Amor para dos (cap.2)

“Amor para dos”

Capítulo: 2

Dicen, que cuando conoces a la persona indicada, simplemente todo lo demás desaparece.

***

La ansiedad se marcó en su rostro, Yunho acababa de recibir una llamada por parte de Junsu, el detective que llevaba el caso de desaparición de Karam. Después de todo, no había tenido motivos para meter a las autoridades en el asunto y más aún cuando todo apuntaba a que el mismo Karam era quien había huido por su propia cuenta. Pero, no era momento para aquello, Junsu parecía tener muy buenas noticias. Yunho podía jurar que no había estado tan ansioso desde hacía 5 meses… cuando iba a pedir a Karam matrimonio.

Mientras caminaba tan rápido como podía, observo a algunas miradas curiosas, no era común que el saliese durante la hora de la comida. No desde que Karam desapareciera…

—Hombre, deberías hablar con Heechul…

Yoochun se paró frente a él, este parecía curioso e intrigado. Y aquello era de esperarse.

—Valla, puedo jurar que no te había visto tan bien en un largo tiempo, ¿ha pasado algo bueno? —

Yunho negó, consciente de que hablar de Karam en este momento no venía al caso. —Tengo un poco de hambre así que iré a comer algo, ¿quieres que te traiga algo? — se apresuró a ofrecer, lo que menos deseaba era tener a Yoochun pegado a él.

—No, por ahora no. Pero gracias—

Yoochun comenzó a caminar pero no tardo en frenar el paso.

—Habla con Heechul. La discusión que tuvieron en la mañana lo tiene mal. Sabes que el solo trata de ayudar—

Yunho asintió, más tarde hablaría con su amigo. Después de todo, el solo quería ayudarlo, y realmente lo agradecía.

Con rápidos pasos, Yunho llego al lugar en el cual había pactado verse con Junsu. Tal como habían quedado, Junsu lo esperaba, este ya se bebía un café.

—Junsu, tiempo sin vernos, eh—

—Yunho, te ves mejor que la última vez—

Junsu se levantó de su asiento y estiro su mano para saludar a Yunho, este no tardo en corresponder al saludo.

—Bueno, Yunho. Tal como te he dicho, después de meses de rastreo, he logrado dar con el paradero de Karam—

Tras escuchar aquello, Yunho sintió como cada terminal de su cuerpo hormigueaba, sus brazos ya rogaban por envolver a Karam.

Nos encontraremos muy pronto.

—Pero…

Junsu hizo una larga pausa.

—No sé si sea buena idea revelarte la ubicación…

Yunho sintió como sus puños se ponían rígidos en un acto inconsciente, ¿Quién era Junsu para decidir aquello?

—Solo dímelo, Junsu—

—En una de las zonas de… prostíbulos de Daejeon. Y  ya que insistes, más tarde te mandare las coordenadas exactas. Yunho… deberías de hacer caso a tus amigos— Junsu suspiro un par de veces, parecía preocupado. —Mira, hombre, solo te dañas con esto, ¿Qué si Karam ya no quiere verte? ¿Qué si ya tiene a alguien? ¿Te has puesto a pensar si quiera si el aun piensa en ti? No soy quien para opinar o meterme; pero si el chico desease verte o darte una explicación, ya te hubiese contactado. No te dañes más, Yunho. Hay más razones para vivir, que el solo aferrarse algo que ya fue…

—Y una Mierda, soy un adulto y puedo tomar mis propias decisiones, ¿Qué si me quiero seguir haciendo daño con todo esto? —

—Venga, pues hiérete a ti mismo como te plazca. Una vez te mande las coordenadas, te aviso, dejo el caso—

Yunho pardeo un par de veces ante el arrebato de Junsu.

—Me encargare de que tu pago llegue hoy mismo. Gracias por tus servicios—

Yunho abandono el lugar, ignorando por completo el rostro desencajado de Junsu. Si nadie lo quería apoyar en su relación con Karam, que se jodieran, una vez él y su pequeño novio estuviera juntos, lo demás saldría sobrando.

—Señor Jung, ya le he dicho que la cita con los Park no se puede posponer— Nuevamente Jonghyun, el asistente de Yunho, replicaba.

Yunho se detuvo por momento, tomando su teléfono móvil, así como una hoja tamaño carta donde acababa de imprimir las coordenadas que Junsu había mandado, el lugar al que iría no le resultaba del todo desconocido.

