What Should I do? (cap.6)

Capitulo- 6

***

Sus labios son suaves... esponjosos, calientes y dulces.

¡Demonios!

Mis ojos pesan, no puedo abrirlos. Todo mi cuerpo se siente pesado y molido, como si me hubiesen golpeado hasta la inconsciencia.

Mi cuerpo se siente dolorido, no hay un punto que no se sienta como la mierda.

¡Dios! Mi cabeza en un nido silbante de fuertes punzadas. Me podría estallar en cualquier momento.

Por último, mi garganta esta seca e irritada. ¿Qué demonios me ha pasado? Mi mente está hecha un lió, no hay una secuencia clara que me ayude a comprender que fue lo que paso ayer... después de que Yunho me salvo del ebrio de Yoochun.

El simple vago recuerdo de lo que paso ayer con Yoochun, me revuelve el estómago.

Vale, no puedo permanecer desplomado en dondequiera que este, tengo que abrir los ojos y enfrentar lo que sea que haya sucedido.

Suspiro un par de veces, y nuevamente trato de abrir los ojos, en esta ocasión parece que estoy teniendo mejores resultados. Finalmente, mis ojos dejan el reposo, solo para ser herido por los fuertes rayos del sol. ¡Maldita sea! Mis retinas se han dañado. Y mi estado no parece mejorar, los rayos del sol solo empeoran mi jaqueca y mareo.

Bien, tengo que ponerme pie. Lentamente llevo una mano frente a mi rostro, impidiendo que el sol siga haciendo de las suyas. Estoy más que agradecido de encontrarme en la habitación que he estado ocupando desde que llegue a Seúl, no sabría que hacer si hubiese despertado en un lugar desconocido.

Con medido cuidado, me pongo de pie, dejando atrás la suave cama en la que descansaba, suspiro un par de veces, rogando no colapsar antes de llegar al cuarto de baño.

Una vez adentro, abro el grifo de la regadera y me despojo de mi ropa...

La sorpresa me invade al darme cuenta que llevo puestos solo unos pantalones de pijama y una polera blanca.

¿Qué demonios?

¿Cómo termine con esta ropa?

Mi cuerpo hormiguea y mi garganta de repente parece mas seca, me aferro a creer que al final ha sido Changmin quien se ha hecho cargo de mí. Cruzo los dedos por que no haya otra explicación. El nombre de Yunho retumba en mi cabeza, obligándome a buscar entre mis recuerdos. Nada. Mi mente sigue aún desorbitada.

Vamos, Jaejoong, me animo a mismo mientras me envuelvo una tolla en la cintura y cojo otra para secarme el cabello. Algo me dice que la realidad no tardará mucho en golpearme justo en la cara. Sé que el vago recuerdo de Yunho y yo besándonos no ha sido un simple sueño. No. En esta ocasión parece tan real el hecho de que he probado sus labios. Mi estómago se contrae con la sola idea de que he ido más allá de lo debido.

Me apresuro y tomo lo primero que encuentro en el guardarropa. Necesito saber qué es lo que ha ocurrido exactamente, necesito saber que el recuerdo de los labios de Yunho sobre los míos es menos que un sueño, un delirio del alcohol.

No me tomo la molestia en llamar a la puerta, solo entro a la habitación de Changmin, esperando encontrar todas las respuesta que busco.

Una corriente fría recorre mi cuerpo; Changmin no está en su habitación.

Me apresuro a buscarlo por todo el lugar. ¿Le habrá pasado algo? Recorro hasta el último rincón del apartamento, solo para encontrarme con que Changmin no está aquí. El miedo de que algo le haya sucedido es aún más grande que el saber cómo llegue aquí.

Corro de nuevo a mi habitación, en busca de mi móvil. Marco con nerviosismo, esperando una respuesta del otro lado. Nada. Changmin no responde.

Antes de que entre en pánico, alguien llama a la puerta. Por un momento me detengo, dudoso. ¿Qué si es Junsu? No tengo cara para verlo.

