como aquel chico me ve  y se gira a mí con mirada curiosa como pidiendo saber de quién se trata. ¡Y no tengo ni la más mínima idea!

Ha comenzado a caminar hacia nosotros con paso agitado. ¿Qué le pasa?

–Esa es mi maleta– Señala una de las maletas que ahora permanece en el suelo reposando.

¿Qué? ¿Un ladrón? ¡Que ni crea que le voy a dejar que se lleve mi maleta color vino! Tiene toda mi ropa nueva. Con un ágil movimiento tomo la maleta y la llevo a mí. Como protegiéndola. Pesa demasiado.

–Está equivocado– Le gruño, molesto. –Es mía–

–Claro que no, es mía– Sisea con disgusto.

Changmin frunce el ceño. Ya se ha molestado.

–Es de el– le gruñe al extraño. –Así que márchate o le hablare a seguridad- amenaza con voz firme.

El sujeto parece intimidarse ante el rostro molesto y serio de Changmin. Se gira y yo suelto el aire retenido ¡ya se va! Pero no es así, parece llamar a alguien con señas. ¡Dios! ¿Y ahora?

–Disculpa– me dice y me sonríe de manera apenada. –Creo que no me di a entender– ahora se ha dirigido a Changmin y a mí. –Yo tengo tu maleta. Creo que al ser idénticas te has confundido y llevado mi maleta– Me dice con rostro amable.

¡Me muero de la pena! Viendo bien la maleta; es igual  a la mía, pero no es de la misma marca. ¡Que la tierra me trague!

Luego de arreglar el mal entendido, el chico se mostró igualmente apenado por la forma que nos ha abordado, y se ha  disculpado ¡valla! El que se tenía que disculpar por idiota: debí ser yo. Mientras tanto; el adorable de Changmin sigue haciéndome burla. Eres un idiota, Jaejoong, me dice de forma nada amable mi  subconsciente. ¡Pobre de mí! El rostro me sigue ardiendo de la pena.

–Los puedo llevar- Nos ofrece, alguien con voz amable.

 Me giro de inmediato, y veo él sonríete rostro del chico de hace rato -a bordo de un Audi negro-. ¡Valla!

–No hace falta- le digo, con el rostro sonrojado.

Él me sonríe y dirige su mirada por sobre mi hombro. Inmediatamente me giro a ver qué pasa ¡dios! Changmin ya ha tomado sus maletas y las mías. ¿Piensa aceptar el aventón?

–No te preocupes, Jae. Cuando llegue yo le digo a Junsu que te has quedado en el Aeropuerto esperando un taxi– Me dice burlón. Y claramente de tras de mí; escucho como el chico ríe bajito.

Por más que me intente negar y quise  convencer a Changmin; termine por acceder al aventón de este chico sonríete, que cabe mencionar ni el nombre sabemos. ¡Bien hecho Changmin!

El chico nos mira por el retrovisor y parece divertido ante el rostro de mala gana que he de llevar. Sonríe y comienza a aclararse la voz:

––Me he olvidado por completo de presentarme–– nos dice, aun con una sonrisa  más amplia. ––Me llamo Yoochun, Park Yoochun–– Nos mira ahora con mirada expectante.

Cierto. Nosotros tampoco nos hemos presentado. Changmin comienza a hablar:

––Un gusto. Shim Changmin–– Dice Changmin, sonriente y prosigue a hablar ––Y este ceñudo de mi lado…–  Lo callo antes de que diga alguna incoherencia.

Yoochun sonríe. Parce divertirse a nuestra costa.

––Un gusto, Yoochun. Y gracias por cierto, por el aventón. Kim Jaejoong, pero llámame solo Jaejoong o Jae– Trato de sonreír lo más naturalmente que puedo y Yoochun corresponde al acto con una bonita sonrisa. Tiene sonrisa de pervertido, es graciosa, ciertamente.

El me agrada. Parece del tipo agradable. Espero agregarlo a mi limitada lista de amigos. Algo me dice que a Junsu le podría agradar.