No todos los errores son malos, ¿o sí? (cap. 13)

Autora: Kammi YunJ.

Título: No todos los errores  son malos, ¿o sí? Capítulo. 13

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Quince minutos, quince minutos exactamente habían pasado desde que Jaejoong había ido a hablar con Changmin ¿y aun no podía regresar? Tras aquella asfixiante espera, Junsu perdió toda su paciencia, ya no podía esperar ni un segundo más, algo pasaba, algo para nada bueno. Sus piernas parecían gelatina, dios, ¿Qué ha pasado? Se preguntó, mientras subía cada escalón casi sin rosarlo, estaba desesperado y aterrado por lo que pudiese encontrar. Y tal y cual sus miedos; se encontró con algo que ni siquiera había previsto como una posibilidad: Changmin yacía en suelo… golpeando de forma desesperada su cabeza contra la fría pared, tras aquello aumento la velocidad de cada paso que daba hasta estar frente a Changmin, ni quiera había puesto atención en Jaejoong que permanecía inmóvil, en shock tras lo que sucedía.

—Deja de hacer eso—

 La voz suplicante y casi ahogada de Junsu habían hecho salir de su shock a Jaejoong. No podía creer lo que veía. ¿En qué momento había llegado Junsu?

Junsu ahora permanecía arrodillado en el frio suelo, tratando de evitar que Changmin se siguiese lastimando. El rostro de Junsu denotaba horror y preocupación.

—Changmin, por dios. Deja de hacer eso— Jaejoong de inmediato se arrodilló a la altura de su amigo. No creía aun lo que veía. —Detente— su voz había retumbado por todo el largo pasillo, estaba asustado y confundido, su amigo tratando de abrirse la cabeza; no era exactamente lo que había visualizado.  Algo tenía que hacer, ¿Qué hago, que le digo? Se preguntó angustiado. Hizo a un lado a Junsu y con todo el dolor de su corazón le dio la más fuerte bofetada, que algún día pensó dar, a  Changmin.

— ¿Qué demonios? — Junsu protestó con rostro desencajado, ante lo que veía, sin embargo, se suavizó un poco al ver que Changmin había parado de estrellar su cabeza contra la dura y fría pared.

—Lo siento— susurró Changmin, con voz quebrada y rasposa. Nada de lo que hacía parecía tener sentido ¿Qué le estaba pasando?, con tormentosas punzadas en su cabeza centro la mirada en sus dos amigos, ellos parecían tan atormentados y preocupados que no pudo evitar maldecirse. Oh, su cerebro palpitaba como loco, sabía que perdería el conocimiento, pero antes tenía que hacer algo. —Junsu, lo siento—con rostro empapado de lágrimas, se dirigió a su amigo.

Junsu permaneció en silencio, sorprendido ante lo que veía, Changmin no estaba mintiendo esta ocasión. ¡Él se disculpa realmente! —No tienes por qué disculparte— de inmediato y con movimientos aun nerviosos, se acercó lo suficiente a Changmin para sostener con ternura ambas mejillas del más alto —Todo está bien ¿vale? —

— ¡NO! Nada está bien, yo me he portado como una mierda contigo, Junsu. No me digas que todo está bien, porque no es así. ¿Qué me dices de lo que le hice a Jaejoong? Me he portado de lo peor— su voz comenzaba a elevarse, su rostro estaba desencajado y aquello preocupo aún más a Junsu y a Jaejoong quien no tardo en hablar:

—Yo estoy bien, Changmin. Somos unos adolescentes, los adolescentes cometemos errores, ¿vale? Lo que ahora importa es que realmente lo sientes— su voz era amable y comprensiva, Jaejoong solo deseaba hacer saber a su amigo que lo quería y que no le guardaba rencor.