Hago a un lado mi cobardía y corro a la puerta. Es más importante para mi saber de Changmin en este momento.

— ¡Changmin! — De repente mi corazón se siente más ligero y aliviado.

Changmin está aquí, parado frente a mí, con apariencia desalineada, con el rostro sombrío y con una mano sobre su cien.

—shhhhh… No hables. Tu voz es molesta—

Me susurra mientras se adentra al departamento. Se deja caer sobre uno de los sillones y comienza a mover la mano derecha.

— ¿Me puedes preparar un café? —

Me cruzo de brazos, debería estar molesto. Por un momento me imagine lo peor, puede que para Changmin esto sea normal, pero no para mí. La idea de que le hubiese pasado algo malo solo empeoro mi estado de ánimo.

—Vale. Ahora te lo preparo—

Me apresuro a la cocina, resignado. No cabe de duda de que Yunho ha sido quien me trajo aquí, él ha sido quien cambio mi ropa y que de hecho... le he besado. 

Perfecto, ¿Cuánto tengo que esperar antes de todo mundo me esté juzgando? Me lo merezco, en todo caso.

— ¿Dónde estabas? ¡Dios! No te imaginas cuan preocupado estaba—

Le recrimino a Changmin después de entregarle un café bien cargado.

Lo prueba y hace una curiosa mueca.

—Por ahí, divirtiéndome— Me dice mientras pasa una mano por su desmarañado cabello.

—Changmin, la próxima, si es que hay próxima, has el favor de avisar a dónde demonios te largas— Estoy molesto.

Changmin deja la taza de humeante café negro sobre la mesita del centro, centrando ahora su atención en mí.

—Tú y Yoochun no se veían muy bien cuando me aleje a la pista de baile— Suspira y se vuelve a pasar la mano por el cabello. —Cuando los vi, supe que no serían capaz de salir en una pieza del bar. No me tome la molestia de avisarles que iría al departamento de “alguien” porque cuando los busque ya no estaban a la vista. Creí que se habían ido a bailar por ahí y yo no podía esperar a que se aparecieran. Así que le hable a Yunho para que pasara por ustedes—Se encoje de hombros, como si estuviera hablando de cualquier cosa sin importancia.

Me quedo en silencio, sin nada que decir. El calor se apodera de mi rostro.

—Jaejoong, ¿Qué te pasa? ¿Te sientes bien?—

Changmin me mira intrigado y con el ceño fruncido.

—S- sí. Estoy bien, Changmin— Le respondo, sintiendo como nuevamente un nudo se forma en mi garganta. Me siento expuesto, como si ahora Changmin y todo el mundo supiesen que me he abalanzado sobre Yunho.

— ¿Sabes? He pasado por alto tu comportamiento, sin embargo, esto no pasara hoy. Dime qué demonios está pasando contigo, ¿crees que no he notado como te has estado desmoronado día a día? Desde que llegamos a Seúl pareces otra persona. Habla, Jaejoong—

¡Mierda!

Estas atrapado, me susurra mi vocecilla interior. Lo sé, solo era cuestión de tiempo para que alguien se diera cuenta de toda la mierda que tengo encima.

Esquivo la fulminante mirada de Changmin, negándome a hablar. No puedo decirle que es lo que me pasa. Menos ahora que me he tirado sobre Yunho. Seguramente él ya le ha informado a Junsu sobre eso, solo es cuestión de tiempo para que Junsu venga a enfrentarme.

—No sé de qué hablas, Changmin. No hay nada que tenga que decirte, todo está bien. —

Mis ojos arden con lágrimas retenidas. ¿Qué voy a hacer? Ya siento a Junsu aquí, gritándome que soy una mierda. Voy a perder a mis amigos solo porque no he sido capaz de alejar los ojos de un hombre prohibido.

La pasión me consumió, llevándome al mismísimo abismo de la locura. Y ahora estoy enamorado de Yunho, ¿Esto no podría ser mejor, cierto? En mi interior sé que si pueden empeorar las cosas. Cuestión de tiempo.