—Jonghyun, no me importa nada, ¿me entiendes? Absolutamente nada me importa. Habla con  Yoochun y dile que lo dejo a cargo de la reunión. Después de todo estoy seguro que él sabrá lidiar con su propio padre y hermano—

Tras decir aquello, Yunho abandono el edificio en el que trabajaba, Allures´s Mein, una bien asentada agencia de publicidad. Sabía que mandar una importante reunión a la borda le traería serios problemas e incluso le valdría su puesto como vicepresidente; no tenía tiempo para refrendas mentales y menos si estaba a poco de ver a Karam de nuevo.

Espera solo un poco…

***

—Guapo, ¿Qué tal algo de diversión, eh? No te defraudare—

Yunho rodo los ojos ante la cuarta proposición que escuchaba, tan solo eran las 5 de la tarde y la avenida ya tenía a hombres y mujeres esperando como buitres hambrientos por un cliente. El estómago se le revolvió ante aquella visión, no quería ni imaginar a Karam haciendo aquello, ¡Jamás! Tenía que encontrar a su pequeño y llevarlo consigo. Si Karam quería dinero fácil el mismo se lo daría.

Te tengo que llevar a casa….

Tras dar un breve vistazo por el lugar, encontró el bar donde supuestamente había sido visto Karam apenas algunas noches atrás. Yunho tuvo que admitir que las piernas le comenzaban a fallar casi como si estuviera por enfrentarse a la peor cosa de su vida. Su corazón sonaba al mismo ritmo de un tambor, casi aseguraba que sus mismos latidos lo dejarían sordo.

—Señor, ¿me permite su invitación?—

Yunho observo casi con miedo aun alto hombre, con rasgos afroamericanos, posicionarse frente a él. Ni 5 hombres podrían derribar al enorme hombre frente a él.

—Yo…

— ¿tiene membrecía? —

Pese a la imponente altura del hombre, parecía incluso amable al dirigirse a Yunho.

—Oh, diablos. La invitación. Si eso. Bueno creo que la he perdido— Yunho no tenía idea de lo que hablaba. Sin embargo, era de esperarse que aquel bar fuese de elite, la construcción casi parecía digna de algún buen club o bar de las vegas.

—Lo siento, señor. No puede entrar—

—Sí, bueno. Comprendo— Yunho sabía que sería una pésima idea llevarle la contaría al hombre frente a él. Aunque, algo tenía que hacer.

Luego de alejarse a una distancia lo suficientemente aceptable, Yunho se dedicó a observar a quienes ingresaban al lugar, realmente le revolvía el estómago ver solo a hombres de edad avanzada y a mujeres de clase. La imagen de Karam siendo sometido por alguno de estos tipos lo hacía rabiar de coraje. Entre más pronto lograse sacar a su pequeño del lugar, mejor seria.

—Ustedes se pueden ir a la mierda, mi hermano no va a ir con ustedes—

Yunho alejo su atención del bar para llevarla a un grupo de hombres, que, parecían estar en una acalorada discusión con una mujer lo suficiente joven como para recordarle a Karam.

—Él va a venir con nosotros, ¿Qué no ya te lo habíamos advertido? —

—Pues no lo harán, él no va a caer en sus sucias y podridas manos. Sobre mi cadáver—

—Eso lo podemos arreglar—

Vale, quizá el grupo superaba a Yunho en número, sin embargo, no dejaría que una mujer fuese golpeada, no en su presencia.

—Oigan, idiotas. Si no quieren meterse en problemas, dejen a la dama—

No sabía porque se sentía tan seguro de sí mismo. Quizá su rabia contenida estaba ayudando, Yunho casi estaba seguro que si los 3 hombres que aun rodeaban a la mujer buscaban una pelea, él se las daría con mucho gusto.

—No te metas—

Uno de los tres hombres escupió contra el pavimento y comenzó a caminar hacia Yunho.

—Hey, Hyun. Este tipo se parece a los que van a “Kitty” mejor vámonos—

Otro tipo, de apariencia delgada y casi débil, hablo. Este parecía intimidado por la presencia de Yunho. Yunho no tenía idea de que era el “Kitty” pero si con aquello se evitaba una pelea, estaba bien.

—Como sea. Ya estas advertida— los tres hombres escupieron al suelo y comenzaron a caminar.