—Jaejoong tiene razón— se apresuró a hablar Junsu, sosteniendo aun ambas mejillas de Changmin —Lo que realmente importa es que te estas disculpado. Anda todo va estar bien, Changmin— sus ojos estaban fijos en Changmin, deseaba convencerlo de que ya todo estaba bien. Si tan solo yo… de inmediato elimino el pensamiento no era momento para eso.

Changmin alejo su rostro de Junsu, limpio el rastro de lágrimas que aún le cubría el rostro. Guardo silencio por un momento, tratando de digerir lo que pasaba, ¿realmente sus amigos lo perdonarían? — ¿Jaejoong, me perdonas por haber sido un idiota?— permaneció aun en el frio suelo pero en esta ocasión dirigió su mirada a Jaejoong. Jaejoong le sonrió y con un movimiento rápido se inclinó a pocos centímetros de Changmin.

—Sí, sabes que no puedo estar molesto contigo, además siempre has sido un idiota— su voz era casi tan alegre como solía ser antes —Changmin, te perdonare… pero como castigo no te voy a cocinar por un buen tiempo— Jaejoong y Junsu no pudieron contener una pequeña risa al ver como Changmin hacia un curioso mohín.

— ¡dios! Eso es demasiado, Jae— chillo Changmin.

—Bien merecido te lo tienes, eh, Changmin— dijo Junsu, su sonrisa, aunque algo triste, adornaba su rostro sonrojado, aun se apreciaba un pequeño rastro de lágrimas descendiendo por sus mejillas. Era claro que había estado llorando ¿Por cuánto tiempo? Aquello ya no importaba, ahora su rostro era fresco, como si le hubiesen dado la mejor noticia de su vida, y Jaejoong fue más que feliz por aquello. Al menos alguien luce feliz, pensó con nostalgia.

¿Todo se había arreglado, todo iría bien? Se preguntó Jaejoong, no deseaba volver a repetir ningún episodio con sus amigos. Nunca, simplemente nunca quería que aquello se repitiese. Ahora solo quedaba hacerse a un lado para que Changmin y Junsu se arreglaran, aunque antes tenía que aclarar cierta situación con Changmin, eso será más tarde, se dijo así  mismo.

—Ahora, solo queda una cosa por hacer— dijo Jaejoong, con cierto brillo travieso en sus ojos, sonrió a sus dos amigos e hizo un rápido movimiento. Tanto Junsu como Changmin se quejaron. Jaejoong los había tomado a ambos desprevenidos para unirlos en un abrazo de oso. Aunque lo incomodo no era aquello, lo “incomodo” era la forma en que Changmin y Junsu era presionados uno contra el otro, mientras Jaejoong estiraba tanto como pudiese ambos brazos para rodear a sus amigos. Listo, pensó triunfante— ¡Abrazo de oso! —chillo alegre Jaejoong, escuchando una que otra queja por parte de sus víctimas.

— ¡Jaejoong! —gruñeron al unísono unos sonrojados Junsu y Changmin.

***

A medida que los minutos pasaron, Jaejoong soltó a sus dos amigos que aun protestaban por lo incomodo de aquel abrazo. Realmente se habían arreglado las cosas, lo sabía, ahora que veía como un fugaz brillo chispeaba en los ojos de Changmin tras una cálida e inocente sonrisa.  Y por otro lado Junsu parecía feliz, sin embargo, Jaejoong sabía que había cosas que él podía arreglar, y así mismo algunas cosas se tenían que arreglar con el tiempo, Changmin y Junsu arreglarán pronto esto, se dijo así mismo, ahora caminaba hacia el comedor en compañía de sus amigos.