— ¿de verdad crees que puedes engañarme con eso? Mírate, estas como acorralado, dime que es lo te pasa, Jaejoong—

La voz de Changmin se suaviza, ahora suena llena de preocupación.

Yo no merezco esto, no merezco que Changmin se preocupe por mí. Soy un asco como amigo, incapaz de hablar con la verdad.

—No es nada que sea de tu incumbencia— Me pongo de pie, abandonando el pequeño sillón.

No soy capaz de enfrentar a Changmin y confesarle lo que me pasa.

—Enfrenta las cosas, Jaejoong. No puedes simplemente huir—

Me susurra Changmin antes de que yo me encierre en mi habitación.

Me dejo caer sobre la cama, sintiendo que las lágrimas ya corren por mis mejillas. No puedo con esto. La boda es en 4 días, ¿qué se supone que deba hacer? Me limpio el rostro, listo para preparar mis maletas y huir.

Me pongo de pie y tomo una de las maletas que he traído conmigo, suspiro con nostalgia a recordar que justo por esta maleta fue que conocimos a Yoochun. Se me oprime el pecho de solo recordar lo sucedido la noche anterior. Desde un principio fue mala idea ir a ese bar, nada de esto hubiese asado en primer lugar. Yoochun fue un imbécil, pero aun así me agrada. Estaba ebrio, ambos lo estábamos.

No debí venir a Seúl, nada de esto habría sucedido. Y es la verdad, mi vida seguiría siendo aburrida y monótona, pero no tendría que cargar con todo esta mierda mental.

Mis pensamientos se esfuman tan pronto mi móvil comienza a vibrar. De repente, mi respiración queda atascada en mi garganta; el respirar me resulta dificultoso.

— ¿Junsu? — Mi corazón tamboriquea sin control. Guardo silencio, esperando escuchar la rabia en las palabras de Junsu.

— ¿Qué tal están Changmin y tú? ¿La pasaron bien? —

Contrario a lo que esperaba, la voz de Junsu suena divertida y fresca; como si todo estuviera bien. ¿Acaso Yunho aún no le ha informado de mi desliz? Me siento confundido. Hipócrita, por no poder ser sincero con mi mejor amigo, ¿con que cara me atrevo a sostener una conversación con él?

—La pasamos bien— Musito, sintiéndome como una vil basura.

Junsu ríe del otro lado; tan ajeno a lo que realmente sucede.

—Me imagino. Yunho me dijo que él y mi hermano pasaron a la media noche por ti y Yoochun…

Mi cuerpo se paraliza. ¿Qué tanto sabe Junsu de lo que paso anoche? La intriga me abraza.

— ¿Y qué te dijo Yunho? — Mi voz es tensa y no me preocupo por disimular.

—Pues que ustedes dos estaban bastantes ebrios. ¿Sabías que Yoochun no suele beber más de lo normal? Tú y Changmin son una mala influencia, ¿eh? —

La curiosa risa de Junsu es alta, el realmente parece divertido del otro lado de la línea.

—Ya veo— susurro, no hay mucho que desee decir. — ¿No te dijo nada mas Yunho? — Cierro los ojos mientras espero una respuesta, orando porque Junsu aún no sepa nada.

—Uh, no. ¿Paso algo que deba saber? — Ahora Junsu suena curioso.

—No, no en realidad— Dejo que mis pulmones se llenen de oxigeno después de escuchar a Junsu. El aún no sabe nada, lo que me sorprende. ¿Por qué Yunho aún no le dice nada?

—Bueno. Solo hablaba para saber cómo la pasaron y para recordarte que hoy a las once en punto es la prueba de trajes—

¡Mierda! ¿Qué debo hacer? ¿Ir y fingir que nada ha pasado?

—De acuerdo—  

15 minutos más tarde, me cambio y salgo en busca de Changmin. En menos de una hora tenemos que estar en la tienda donde Junsu ha encargado los trajes para la boda. Se me revuelve el estómago al recordar que yo seré uno de los padrinos de la boda. No quiero ir a probarme ningún traje, solo quiero cerrar los ojos y encontrarme con que todo esto es solo una mala pesadilla.