—Oye, ¿Estas bien? — Yunho camino hasta estar frente a la joven mujer, su cabello era incluso del mismo oscuro que Karam, sus facciones no tenían nada que ver con las delicadas facciones de Karam. Al contrario, la joven tenía facciones lo suficiente común: piel ligeramente pálida, delgados labios y pequeños oscuros  ojos.

—Muchas gracias, señor. No tenía por qué ayudarme. Esos hombres son muy peligrosos. Aun así, muchas gracias. De verdad. —

Yunho sonrió al ver como la mujer parecía realmente agradecida. No era mucho lo que había hecho, y sin embargo, sabía que había hecho algo lo suficientemente correcto para sentirse bien.

—Hermana ¿estás bien? —

La delicada y asustada voz, proveniente de algún lugar de la avenida, llamaron la atención de Yunho.

Sus ojos fueron atraídos de inmediato por la delicada y casi frágil figura que se acercaba donde se encontraba. El rostro de aquel chico era tan similar, tan parecido a…

—Karam— susurro, no podía creer lo que veía. Aquel chico era tan parecido a Karam, incluso su corte de pelo y su belleza era tan deslúmbrate como la de su pequeño. Sin embargo, los oscuros y casi tristes ojos del chico, eran aún más impactantes. Su corazón casi se sentía como si hubiese recibido un fuerte impacto.

—Jaejoong. Estoy bien, este amable hombre me ha salvado—

Yunho no presto atención a la joven que recién había ayudado, todo su atención estaba fija en el chico frente a él. Su piel tan clara y fina. Apostaría que era de la misma edad a la de su Karam.

Jaejoong…

— ¿Tú has ayudado a mi hermana? —

Casi se sintió tonto Yunho, cuando no pudo responder y solo movió un par de veces la cabeza. Era como ver a Karam de nuevo. Incluso las lágrimas picaban ya en sus ojos. Él chico frente a él no era Karam, tenía que comprender aquello.

—Muchas gracias—

La leve y sincera sonrisa que recibió por parte de Jaejoong, fueron suficientes para comprender que debía hacer algo por aquel chico y su hermana. Ellos no estarían a salvo en las calles.

Incluso si por ahora dejo de lado lo más importe…

***

—Así que ahora ellos buscan a Jaejoong, para… ¿eso?—

Yunho había invitado a ambos hermanos a tomar un café. No sabía con certeza lo que hacía, ni  porque lo hacía. Hye, la joven que había ayudado un rato atrás, le había explicado que tanto Jaejoong como ella eran huérfanos, de hecho no eran hermanos de sangre. Ambos habían llegado a la mayoría de edad 3 años atrás por lo cual su estancia en el orfanato ya no era posible. Los últimos 2 años ambos habían  deambulado por las calles de Seúl, hasta que cierto grupo de mafiosos los habían traído a Daejeon, habían prometido trabajo, sin embargo, nunca se imaginaron a qué tipo de trabajo se referían. De aquello ya hacía casi  año y medio. La sangre de Yunho hervía ante tanta injusticia. Aquello solo lo hacía pensar en Karam.

Hye, miro por un par de segundos la taza de cafe  que tenía frente a ella, parecía un tanto cohibida.

—Ellos me habían dicho que estaba bien que solo yo trabajase en eso,  mientras tanto Jaejoong se podría encargar únicamente de la limpieza. Pero…

Hye hizo una larga pausa, parecía asustada.

—… Los hombres y mujeres comienzan a preguntar por Jaejoong… ellos quieren...

—Basta, Hye. No quiero oír mas nada de eso—

El rostro de Jaejoong parecía contraído de molestia. Este no había hablado hasta ahora.. Yunho entendía con justa razón que aquello molestase a Jaejoong.

Lo tengo que proteger…

Incluso si lo que estaba a punto de decir era una locura, Yunho lo diría. No permitiría que alguien más fuese arrastrado a aquel mundo lleno de mierda.

—Quizá sea muy apresurado. Pero hay algo que les quiero proponer…

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¡¿Que tal la cena navideña, eh?! Espero que hayan tenido una muy bonita navidad y que todo haya ido bien ;D.

Ya saben, mis mejores deseos para todas, de corazon y con mucho amor.

En fin... les dejo el segundo cap. de este fic. espero lo disfruten (comenten)

Ah... y lo mas importante. Hoy es el 12 aniversario de nuestros hermosos 5 dioses. Ah, que rapido pasa el tiempo. 

¡Que tiernos y bonitos lucian, eh! Ay -llora- Ahora son todos unos hombres...