La cena en comparación a los últimos diez días, había sido tan alegre como lo hubiesen sido uno o dos años atrás: bromas y anécdotas vividas por los tres chicos  brillaban por todo el salón donde ahora cenaban. Jaejoong aprecio con nostalgia tan alegre escena y no dudo en preguntarse si lo que planeaba hacer al siguiente día valdría la pena, ¿no estaba arriesgando demasiado por algo que ni quiera sabía si funcionaria? ¿No podía esperar los casi 3 meses que le quedaban por delante? No, por más que se dijese que con el tiempo olvidaría a Yunho, así como casi juraba él lo haría o ¿quizá Yunho ya lo había hecho, ya lo había olvidado? ¿Y aun así piensas hacer lo que tienes en mente? Se preguntó tras aquel pequeño análisis. ¡Dios, seguramente Yunho ya lo había olvidado! Y el aun lo mantenía como su principal pensamiento.

— Jaejoong—

La suave voz de Changmin le saco de sus pensamientos, alzo la mirada para encontrarse a su amigo sentado junto a él, no había rastro de Junsu ¿Dónde estaba su amigo? Tras darse cuenta que quizá los últimos 10 minutos había estado vagando en sus pensamientos no pudo evitar avergonzarse por aquello.

— Lo siento, Changmin— se disculpó de inmediato, Changmin solo asintió con rostro tranquilo.

— Esta bien, Jae, Supongo que después de todo tú has sido el más afectado con todo esto—  Changmin mordió su labio, parecía que lo que estaba por decir le incomodaba — ¿estabas pensando en… el? — su rostro permaneció sereno, pero Jaejoong sabía que aquello era incómodo.

Suspiro por un momento con fluida resignación, era claro que tenía que hablar del tema con Changmin, Vamos, Jaejoong, se animó a sí mismo — sí, pensaba en… el—  dijo finalmente, con voz casi nula, encogiéndose de hombros.

Changmin le miro por un momento, parecía nervioso. El pensamiento de que su amigo estuviese sufriendo por Yunho le irritaba. Sin embargo, la idea de que el fuese también culpable por la tristeza que había en Jaejoong le producía un mar de remordimiento.

—Jaejoong— con nerviosos movimientos se acercó a Jaejoong hasta estar a la altura de su rostro, con nerviosismo roso suavemente la pálida mejilla de su amigo y prosiguió a hablar: — ¿El de verdad te gusta? — pregunto, mirando fijamente a los oscuros ojos frente a él, quería la verdad, fuese cual fuese. La aceptaría.

—Si— susurro Jaejoong, totalmente sonrojado.

— ¿y qué piensas hacer? —pregunto, su rostro era serio.

—No lo sé, ¿Qué puedo hacer? — Jaejoong alejo la vista de Changmin, no sabía ciertamente que podía hacer. Había planeado regresar a Seúl… y ¿buscar a Yunho? Sí, eso haría. Pero ahora el miedo de ser rechazado por Yunho le aterraba, ¿y si ciertamente ya ni lo recordaba? Aquello le partía el corazón.

Changmin observo aún más serio que antes a Jaejoong —Ve por el— aquello lo había dicho en casi un suspiró, y aun así Jaejoong le veía con la boca abierta.

— ¿hablas enserio? — Jaejoong estaba asombrado por aquel repentino cambio en su amigo, ¿Changmin animándolo a ir tras Yunho? Aquello no lo hubiese creído ni de broma si alguien días tras le hubiese dicho que Changmin diría aquello. No lo podía creer, aunque sabía que sus oídos no le fallaban.

— Quizá si, quizá no. Solo que… — Changmin sacudió su pelo, algo desesperado — si es lo que tú quieres, no hay forma de que  yo, o quien sea lo impida. Sé que es tan extraño que yo esté diciendo esto… pero Jamás te había visto tan ilusionado, enamorado, lastimado y aterrorizado por alguien— volvió a suspirar, ahora se alejó un poco y tomo asiento en una silla — El día que desapareciste aun y a pesar de que Soo… y yo te enfrentamos, en tus ojos había un brillo… que juro en mi vida había visto en ti, simplemente me negaba a creer que fuese… por el—

— Changmin, yo…. Jaejoong trato de hablar, aun no podía creer lo que escuchaba, su corazón y el mismo saltaban alegres por la aceptación de Changmin.