Sé que no es así; que esta es la jodida realidad y que me esta pateando el trasero de manera cruel.

—Changmin, tenemos que ir a la prueba de trajes— Digo en voz alta, permaneciendo frente a la puerta de la habitación de Changmin.

—Vale, ya voy—

Me dirijo a la cocina y me preparo un café. No tengo apetito.

Un par de minutos más tarde, Changmin sale de su habitación, parece que recién tomo una refrescante ducha; aun luce unas visibles ojeras.

—Bien, estoy listo. ¿Nos vamos? —

Asiento un par de veces con la cabeza, siguiendo a Changmin que ya se dirige a la salida del departamento.

Esto no va a ir bien, lo sé. Yoochun también será padrino de la boda, lo que significa que estará presente en la prueba de trajes, eso ya es suficiente para saber que las cosas no irán nada bien.

~ * ~ * ~ * ~ * ~

Después de algunos minutos de molesto tráfico, llegamos a una elegante boutique. Changmin busca un lugar para estacionarnos y después sale del coche.

Yo me mantengo un par de segundos mirando hacia la nada, me muero de nervios. ¿Debería bajar e ir con los chicos? Suspiro un par de veces, orando para que esto no resulte tan mal. Vamos, Jaejoong, me animo mentalmente, bajando del coche.

—Deberías poner mejor cara— Con una sínica sonrisa, Changmin se dirige a mí.

Ignoro su comentario, parece empeñado en molestarme el día de hoy. Doy un par de palmaditas a mi rostro, intentando bajar un poco la presión. Me intriga y la vez me aterra saber por qué Yunho aún no le dice a Junsu lo que ha pasado. La intriga me asfixia.

Una alta y elegante mujer, vestida de blanco y mascada negra, nos da la bienvenida; guiándonos hasta un apartado, en este ya se encuentran Junsu y su madre, también esta Yoochun.

—Me alegra que ya estén aquí— Junsu nos saluda a Changmin y a mí. Hay una enorme sonrisa en su rostro.

Después de todo está a pocos días de su boda, me recuerda mi subconsciente. 

Yoochun parece nervioso, evitando el contacto visual con Changmin y conmigo. Sus manos se entrelazan torpemente. Parece demasiado cohibido. Me apena un poco verlo en ese estado.

—Los trajes ya están aquí— Con voz llena de alegría, nos avisa la madre de Junsu.

De todos los presentes aquí, ella parece ser la más alegre, incluso más que Junsu.

— ¿Yunho no vendrá? — Pregunta Changmin, dedicándome una extraña mirada.

Yo me encojó de hombros, desviando a la mirada a ningún lugar en especial.

—De hecho, ya estoy aquí—

Me giro de inmediato, la perfecta y seductora voz de Yunho retumba por todo el lugar. Junsu corre a sus brazos para darle un rápido beso. La escena me desgarra por dentro.

—Creímos que ya habías huido— comenta la madre de Junsu con fingida molestia.

Changmin se acerca a mí, ambos observando la escena de Junsu con Yunho. De alguna manera parece que a Changmin ya no le molesta de la misma manera. Ojala para mi fuese igual.

Estoy seguro que para Yunho no significo nada lo de anoche; un arrebato de un ebrio, solo eso. La idea me hace daño. Solo tengo deseos de salir de aquí cuanto antes.

—Vallamos a probarnos los trajes, chicos— Dice Junsu, tomando un hermoso traje color perla.

—Vamos— gruñe Changmin.

Changmin toma uno de los trajes destinados para los padrinos. Me detengo por un momento, solo sobra un traje más, ¿Dónde están los trajes de Yunho y Yoochun? Ignoro ese hecho y tomo mi traje; solo para encontrar que este es una talla más grande.

—Jaejoong— Junsu me toma del hombro.

— ¿qué sucede? — Me giro hasta que nuestras miradas se encuentran, la aprensión es palpable.