— Shhhhh… no digas nada, deja que termine. Estoy seguro que pasara mucho tiempo para que vuelvas a ver esta faceta de mi—  le dijo con su peculiar humor bromista, asiéndole saber a Jaejoong que lo que decía lo diría una vez y solo eso — Tu hermana me amatara cuando sepa que he roto mi promesa de mantenerte lejos de él, pero creo que ahora que las cosas entre nosotros se han arreglado, es justo que vallas y arregles tu propia situación con… Yunho o como sé que se llame—

Jaejoong asintió, no podía negar que estaba feliz, la mezcla de tristeza y felicidad que ahora sentía le confundía. Changmin tenía razón, él tenía que arreglar las cosas con Yunho, le tenía que explicar lo sucedido…. Y si Yunho aún no lo había olvidado, haría lo que fuese necesario para que Yunho supiese que le amaba. Estaba decidido. Sonrió a su amigo y no dudo en brindarle un cálido abrazo.

— Gracias, Changmin— después de lo sucedido, aquel abrazo significaba tanto para Jaejoong. El cálido abrazo de mi mejor amigo, aquello le brindaba una oleada de paz y seguridad. Susurro algunas palabras a su amigo y después se separaron, quizá habría alguna protesta pero no fue así, Changmin solo asintió.

—Si así lo has decido, Jaejoong. Tienes mi apoyo—

Ambos se miraron mutuamente y se sonrieron. Ya no había más que decir esa noche, sus sinceras sonrisas eran suficientes para ambos.

—Jaejoong, una cosa más— ladeo un par de veces la cabeza y después sonrió—si ese tal Yunho no sabe apreciarte, ya sabes que estoy disponible— Sonrió divertido y después le guiño el ojo a su amigo que igualmente reía divertido.

—Valla— el suave pero molesta voz de Junsu les había tomado por sorpresa, ahora permanecía con ambas cejas alzadas, mirando de forma impaciente a sus dos amigos, exigía una explicación con la mirada.

—Junsu— Changmin de inmediato abandono su asiento y fue donde este. —No es lo que crees— balbuceó nervioso.

—Bueno yo los dejo…. Tengo algo que hacer… algo— Jaejoong se apresuró a decir, no sin antes guiñarle de forma divertida el ojo a Junsu, haciéndole saber que no había porque preocuparse, y finalmente dio una suave palmada a Changmin y se alejó del lugar.

Tomaría una larga ducha y después prepararía su maleta, estaba decidido; regresaría a Seúl y buscaría a Yunho hasta encontrarlo, sabía que aquello no sería sencillo y menos habiendo la posibilidad de encontrarse con Soo, era consciente de que  quisiera o no: tendría que hablar con su hermana.

Suspiro ante la idea de un rechazo, todo podía pasar, sin embargo, tenía la esperanza de que todo fuese a su favor… aunque ¿quizá estaba pidiendo demasiado?

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Quizá decir que después de algunos días el dolor y la necesidad de tener a Jaejoong, su ángel,  nuevamente en sus brazos comenzaba a disiparse, era casi imposible de creer, pero… ¿Qué ganaba sufriendo por alguien que lo había dejado sin una explicación siquiera? Nada, se repetía una y otra vez, nada. La vida tenía que seguir ¿cierto? Si, quizá estaba pidiéndose demasiado así mismo ¿olvidar a su ángel? Oh, tan fácil que sonaba aquello, pero… tan jodidamente difícil. Por primera vez se enamoraba… o solo quizá había quedado encantado por aquel jovencito. No. Yunho sabía perfectamente que Jaejoong se había metido en cada jodida parte de su ser, alma y corazón. Pero no se dejaría caer por aquello, la vida tenía que seguir. Con el tiempo solo será un recuerdo lejano, se repitió mientras caminaba a cierto lugar, <<se ven bien juntos>>  las palabras de su padre volvieron a retumbar en su cabeza y no pudo evitar pensar que quizá… aquello era cierto. Tenía tres días antes de la cena con su familia, y ciertamente sabía que era mejor no llevarle contraria a su padre, <<Lleva a la joven con la que últimamente sales. Es bonita>> nuevamente las palabras retumbaron en su cabeza. Yunho suspiro un par de veces pensado en aquello último, ¡él no estaba saliendo con nadie! Pero había confirmado su asistencia a la cena familiar y sabía que no tenía ninguna opción más que asistir. Se sacudió un par de veces el cabello y acto seguido embozó su mejor sonrisa y llamo a la puerta entre abierta frente a él.