—Creo... — se encoje de hombros mientras se forma una tímida sonrisa en sus labios —Ese traje es el de Yoochun. Tu traje y el de Yunho llegaron a otra tienda por error—

Me quedo en silencio, sin nada que decir. Con la mirada encuentro a Yunho, el me ve fijamente por un par de segundos y después aleja la vista.

—Bueno, mañana puedo pasar a probarme el traje— Por un momento me siento un poco relajado, eso significa que ahora mismo me puedo largar de aquí.

—No, no hay necesidad de eso— Junsu llama a Yunho para que se una a nosotros. — ¿Por qué no van tú y Yunho a la otro tienda? ¿Eh? —

Me quedo congelado, ¿Cómo demonios sugiere algo como eso Junsu? De ninguna manera va a suceder. Yunho se ve tenso, estoy seguro que a él tampoco le hace gracia la idea.

—No hay problema. Ahora mismo iremos, ¿verdad, Jaejoong? —Se dirige a mí, apretando la mandíbula y entornando aún más los ojos.

—Si— respondo en un bajo susurro, la fulminante mirada de Yunho me cohíbe, sin embargo, me confunde. ¿Por qué simplemente no se niega?

Junsu nos sonríe a ambos, ajeno a lo que realmente sucede. Se aleja con Changmin y Yoochun a probarse los trajes.

—Vamos— me indica Yunho.

Confuso, sigo a Yunho, sus pasos son rápidos y casi desesperados. De repente se gira, ya lejos de la vista de la madre de Junsu, y me toma del brazo; arrastrándome hasta el estacionamiento. Parece que las miradas curiosas de las trabajadoras no le importan.

—Suéltame— exijo, con un hilo de voz y aun mas confundido. El agarre de Yunho es brusco, me lastima.

—De acuerdo— Me arroja contra la pared del estacionamiento, acorralándome.

Trago el nudo de mi garganta y doy la cara. No pretendo quedarme aqui, mostrándome como un cobarde.

— ¿Qué demonios estás haciendo? — Le miro, rabiado. El hecho de que me muera por el no significa que voy a tolerar este trato.

—No. ¿Qué demonios es lo que estás haciendo tú? — Contraataca, ahora sosteniendo mis hombros con demasiada fuerza.

A pesar de la situación, no puedo negar que su proximidad comienza a ponerme nervioso en más de un sentido. Puedo sentir su calor rodeándome, su aliento está próximo a mí. Hay tan poca distancia y parece que Yunho lo ha notado. Entre cierra los ojos y después los abre.

—Deja de hacer eso— me susurra, la censura es obvia. Es como si con los ojos me rogara lo contrario.

—Yo no estoy haciendo nada— Balbuceo.

Yunho me mira por un momento, con el ceño fruncido. —Ahora iras a negarlo—

Correcto, no sé de qué demonios habla.

— ¡Déjame! No sé de qué me hablas— Por primera vez, desde que me acorralo aquí, intento alejarme de su fuerte agarre.

—No. Tu no vas a ningún lado— Hunde su rostro en mi cuello, provocando que cada terminal de mi cuerpo se paralice. Mi cuerpo se calienta con el acto, comenzado a hormiguear.

Yunho se aleja, solo para mirarme fijamente, su mirada casi parece suplicante.

—No sé qué demonios me pasa— Me dice y después toma mis labios con urgente necesidad. Cada beso es aún más feroz, como si ambos estuviésemos hambrientos uno por el otro. Yunho suelta mis hombros, solo para llevar ambas manos  a la parte trasera de mi cabeza y atraer aún más mi rostro, profundizando  cada beso.

Antes de que mi cabeza pueda digerir lo sucedido, Yunho se aleja de mí, jadeando y con los labios hinchados. Sus labios son tan deliciosos, creo que nunca me podría saciar de ellos.

—Vamos por esos trajes— Se gira, dejándome hecho un desastre.

¿Qué demonios fue eso? Mi corazón amenaza con salir de mi pecho, mi respiración está tan descontrolada que no me sorprendería si sufro ahora mismo un ataque al corazón.