—Señorita, Kim—llamo, en voz baja, pretendiendo sonar lo más tranquilo posible, lo que estaba a punto de hacer no era algo que su subconsciente aprobara de buena gana. Y, antes de que huyera del lugar una suave voz le invito a pasar a la pequeña oficina frente a él.

—Yunho… es decir, señor Jung ¿ocupa algo? —pregunto la mujer, algo sonrojada por haber nombrado a su jefe por su nombre, sabía que Yunho le había dado la confianza para hacerlo, pero por principios y ética sabía que dentro de la hora de trabajo se tenía que referir con respeto a su ahora jefe.

Yunho suspiro pesado ante aquella pregunta ¿ocupar algo? Claro que lo hacía, ocupaba ver a su ángel, Sin embargo elimino cualquier pensamiento acerca del tema. Sacudiendo la cabeza con un suave meneo, se adentró a la oficina y cerró la puerta tras el —Esta bien, señorita Kim, sabe que me puede llamar por mi nombre— sonrió a la joven que aun sostenía un puñado de papeles en ambas manos, se veía que tenía trabajo, así que decidió ir al grano de una vez. —Solo pasaba para… preguntarte si tienes libre este sábado— hizo una pequeña pausa para ver como reaccionaba Sooyon y al ver que esta inmediatamente concentraba su mirada sobre él, supo que la joven aceptaría. Su rostro delataba el gusto ante aquella propuesta. Su rostro, pensó Yunho, aquel rostro le recordaba a alguien.

—Si, por supuesto. Es decir sí, mi hermano está de vacaciones y bueno, estoy libre el sábado— Sooyon sonreía de oreja a oreja.

— ¿Entonces, que te parece si este sábado me acompañas a una cena con mi familia? —Yunho sabía que pedir aquello era mucho, es decir no se invita a alguien así de la nada a una cena familiar ¿cierto? Solo esperaba que su secretaria no llevara las cosas al punto de malinterpretarse.

— ¿Yo? Es decir, me encantaría. ¿Por qué no? Pero…—

Oh, no ahí estaba lo que Yunho temía, la pausa y el sonrojo en su secretaria. ¿Qué haré? Se preguntó con mal estar. —Sooyon…— Yunho no encontraba las palabras correctas para continuar, no quería ni mucho menos deseaba que la joven parada frete a él se hiciera cualquier idea errónea.

— ¿quieres que salgamos? —Sooyon sonreía de forma deslumbrante ante sus propias palabras. Su mirada ahora fija en Yunho, demandaba una respuesta.

Yunho perdió el oxígeno ante aquello ¿salir con Sooyon? ¿Una relación con la  chica que ahora le sonreía de forma despampanante? Ni lo pienses, en lo más profundo de su ser una vocecilla le repetía de forma molesta: Ni lo pienses, Yunho. —Si tú estás de acuerdo, claro ¿Por qué no? — sus palabras eran rasposas y casi forzadas ¿Qué acaba de hacer? Solo habían pasado 11 días desde la última vez que había visto a su ángel, un clavo saca a otro clavo… o algo así ¿y sin quizá esto sea buena idea? Pensó mientras sostenía con poco entusiasmo a la joven que ahora colgaba de sus brazos.

***

Gran final próximamente....!!!

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